El acta de la Complutense para nombrar a Ayuso alumna ilustre: se aprobó en 2021 pero el acto se retrasó a 2023, año electoral
La Universidad Complutense amaneció el 24 de enero de hace un año blindada por la Policía. En los vestíbulos y pasillos de la Facultad de Ciencias de la Información, empujones y gritos a favor y en contra de la decisión de nombrar alumna ilustre a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, exalumna de Periodismo de la promoción de 2002. Sin embargo, ese nombramiento había estado dos años durmiendo en un cajón. Según las actas oficiales, a las que ha tenido acceso elDiario.es, el nombramiento se había aprobado en una sesión del Comité de Dirección de Alumni, el programa de antiguos alumnos de la Universidad, el 13 de septiembre de 2021, en una sesión en la que el rector, Joaquín Goyache, excusó su asistencia –es quien preside la comisión Alumni– y dejó las riendas al vicerrector Juan Carlos Doadria, que dimitió tras la polémica entrega. Ese día de 2021, como queda por escrito, se aprueba el nombramiento sin que el acta recoja ninguna oposición a “la concesión de la condición de Alumni Ilustre a Doña Isabel Díaz Ayuso”. Según el artículo 10 del reglamento universitario, esta distinción se concede “a egresados de la UCM de reconocido prestigio en sus ámbitos del conocimiento y actividad profesional, que desean seguir apoyando a la Universidad Complutense, aportando su experiencia y proyección social”. El Partido Popular de Ayuso ha apoyado especialmente y desde hace años la creación de universidades privadas, que son ya 13 frente a las 6 públicas en la región.
Sin embargo, el acto de concesión se pospuso a enero de 2023, año electoral tanto en la Comunidad de Madrid –en las autonómicas del 28M Díaz Ayuso sacó mayoría absoluta– como en la Complutense, donde revalidó el cargo Goyache dos meses después, apoyado por sectores del PP y con campaña a favor de miembros de Nuevas Generaciones. En esa dura campaña universitaria, la oposición a Goyache denunció juego sucio, con entrega de papeletas en un periodo ya prohibido. También se colgaron pasquines y anónimos identificando a su rival, Esther del Campo, con Podemos y se difundieron bulos como que quería cerrar un campus o que Juan Carlos Monedero iba a ser vicerrector, algo que tuvo que desmentir él mismo. Cuando ganó Goyache, en marzo de 2023, Ayuso celebró públicamente en un acto en el parque de Santander de Chamberí que Podemos no hubiera conseguido hacer de la universidad más grande de España “su feudo”.
Aunque la concesión de alumna ilustre estaba ya decidida en 2021 por designación directa del “Rector/a”, una fórmula amparada por el reglamento, la decisión se congeló y se hizo coincidir con la entrega de este honor a otros alumnos ilustres periodistas, cuya propuesta sí había nacido de una decisión colegiada de la Facultad de Ciencias de la Información. Es el mecanismo más habitual, que se decida por las facultades. El 7 de noviembre de 2022, según las actas colgadas públicamente, esta facultad había decidido entregar la distinción a Rafa Antón, Almudena Ariza, Ángel Expósito, Arturo Pérez Reverte, Antonio de la Torre, Xurxo Torres y Miguel Trillo. Y en ese acto, que tendría lugar el 24 de enero de 2023 por ser el patrón de los periodistas, se colocó la entrega a Ayuso, algo que molestó a algunos de los premiados, como Antonio De la Torre, que hizo un comentario en su discurso al respecto y criticó el liderazgo de la Complutense. Fuentes del equipo del rector achacan la elección de Ayuso a la dirección del programa Alumni y desvinculan al propio rector de la misma, aunque el reglamento dice que será a propuesta del “Rector/a”: “El rector no hace la propuesta, solo ratifica”, insisten a elDiario.es, y explican que todas las decisiones tienen a Goyache como responsable, lo que no quiere decir que esté “encima de todo”. Respecto a aplazar la entrega a 2023, año electoral, las mismas fuentes señalan que es algo habitual en la Complutense que actos de distinción o conmemorativos se celebren con meses o más de un año de decalaje y lo enmarcan en un asunto sin intencionalidad. La distinción abrió también un debate sobre el expediente académico de la presidenta, ya que el Consejo de Transparencia avaló que se conociera públicamente y la Comunidad ha recurrido e intenta frenar el acceso en los tribunales, con el argumento de que la concesión de ilustre no está relacionada con las notas sino la relevancia del premiado, según el propio reglamento de la universidad.
