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72 horas que precipitaron el cisma entre Iglesias y Errejón

Los diputados de Podemos Pablo Iglesias, Irene Montero e Íñigo Errejón, el 13 de enero de 2016 durante la sesión constitutiva del Congreso de los Diputados de la XI Legislatura.

Sofía Pérez Mendoza / Fátima Caballero

Solo tres días atrás, el equipo de Íñigo Errejón estaba sentado en una mesa con la dirección de Podemos y de Izquierda Unida para dar los últimos retoques a una lista conjunta. Pero este jueves, antes de cumplirse el plazo que se dieron los tres actores para poner el broche a un acuerdo que ya se atisbaba complicado, todo ha saltado por los aires. Las suturas de las viejas heridas anestesiadas en Vistalegre 2 han reventado dejando una puerta abierta a un escenario inédito: que Podemos se mida con Iñigo Errejón en candidaturas separadas en las próximas elecciones autonómicas. Todo en el día en que Podemos cumple cinco años de vida, sumido en la peor crisis interna que se recuerda en la organización que nació en 2014 y revolucionó la política española.

Como candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, Íñigo Errejón ha anunciado en una carta conjunta con Manuela Carmena que concurriría a las elecciones con una candidatura abierta e integrada en la plataforma Más Madrid, impulsada por la alcaldesa de al capital, que incluye la celebración de primarias en el mes de febrero. ¿Qué ha cambiado en estos tres días? ¿Los desencuentros en la última reunión han desencadenado este final?

La cita del lunes para negociar las listas estuvo marcada por fuertes tensiones dialécticas entre los equipos, según testigos que acudieron a la reunión. Las tres partes se levantaron de la mesa y lanzaron a los medios conclusiones dispares sobre lo acordado: mientras la dirección regional de Podemos encabezada por Ramón Espinar daba por hecho un “preacuerdo” que incluía a Sol Sánchez, de IU, como número dos de la lista y otorgaba a la formación de Alberto Garzón el 25% de puestos en las listas, el equipo de Errejón e Izquierda Unida negaban el pacto.

“No hay nada cerrado”, dijo el entorno del candidato, que como tercera vía ya había propuesto la entrada de un independiente para solventar el desencuentro por el segundo puesto de la lista. El candidato de Podemos hasta este jueves no quería de ninguna manera aceptar a Sol Sánchez como número dos y apostaba por Clara Serra, la portavoz parlamentaria de Podemos en la Asamblea de Madrid y una persona de su total confianza.

En medio de semejante marejada, según el relato del entorno de Errejón, el diputado recibió una llamada de Manuela Carmena el miércoles por la tarde, lo que “desencadenó” la decisión y “cerró” el acuerdo para concurrir a las autonómicas por Más Madrid. La idea de integrarse y “hacer tándem”, admiten fuentes cercanas a Errejón, ya se le había transmitido a la alcaldesa “desde hacía tiempo”, pero Carmena se había mostrado reticente hasta este miércoles.

La precampaña iniciada por el candidato ya traslucía un acercamiento al “referente” de Carmena, pero pocos podían imaginar el desenlace. En el silencio espeso que ha invadido la mañana de este jueves, la única reacción que emergía, al principio sin palabras, sin comunicados ni notas de prensa en un partido hiperactivo en los medios, era el asombro. “Nos ha pillado de sorpresa”, repitieron durante largas horas fuentes de la dirección regional.

Errejón, según dirigentes de su entorno, reunió a su equipo a primera hora del jueves y procedió a hacer tres llamadas: una a Pablo Iglesias, otra a Ramón Espinar y otra a Álvaro Aguilera, de IU. Desde Izquierda Unida niegan que la llamada de Errejón a Aguilera se produjera antes del anuncio: “La carta ya había salido cuando Iñigo ha telefoneado”, aseguran fuentes de IU, que señalan que Aguilera le manifestó su “malestar y desconcierto” a Errejón.

