La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha recordado este lunes a las “800 personas asesinadas por ETA” y cuyos “herederos”, ha añadido, “son incapaces de pedir perdón por sus crímenes”. Después de citar los nombres de varias de las víctimas, y a pesar de que hace más de 12 años que la banda terrorista dejó las armas, Ayuso no ha dudado en sentenciar: “Seguimos luchando contra ETA, en sus diferentes versiones”.
La presidenta regional madrileña, no obstante, ha centrado casi todo su discurso de los actos por la Constitución que han tenido lugar en la en la Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, y a los que no ha invitado a ningún ministro, tan solo al Delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín -con el que sigue manteniendo una fuerte tensión-, en hacer un alegato a favor de la Carta Magna, recordando el espíritu de “reconciliación” con la que se negoció y fraguó. En su intervención, Ayuso ha asegurado que España está “atravesando un momento muy complicado” porque “unas minorías, por conveniencia o ceguera, están alimentando el resentimiento y ponen en peligro esta España constitucional de todos”. Dicho eso, ha asegurado que “hoy más que nunca unos pocos no pueden destruir lo construido entre tantos”.
Ayuso también ha alertado de los peligros que cree que se ciernen ahora sobre la “unidad” de España por culpa de las concesiones y los pactos que Sánchez ha cerrado con los independentistas, a los que no se ha referido abiertamente, advirtiendo de que “la solidaridad entre españoles no puede cuestionarse. Somos fuertes porque remamos juntos, porque no dejamos a nadie atrás”.
Después de recordar y reivindicar a algunos de los actores que lograron alcanzar aquel consenso constitucional, Ayuso ha querido tener un recuerdo especial también hacia “las personas que dieron su vida por la democracia” y que fueron “asesinadas por una banda terrorista cuyos herederos son incapaces de pedir perdón por sus crímenes”.
Parafrasea a Felipe González
La presidenta ha cargado veladamente contra la concesión de la amnistía a los líderes del procès: “¿Se imaginan un lugar de la Europa avanzada donde redactaran las leyes los que se van a beneficiar de ellas? ¿Dónde los jueces pidieran amparo ante las calumnias de los condenados? ¿Una democracia que fiara su gobierno a quienes han reconocido que volverán a romperla? Yo tampoco”. Y ahí ha recordado unas recientes declaraciones de Felipe González: “La amnistía no es perdonar, es pedir perdón a los que cometieron los delitos”.
En el acto institucional ha intervenido Fernando Martín, Delegado del Gobierno de la Comunidad de Madrid, único miembro del Ejecutivo invitado tras el plante que Ayuso había anunciado previamente por no haberla invitado a su vez a ella a la inauguración de un tramo del tren de alta velocidad entre Madrid y Asturias. Entonces ya advirtió que devolvería “golpe por golpe”.
Martín ha hecho un repaso ante la presidenta regional de algunas de las cosas que van mal en Madrid o a nivel nacional, como la situación en la Cañada Real, que ha asegurado que “es inasumible”; o la negativa del PP a renovar el CGPJ. Luego, más conciliador, le ha dicho que no quería acabar sus palabras sin mostrarle “la voluntad de recuperar unas relaciones institucionales cordiales y colaborativas”. “Trabajemos en ello desde hoy mismo”, le ha sugerido, pero lanzándole una pulla a renglón seguido: “Y si puede ser, ante una audiencia que vuelva a ser mucho más amplia y diversa”.
El Delegado del Gobierno en Madrid, además, ha sacado a colación la guerra entre Israel y Palestina y ha manifestado todo su “rechazo” a las muertes que se están sucediendo en ambos bandos. Pero especialmente ha querido expresar su “solidaridad” con “todos los civiles, hombres, mujeres, niñas y niños que han muerto a causa de la respuesta militar israelí en la Franja de Gaza”, como “una cuestión de humanidad”, al igual que “también es justo tener un recuerdo en el día de hoy para todas las víctimas del ataque ruso a Ucrania, una agresión inaceptable que va a cumplir ya dos años”.
Tras él ha tomado la palabra Consuelo Madrigal, exFiscal General del Estado, que ha llamado la atención sobre la necesidad de redistribuir mejor la riqueza. No obstante, la primera en tomar la palabra, ha sido Elisa Lapastora, una joven de 18 que representa la generación de la princesa Leonor, que juró hace unos días la Constitución y cuyos principios ha reivindicado la joven oradora. “No queremos que se ponga en peligro la unidad de España”, ha afirmado, para remarcar que “Leonor representa las inquietudes y valores” de otros jóvenes como ella.