Ciudadanos intenta a la desesperada evitar lo que casi todas las encuestas pronostican: su desaparición en Madrid. Ante esa posible debacle, que podría suponer la puntilla para la formación, su líder Inés Arrimadas ha puesto al frente de la batalla de Madrid a su número dos en el Congreso, su portavoz adjunto, Edmundo Bal, al que acaba de nombrar además portavoz a nivel nacional. Ignacio Aguado, presidente de Ciudadanos en Madrid y exvicepresidente del Gobierno regional, anunciaba este jueves que renuncia a presentarse a las primarias de su partido y deja paso así a Bal, una persona de la máxima confianza de Arrimadas, que se convierte en el candidato de Ciudadanos a las elecciones anticipadas del próximo 4 de mayo.
Arrimadas había evitado desde el pasado 10 de marzo –cuando Isabel Díaz Ayuso convocó las elecciones– confirmar a Aguado como candidato. El desgaste del vicepresidente regional por su papel de confrontación con Ayuso se había convertido en un clamor dentro del partido y muchos dirigentes reclamaban desde hace días otro candidato que pudiera frenar la debacle que pronostican para el partido las encuestas en Madrid. Bal reconocía este jueves que su paso adelante supone “un gran reto”. “Me encantan los retos”, aseguraba, pese a haber estado negando la víspera que él fuera a ser el candidato. “Me apasiona mi trabajo de portavoz en el Congreso y mi grupo me necesita”, afirmó.
La candidatura de Bal para evitar la desaparición de Ciudadanos en Madrid llega en medio de una crisis interna sin precedentes en el partido. Numerosos cargos han ido abandonando la formación los últimos días atendiendo a la opa lanzada por el PP. Este mismo jueves mientras Aguado anunciaba que Bal será su sustituto en las elecciones, otro diputado autonómico de Madrid abandonaba la formación, el cuarto en apenas 48 horas. A esos se suman las bajas de otros tres senadores que inició Fran Hervías, para irse al PP. También la salida de Toni Cantó. La dirección de Ciudadanos asume que el goteo de bajas va a continuar diezmando sus filas y esperan más “sorpresas” los próximos días.
Aguado: “Se cierra una etapa para mí”
“Arranca, ya que no hay más remedio, una campaña electoral donde mi partido va a salir a darlo todo, a demostrar que somos un partido más necesario que nunca. Somos necesarios para ser el contrapeso sensato a la polarización, a la radicalización, un partido que apuesta por la sensatez. Y yo no tengo ninguna duda de que el mejor candidato posible para presidir la Comunidad de Madrid es mi amigo y compañero Edmundo Bal”. Con estas palabras Aguado anunciaba que daba un paso al lado, después de haber declarado públicamente su intención de encabezar la candidatura.
El hasta hace poco vicepresidente del Gobierno regional aseguraba no obstante que había sido él mismo el que pidió a su compañero de partido que se presentase. Aguado aseguró que cierra una etapa aunque seguirá trabajando para la formación. También agradeció visiblemente emocionado el trabajo de todos estos años a su equipo.
Ya en el turno de Bal, el abogado del Estado agradecía el trabajo de Aguado al frente de las consejerías del Gobierno regional y de un Ejecutivo “difícil”. Bal alababa que el líder del partido en Madrid no haya pensado “en sus intereses personales” ni en “aferrarse al cargo” sino en “lo mejor para todos”. “Tú has aguantado, has resistido, solo pensando en el bien de los madrileños, siendo de Ciudadanos cien por cien”.
Bal: “No quiero que nos arrebaten el centro”
Bal remarcaba que, aunque el miércoles aseguró que estaba contento con la labor que realizaba con el grupo parlamentario y que no sería candidato, Aguado le llamó personalmente por la noche y le dijo que creía que él era mejor opción, que creía que el partido ganaría con él y que los madrileños también ganarían más. “Cuando a uno le dice eso una persona como él, no se puede decir que no y sí es para mi un honor ser diputado, estar en el Congreso, estar en el hemiciclo, pero si Nacho me dice eso, yo le digo que sí a Nacho. Yo le digo que sí a este partido. Yo le digo que sí a Madrid, a todos los militantes, a todos los españoles”, dijo Bal.
