Lobato se resiste a dimitir y da a entender que Moncloa le mintió sobre el origen del correo de la pareja de Ayuso

Juan Lobato no ha dimitido este martes como líder del PSOE de Madrid pese a la presión interna de su partido. El dirigente socialista había convocado a la prensa para una “declaración institucional” a las 9.30 horas de la mañana, y todo hacía pensar en su salida. Pero no ha sido así. Lobato sigue incluso después de que este lunes reconociera que registró ante notario una conversación con Pilar Sánchez Acera, jefa de Gabinete del ministro Óscar López, sobre la supuesta filtración del correo que envió la pareja de Isabel Díaz Ayuso a la Fiscalía reconociendo su doble fraude fiscal.

Tanto Ferraz como sus compañeros de partido se enteraron de la decisión de Lobato por la prensa, ya que la noticia del registro la publicó ABC, y eso generó un fuerte malestar tanto en el PSOE como en el Gobierno. “No veo cuál es el problema de acreditar el origen lícito de esa comunicación”, ha dicho Lobato en rueda de prensa, defendiendo el registro en el notario y lanzando dudas sobre lo que le contaron desde Moncloa.

“Eran los medios de comunicación, según se me dijo”, quienes publicaron el citado correo. “¿Qué problema hay? Yo no veo ningún problema, al revés, al revés. Ahora, vista la reacción, como digo, de algunos dirigentes de mi partido, parece como si de alguna manera se dudara sobre la veracidad de lo que ahí se me dijo. Yo esto de luego no lo contemplo, no contemplo que fuera falso lo que se me dijo, que fuera falso que el origen de esa documentación eran los medios de comunicación, porque esto sería bastante grave”, ha zanjado.

“No lo puedo contemplar, no contemplo que eso fuera falso, porque si el origen del documento hubiera sido distinto al que se me dijo, esto hubiera supuesto, además de que se me mintió –eso es lo de menos–, hubiera supuesto un intento de que fuera yo quien hiciera público ese documento con origen posiblemente irregular y con las consecuencias legales y políticas que se hubiera tenido para mí y también para el Partido Socialista de Madrid”, ha zanjado.

“Al final es siempre la misma historia. Se intenta por parte de unos pocos que parezca que el malo es precisamente quien decide no hacer las cosas mal”, ha considerado. Además, se ha confesado “preocupado con la reacción/linchamiento que ha habido por parte de dirigentes” de su partido, insistiendo que lo hizo para garantizar que el correo de la fiscalía llegó “por la prensa”.

Apenas 24 horas antes, el lunes, el líder de los socialistas madrileños había confirmado en rueda de prensa que acudió a la notaria sin avisar a nadie y para registrar mensajes intercambiados con sus compañeros de partido. Esta situación molestó sobremanera a miembros de la formación, que lo afrontaron con desconcierto y lo asumieron como “una traición”.

Ese mismo lunes socialistas madrileños apuntaban, además, que las últimas horas han sido críticas para Lobato y que se estaban produciendo movimientos internos y llamadas entre cargos para forzar su salida. En este punto, las distintas fuentes consultadas admitían que la dirección del partido a nivel nacional también estaba jugando sus cartas “para tumbarle”.

Este lunes también se produjo otro movimiento. El juez Ángel Hurtado decidió llamar a Lobato para que comparecezca como testigo en el Tribunal Supremo en la causa que investiga la filtración de datos confidenciales de González Amador. Está citado este viernes. El magistrado especifica que tendrá que aportar esa supuesta acta notarial “que, al parecer, realizó en relación con los hechos, según la información periodística” de la cabecera de Vocento.

Tres días antes del Congreso Federal del PSOE

Lobato aseguró que ni él ni el partido ni Moncloa recibieron “ninguna información en absoluto” relativa al caso. “Queda acreditado que toda la información vino de medios de comunicación”, explicó, en un comunicado. 

Según su versión, tomó la decisión de acudir a una notaria después de que se iniciase en el Supremo un procedimiento por la filtración del contenido de esos correos. Y lo hizo, según explica, para acreditar que él no tuvo información privilegiada: “Para que quede claro que en mi ámbito no ha habido ninguna filtración de la Fiscalía General del Estado”.

La crisis se ha producido tres días antes de que arranque el 41 Congreso Federal que comienza el viernes 29 de noviembre en Sevilla. Y se produce en un momento en el que desde Ferraz veían con buenos ojos la hipotética candidatura de Óscar López para la secretaría general en el próximo congreso regional y su posterior candidatura a la Comunidad de Madrid.

El PP ha reaccionado a las declaraciones de Lobato. Su secretario general, Alfonso Serrano, ha asegurado que “cada día es evidente que el Partido Socialista y el Gobierno funcionan como una auténtica mafia”. “Yo lo único que espero del señor Lobato es que enseñe cuanto antes ese acta notarial en el que aparecen esos pantallazos de WhatsApp, con su propia declaración”, ha añadido, refiriéndose también a la declaración como testigo del socialista madrileño este viernes, donde Serrano espera que sí aporte el documento que registró ante notario.

Para los populares madrileños, la actuación de Lobato se enmarca en la presunta comisión de un “delito, por lo menos de encubrimiento, porque el documento que él exhibe en la Asamblea de Madrid es el original, no es ninguna copia facilitada por ningún medio de comunicación”, asegura Serrano, que busca implicar con esta afirmación a la Moncloa, a la que acusa de facilitar esa información al socialista madrileño.