Pablo Iglesias urge a Ayuso a que solicite la ayuda del Ejército para que pueda intervenir en la Cañada Real
La Vicepresidencia segunda del Gobierno que dirige Pablo Iglesias ha hecho un llamamiento este jueves a la Comunidad de Madrid para que solicite con urgencia la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para que esta pueda intervenir en la Cañada Real Galiana, el asentamiento más grande de Europa, donde miles de familias se encuentran desde hace más de 90 días sin suministro eléctrico, una situación que se ha agravado con la nevada de las últimas horas que continuará los próximos días.
Concretamente, la UME podría facilitar los grupos electrógenos que permitirían suministrar electricidad a las miles de familias de la Cañada Real que se encuentran sin suministro eléctrico durante la ola de frío que acecha Madrid, ha explicado el departamento que dirige Iglesias.
Tras varios días de conversaciones con el delegado del Gobierno en Madrid y con el Ministerio de Interior, desde la Vicepresidencia segunda se ha llegado a la conclusión de que esta es la única vía para evitar que los habitantes de la Cañada pasen esta ola de frío histórica sin suministro eléctrico, aseguran desde el Gobierno.
Para la necesaria intervención del Ministerio de Defensa, que se llevaría a cabo a través de la UME, es necesario que el Gobierno regional que preside Isabel Díaz Ayuso lo solicite formalmente, aseguran desde el Gobierno. Por eso, ante la llegada inminente de más nevadas, desde la Vicepresidencia segunda se urge a los dirigentes madrileños a que “no esperen ni un minuto más”.
Plan de “choque” del Ayuntamiento de Madrid
Tras más de 90 días sin electricidad, solo la ola de frío ha puesto a las instituciones a trabajar en una solución. Este miércoles, el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, había asegurado que efectivos de la Cruz Roja se desplegarían en la Cañada Real Galiana para intervenir en casos de emergencia y trasladar a personas afectadas por el corte de luz en la zona a centros y albergues que el ayuntamiento de Rivas y también de Madrid habían puesto a su disposición.
El Ayuntamiento de Madrid ha informado después, a última hora de la tarde, de un “plan de choque” para el poblado consistente en habilitar parte de una fábrica de muebles, ya sin servicio, que hay en la zona de la Cañada. “Dicha fábrica se convertirá en el centro neurálgico, tendrá disponibilidad para 600 personas y se instalarán alternadores para dar suministro eléctrico y calefacción”, ha informado el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida en un comunicado. La solución del Gobierno municipal no pasa en ningún momento por devolverles el suministro eléctrico.
También se habilitará como “plan b”, ha informado la corporación municipal, el polideportivo Cerro Almodóvar con al menos 100 camas más, “que podrán ampliarse si se considera necesario”. “Todos los desplazamientos serán voluntarios. Estas alternativas son ofrecidas por el Ayuntamiento de Madrid, pero aceptarlas o no es algo voluntario”, señala el Gobierno municipal.
La inacción del Gobierno de Ayuso
El Gobierno regional tiene ahora la opción de reclamar la intervención del Ejército –como ha puesto sobre la mesa la Vicepresidencia del Gobierno– para que este pueda suministrar la electricidad. Lo cierto es que Ayuso siempre ha culpado a la “delincuencia” de los cortes de luz en la Cañada Real y se ha negado a tomar medidas que ayuden a miles de familias que desde hace más de 90 días se encuentran sin electricidad.
La presidenta madrileña declaró en uno de los últimos plenos del año en la Asamblea de Madrid que “para tener los Porsches ahí aparcados, bien; para pagar las facturas que es lo que está provocando esos cortes, no”, tras vincular los cortes con la sobrecarga por el cultivo de marihuana que llevan a cabo las mafias. “Si para ustedes Otegi es un hombre de paz, estos delincuentes serán ingenieros agrónomos que estarán haciendo algún tipo de estudio ahí en la Cañada Real”, ironizó Ayuso dirigiéndose a la portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea, Isa Serra.
Ahora, tras más de 90 días sin luz, las administraciones empiezan a reaccionar alarmados por la ola invernal.
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