El uso del coche en Madrid se ha reducido un 20% en los últimos 12 años

El uso del coche cada vez es más residual en Madrid. Un informe de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), al que ha tenido acceso eldiario.es, pone cifras a una tendencia que ya parece clara. Desde 2005 el volumen de tráfico de vehículos privados ha caído un 20% en la capital en una tendencia constante al descenso salvo un pico de crecimiento aislado en 2009.

La bajada ha continuado también en los años de gestión del equipo de Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid. Los datos que maneja el área de Desarrollo Urbano Sostenible hablan de un descenso lento pero sostenido (un2%) en los últimos tres años. Esta tendencia a la baja contrasta con el aumento del uso de transporte público, que ha crecido un 7% en el mismo periodo. Según los datos del Ayuntamiento de Madrid, el número de viajes –tanto urbanos como metropolitanos– ha escalado de los 1.428 millones de 2015 a los 1.536,24 de 2017 en un cambio de tendencia al ascenso inaugurado hace un trienio.

Así, 2015 fue el primer año en positivo tras un largo periodo de caídas coincidente con la crisis económica: desde 2009 la demanda de Metro, Cercanías y autobuses se redujo un 14%. Pese a la tendencia creciente de los últimos tres años, los niveles de demanda aún no han logrado recuperarse. El uso de transporte público es menor, en número de viajes, al registrado en 2005 (1.623 millones), el pico más alto de la serie histórica.

El descenso del uso de vehículos privados es más acentuado y constante en algunas zonas de la ciudad que en otras, según los datos de la EMT. En el interior de la M-30, la almendra central de la capital, la caída ha sido continua desde 2005 mientras que en la propia vía que rodea Madrid y sus exteriores la reducción del volumen de tráfico solo se registra desde 2016.

El tráfico de coches se evalúa con un indicador que mide la suma del promedio de desplazamientos en varios puntos de la ciudad. Se llama IMD y tiene en cuenta el desplazamiento pero también la distancia, según fuentes del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento. Ese indicador tenía un valor de 2.135 millones en 2017 frente a los 2.673 millones de 2015.

Por encima de los niveles de contaminación permitidos

Pese a estos datos positivos, Madrid sigue superando los niveles de contaminación permitidos por la normativa europea y también los umbrales marcados por la Organización Mundial de la Salud, que son más restrictivos. En 2017 la capital incumplió por octavo año consecutivo con un nuevo aumento de la polución atmosférica, según datos de Ecologistas en Acción basados en mediciones en las 24 estaciones del Ayuntamiento.

El consistorio sí ha tomado medidas que han reducido la circulación en tramos concretos. La peatonalización parcial de Gran Vía, iniciada en diciembre, redujo en un mes un 15% de media el tráfico de vehículos. Los días con restricciones a no residentes, impuestas en los momentos de más afluencia por el periodo navideño, el descenso alcanzó el 40%, según un informe elaborado por el Ayuntamiento. Ecologistas en Acción constató, además, que la estación de medición de la Plaza del Carmen, la más cercana a Gran Vía, registró los datos más bajos desde el año 2000 en este último mes de diciembre.

El equipo de Manuela Carmena también ha anunciado que pondrá en marcha Madrid Central en noviembre, un plan que pretende reducir un 20% el tráfico de paso en la almendra central de la ciudad. La puesta en marcha de esta gran Área de Prioridad Residencial (APR) se retrasará unos meses respecto a la idea inicial de ponerla en funcionamiento después de verano. Madrid Central limitará el acceso de los vehículos al centro: primará ser residente, el transporte público o tener movilidad reducida. El distintivo ambiental de los vehículos en función de lo que contamina cada uno será decisivo.