Desde la creación del programa Alumni, el rector solo ha propuesto motu proprio dos distinciones: la de Díaz Ayuso y la de la reina Letizia, nombrada alumna de Honor en 2021. El profesor José Luis Dader, el catedrático que dirigió la tesis que Ayuso no acabó –según dijo en su discurso porque vivía precariamente aunque ese 2011 cobraba más de 4.000 euros en una fundación opaca, fue diputada y recibió en donación el piso de su padre, perseguido por el crédito impagado de Avalmadrid– salió en defensa de la presidenta de Madrid y emitió un comunicado en el que contó que su departamento, Periodismo y Comunicación Global, y él mismo también habían propuesto el nombre de Ayuso para que fuera ilustre nombrada por la facultad, propuesta que no salió adelante por no conseguir los votos y el apoyo suficiente entre sus colegas. No hizo falta, porque ya estaba decidido desde 2021 por designación directa del rectorado, según las actas oficiales.
A partir de la decisión de meter a la presidenta en el acto de 2023, empieza un fuerte debate en el seno del rectorado y los equipos directivos de la UCM, según confirman varias fuentes universitarias, y hay voces críticas sobre la oportunidad de la entrega en año electoral para la UCM y la Comunidad. El rector, como él mismo reconoce públicamente en un consejo de gobierno, intenta cambiar la fecha y no entregarle a Ayuso la distinción en ese momento, alegando que ese día 24 de enero debe estar en Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, inaugurando un edificio construido con la ayuda de la Complutense. Sin embargo, en la Comunidad de Madrid no aceptan un cambio de fecha y Goyache acaba por presidir la entrega de la distinción a la presidenta y los otros siete egresados.
Para mayor sorpresa, en la nota de prensa que lanza el equipo de comunicación de la Complutense, controlado por el rectorado, se publica la noticia de los ilustres ocultando el nombre de Díaz Ayuso en el titular y se relega a la presidenta de la Comunidad de Madrid al primer subtítulo, siempre especificando que es al margen de la decisión de la Facultad de Ciencias de la Información. La tensión entre ambas instituciones por la entrega tiene su clímax en una reunión el mismo día del acto. Según testigos presenciales, Ayuso y el rector Goyache se reunieron a solas media hora con gesto compungido antes de lacto solemne y con el campus tomado por los agentes. ¿Qué se habló allí? Fuentes oficiales del rectorado aseguran no estar al tanto del contenido de la conversación.
El rector asumió en el primer consejo de gobierno tras la polémica entrega ser el “responsable” de lo sucedido y también se comprometió a cambiar el reglamento para que no se hicieran distinciones a políticos en activo. El reglamento colgado en la web de Alumni es, de momento, el mismo, pero el vicerrector de Relaciones Institucionales, José María Coello, confirma a elDiario.es que están revisándolo para que cualquier nombramiento parta “del consenso”, aunque asegura que están en proceso de “escucha” y no puede dar más detalles. Días después del consejo de gobierno, en una entrevista en Telemadrid, Goyache sí defendió más claramente la decisión diciendo que “si la presidenta de una de las comunidades más importantes de España no es ilustre, no sé qué otro tipo de ilustres vamos a encontrar”. En marzo, reiteró en una entrevista en La Razón que quizás habría que repensar el reglamento.
Pero en la Universidad Complutense hubo otro nombramiento de alumno ilustre que estaba en la política activa: el del entonces consejero de Sanidad de Ayuso, Enrique Ruiz Escudero, que fue propuesto por la propia Facultad de Medicina en 2021, el mismo año que recogen las actas de Ayuso, y no por el rector. El premio se lo concedió la Universidad un año después de la pandemia y pese a que de su Consejería salió el investigado protocolo que impidió trasladar a los mayores de las residencias a los hospitales durante la crisis de la Covid o la decisión de no medicalizar los centros de mayores. En su currículum está también el caos provocado con la remodelación de las urgencias extrahospitalarias o las huelgas del personal sanitario madrileño. De hecho, Ayuso acabó por prescindir de él en las listas del 28M. Su designación como ilustre no tuvo impacto mediático en su momento, pero está recogida en las documentaciones y notas colgadas por la propia universidad.
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