Óscar López, actual ministro de Transformación Digital y Función Pública, tiene previsto anunciar este mismo jueves su candidatura para liderar el PSOE de Madrid de cara al congreso regional del partido que, en principio, tendrá lugar entre el 1 y 2 de febrero de 2025. Su anuncio llegará así apenas una semana después de la dimisión de Juan Lobato como secretario general de los socialistas madrileños a raíz de las presiones internas originadas por su torpe gestión de la confesión de dos delitos por parte de la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
Según ha confirmado elDiario.es de fuentes socialistas, López confirmará esa candidatura en una rueda de prensa que tiene previsto ofrecer el jueves en la Agrupación del distrito Centro de la capital madrileña.
El proceso del 15 Congreso Regional del PSOE de Madrid arrancará con la apertura de un calendario de primarias. El próximo sábado, 7 de diciembre, será el momento de presentar precandidaturas y, en el caso de haber más de una candidatura, del 8 al 14 de diciembre será la recogida y presentación de avales. Tras ello entre el 14 y el 17 se proclamará a los candidatos y se podrán presentar los recursos. En el caso de que hubiera más de una lista, del miércoles 18 de diciembre al 10 de enero se entrará en campaña de información para votar el 11 de enero en primera vuelta, mientras que el 18 del mismo mes será la segunda.
El anuncio de López se produce después de que cayera Lobato, el que iba a ser su probable contrincante en las primarias. Su salida tuvo que ver con que a principios de noviembre, cuando ya se sabía defenestrado por Ferraz, Lobato decidió registrar ante notario unas conversaciones de WhatsApp que había mantenido ocho meses antes con Pilar Sánchez Acera, su compañera en la dirección del PSOE de Madrid y que, en ese momento, era precisamente la jefa de Gabinete de Óscar López, que a su vez era el jefe de Gabinete de Sánchez en Moncloa.
Ella pidió a Lobato que utilizara en un Pleno de la Asamblea la confesión que el novio de Ayuso envió a la Fiscalía por dos delitos fiscales, aduciendo que el documento ya estaba en manos de la prensa. El diario ABC fue quien desveló, la semana pasada, que Lobato había ido a la notaría. Él defendió su proceder el pasado martes, en una comparecencia pública sin preguntas, asegurando que lo hizo para blindarse él y también a Sánchez Acera ante quien pudiera acusarles de haber utilizado un documento filtrado por el fiscal general del Estado, imputado en el caso que investiga la filtración. De hecho, su propio gesto hizo que Lobato tuviera que declarar este viernes ante el Tribunal Supremo, al que tuvo que entregar su teléfono móvil.
Pero fueron muy pocos en el PSOE de Madrid –y casi ninguno en el estatal– quienes entendieron que Lobato tomara esa decisión y llevara los mensajes ante notario sin contárselo a nadie, ni siquiera a su interlocutora en la conversación. La presión interna le hizo dimitir 24 horas después, el miércoles.