El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha empezado a cogerle gusto a la mayoría absoluta que estrenó tras las elecciones municipales del pasado 28 de mayo. Aunque en su discurso durante de toma de posesión del bastón de mando aseguró que iba a contar con los grupos de la oposición y habría mucho “diálogo” para “abordar los desafíos que tiene Madrid”, la realidad es que no ha tardado mucho en aplicar su rodillo y marginar a los demás partidos que ahora se sientan en el Pleno de Cibeles, de donde han desaparecido sus antiguos socios de Ciudadanos y los tres ediles de Recupera Madrid que conformaron el Grupo Mixto.
El ninguneo del alcalde no se ha circunscrito solo a la izquierda, es decir, a Más Madrid y al PSOE, sino que se ha extendido también a Vox, formación de la que Almeida ha dependido en sus anteriores mandatos y cuyas relaciones con su portavoz, Javier Ortega Smith, fueron pésimas.
El regidor madrileño comenzó su nueva andadura aprobando el nuevo Plan de Ordenación Urbana sin contar con las aportaciones de ningún otro grupo, solo con los votos del PP y la abstención de la extrema derecha. Lo hizo en el primer Pleno convocado en Cibeles de este nuevo ciclo político mientras Más Madrid y el PSOE alertaron del peligro de algunas de las medidas que contempla dicha regulación, como la “barra libre” para las cocinas fantasma. Pero el alcalde se mostró muy satisfecho de su nuevo poder y de no tener que pelear ya ni siquiera con Vox, que tantos quebraderos de cabeza le dio con el cambio de Madrid Central, que ha sido el principal caballo de batalla con la extrema derecha.
Los grupos, expulsados de la Comisión para la Protección del Patrimonio
Los gestos de desprecio de Almeida con la oposición han ido más allá. Este jueves Almeida expulsaba mediante un decreto a todos los grupos municipales de la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico-Artístico y Natural del Ayuntamiento de la ciudad, donde se abordan importantes asuntos como la tala de árboles por las obras de la línea 11 de Metro, la modificación de los planes generales y cambios de uso, la protección a los edificios de valor arquitectónico y cultural o los planes especiales de Jardines Históricos Protegidos.
El regidor justificaba tal medida alegando a “criterios de carácter técnico” y “no políticos” porque, según dijo, “la protección del patrimonio histórico no debe estar sujeta a lo que los partidos políticos puedan decir en cada momento”. “Nosotros apostamos por la despolitización de los órganos administrativos y el Partido Socialista apuesta por la politización de las instituciones y de los órganos y ahí desde luego no nos vamos a encontrar”, abundó.
Esta decisión, sin embargo, rompe la tradición adoptada en 2016 durante el mandato de Manuela Carmena de que las formaciones políticas pudieran participar en ese organismo con voz aunque sin voto. “Se llenan la boca hablando de democracia, participación y transparencia pero por detrás hacen todo lo contrario”, lamentaba el edil del PSOE Antonio Giraldo, también portavoz socialista en la Comisión de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. El edil calificaba en su perfil de X de “muy grave” el veto mientras lanzaba una pregunta al regidor: “¿Qué problema tiene el Gobierno de la ciudad de Madrid con que podamos observar, como venimos haciendo desde hace 7 años, semanalmente, temas que nos corresponden a todos?”. “Esto es un problema muy grave de calidad democrática y transparencia. Así no se hacen las cosas”, sentenciaba.
De la misma opinión era Álvaro Fernández Heredia, concejal de Más Madrid y portavoz en materia de Patrimonio, Urbanismo y Movilidad: “Almeida incumple el reglamento de la propia Comisión. No quiere tener testigos en un organismo en el que se van a valorar asuntos tan importantes como la tala de árboles de la línea 11 en Arganzuela”, denunció. Para el edil este paso dado por el alcalde demuestra “el absolutismo que está llevando a cabo el Partido Popular, que no responde peticiones de información y además excluye a la oposición de los órganos en los que se toman decisiones” y “quiere seguir haciendo una ciudad a su antojo a costa del patrimonio, ahora sin que nadie les pueda señalar con el dedo”.
Impide que los grupos intervengan en los actos contra la Violencia de Género
En este clima ya de tensión, este viernes Almeida volvía a sublevar a la oposición al impedir que los demás grupos tomaran la palabra en el acto convocado por el Ayuntamiento de Madrid con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género que se celebra esta sábado 25 de noviembre. Durante la celebración de esta efeméride en el Auditorio de la Caja de Música CentroCentro, solo intervino alcalde, que estuvo acompañado por la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, y del delegado del área de Políticas Sociales, José Fernández. También habló la presidenta del Consejo de las Mujeres.
La portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, calificó de inmediato de “censura intolerable” el veto del regidor. “Desde que se celebra el 25N, en el acto institucional intervienen todos los grupos políticos. Este año Almeida ha decidido silenciarnos”, lamentaba la jefa de la oposición a través de sus redes sociales. Para Maestre se trata de “un acto de censura intolerable”. “Contra la violencia de género no nos callarán”, advertía. Además, denunciaba un recorte del 23% en ayudas para la prevención y la erradicación de esa lacra social.
Más dura se mostraba la portavoz socialista, Reyes Maroto, que acusaba al alcalde de de “dictador” y de cometer “un nuevo gesto de totalitarismo y de censura intolerable”. La socialista advertía después de que le irán quitando la “careta” a Almeida “para mostrar su verdadera cara”, la de “la ausencia de diálogo y de consenso”. “No vamos a consentir la censura. Es una manera de gobernar de un tirano, de un dictador”, zanjaba, con enfado.
A las críticas se sumaba la portavoz adjunta de Vox, Carla Toscano, que siempre se ha mantenido aparte de los demás grupos a la hora de condenar los actos de violencia machista: “No vamos a tener voz en el acto que organiza el Ayuntamiento de Madrid porque el alcalde Almeida ha considerado que es un acto solo para el Partido Popular”, le reprochaba la concejala, para recordar después que “el Ayuntamiento no es solo el PP, no es solo Almeida, sino que somos todos los grupos que formamos parte del Ayuntamiento”.
Almeida carga contra la oposición por querer “15 minutos de gloria”
Poco después el alcalde cargaba contra toda oposición asegurando que “los grupos municipales podemos hablar todos los días del año”. “¿De verdad tienen la necesidad de acallar la voz de estas mujeres para tener hoy sus 15 segundos de gloria?”, se preguntaba. “Queremos darle un enfoque a este acto en el que el único testimonio sea el de las mujeres víctimas de la violencia de género”, justificó después el regidor.
“Pido a los grupos municipales que en un día como hoy dejen la política a un lado y no quieran ser los protagonistas. Que la izquierda me llamen dictador, totalitario y tirano por querer dar voz a las víctimas de violencia de género hace un flaco favor a la convivencia y a la unidad. Han perdido los papeles”, zanjó Almeida.
Fuentes del consistorio aseguraron que la campaña municipal de este año ha querido poner el foco en visibilizar la violencia machista en la adolescencia con el objetivo de concienciar a este colectivo de especial vulnerabilidad sobre esta lacra. “El protagonismo del acto recaerá en los testimonios de jóvenes víctimas”, aseguraron.