“Quiero presentarme a estas primarias para ser el presidente de la Comunidad de Madrid y quiero hacerlo porque no quiero que nos arrebaten el centro. No quiero que nadie nos quite la moderación, el sentido común, la política útil, el encontrar soluciones a los problemas reales que tienen los madrileños. Me niego radicalmente a que en la Comunidad de Madrid gobiernen los extremos. Me niego radicalmente a la polarización”, declaró Bal.
Ciudadanos apuesta así por Bal para que la formación no se quede fuera de la Asamblea de Madrid mientras la sangría de cargos continúa y las encuestas pronostican un mal resultado.
Previsiblemente, las primarias no se producirán si no hay más candidatos, después de que el economista y afiliado de Las Rozas, Juan Carlos Bermejo, haya anunciado que se retira. “Me alegro que Edmundo haya dado el paso. Cumplo con mi palabra. Retiro la candidatura. Tiene todo mi apoyo y confianza. Muchas gracias a todas las personas que me habéis alentado estos difíciles días. Esto puede ser el final del principio”, ha dicho Bermejo en su cuenta de Twitter.
Mensajes de agradecimiento a Aguado
El paso adelante de Edmundo Bal con el beneplácito del propio Aguado -contra el que algunos dirigentes autonómicos han estado maniobrando estos días para que Arrimadas le convenciera de que renunciara a su candidatura- ha sido celebrado prácticamente por todos los dirigentes del partido que se han apresurado a darle todo el apoyo. Entre ellos el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín.
También de su compañera de viaje en Madrid, la vicealcaldesa de la capital Begoña Villacís, que ha destacado del nuevo candidato “que entró en política porque no quiso obedecer a Sánchez”.
La noticia de la candidatura del portavoz nacional para disputar las elecciones en Madrid, con unas encuestas terroríficas en contra de Ciudadanos, ha supuesto un alivio para la dirección nacional que estos días está viendo con gran indignación y estupor el goteo de bajas de cargos públicos que se suceden un día sí y otro también. Una operación “para destruir a Ciudadanos” que en la cúpula no tienen duda de que está orquestada desde el PP con la colaboración demostrada del exsecretario de Organización de la etapa de Albert Rivera, Fran Hervías, que abandonó el sábado pasado la militancia y renunció a su escaño del Senado para fugarse al PP a trabajar de la mano de Teodoro García Egea, número dos de Pablo Casado.
En la Cámara alta Ciudadanos se ha quedado sin grupo propio tras las bajas de otros dos senadores, la navarra Ruth Goñi, y el valenciano Emilio Argüeso, que ha sido expedientado por el partido al descubrirse que está implicado en la trama para que fracasara la moción de censura en Murcia.
En la Asamblea de Madrid son cuatro los diputados que han anunciado que se van del partido, por unos motivos u otros. Empezando por Marta Marbán y Sergio Brabezo a los que han seguido Enrique Martínez Cantero y Juan Rubio.
En el Congreso el propio Bal ha visto diezmado el grupo parlamentario -formado hasta ahora por 10 diputados- con la marcha de la alicantina Marta Martín, que ha renunciado a su escaño, y la del sevillano Pablo Cambronero que, por el contrario, ha decidido irse del partido pero se queda el acta para instalarse en el Grupo Mixto, incumpliendo así la carta ética que firman todos los cargos públicos.
Bal tendrá que decidir ahora si renuncia a su acta de diputado y a su portavocía en el Congreso o aguanta en su cargo hasta que empiece la campaña como ha decidido hacer Pablo Iglesias.