En la carta enviada a los inscritos, Pablo Iglesias ha afeado a Carmena y Errejón haber “ocultado que preparaban lanzar un proyecto electoral propio para la Comunidad de Madrid y que lo hayan anunciado por sorpresa”. “Creo que nuestros inscritos se merecen más respeto”, ha dicho.

Menos de una hora antes de publicarse la carta conjunta de Errejón y Carmena, la número dos de Podemos, Irene Montero, hablaba de la alcaldesa como su propia candidata en una entrevista en la Cadena Ser donde se mostró muy incómoda ante la sucesión de preguntas sobre la interna de Podemos: “Tiene que ser la alcaldesa de Madrid y Podemos tiene que estar ahí. Se hará lo que diga Manuela Carmena, entendiendo que tendrá generosidad”. Montero asumía la alianza entre IU y el que era su cabeza de lista en la región hasta este jueves, Íñigo Errejón, porque “juntos somos más fuertes”.

Esas respuestas evidencian que ni la portavoz parlamentaria ni el líder del partido, Pablo Iglesias, de baja estas semanas por el cuidado de sus hijos, sabían a primera hora de la mañana lo que estaba por venir.

A lo largo de la jornada, ese vínculo frágil, reforzado con un acuerdo in extremis en mayo, se ha terminado de romper con una carta de divorcio entre las dos caras más visibles de la fundación de Podemos. La decisión del líder de Podemos se ha hecho pública ocho horas después de conocerse la carta conjunta en una jornada de silencio total por parte de la dirección nacional y regional que contrastaba con una multitud de mensajes de apoyo del sector errejonista en las redes sociales.

Según diversas fuentes, la determinación de situar a Errejón fuera de Podemos estaba tomada desde mediodía, pero dirigentes y personas con línea directa con Pablo Iglesias han intentado intermediar para buscar una alternativa menos tajante. Estas conversaciones han frenado al menos por unas horas al secretario general, que finalmente ha publicado un post en Facebook dirigido a los inscritos a las seis de la tarde.

La sucesión de cartas ha avivado el enfrentamiento Iglesias-Errejón desencadenado tras la derrota del segundo en Vistalegre 2. Era enero de 2017. Un mes después, el primero ofrecía al segundo una salida: la Comunidad de Madrid, un espacio en el que desarrollar la línea política con la que cayó derrotado en Vistalagre 2. Desde entonces hasta ahora, Errejón ha ido tejiendo redes con Manuela Carmena, más o menos públicas, hasta llegar a hacer de su vínculo político con ella uno de sus atractivos de campaña: “Carmenizar la Comunidad de Madrid”.

Durante muchas semanas Carmena había manifestado sus reticencias a esa alianza mientras Errejón siguió trabajando hasta el final sobre su hipótesis y tejiendo sus vínculos.

En Podemos surgen muchas preguntas, como por qué no comunicó que este era su plan cuando se presentó a las primarias de Podemos que le oficializaron como candidato tras otra guerra abierta con Iglesias y Espinar por la lista; o por qué el pasado lunes siguió negociando con IU los puestos en la lista sin hacer referencia a sus intenciones, si es que ya lo tenía todo en la cabeza.

Fuentes municipales confirman a eldiario.es el interés de Errejón por esta alianza desde hace meses, que no fue ratificada por la alcaldesa. Hasta este miércoles. Desde el Gobierno municipal se han apresurado a aplaudir el tándem, aunque muchos de los que actualmente trabajan codo con codo con la alcaldesa en Más Madrid reconocen que se enteraron a primera hora del jueves de que se iba a producir el anuncio.

“La realidad política del país ha cambiado radicalmente. Esta realidad no era la realidad en las primarias, cuando ni soñaba con integrarse en esta plataforma”, defienden fuentes cercanas a Errejón, que evitan hacer autocrítica sobre las formas y ese anuncio in extremis a la dirección nacional del partido. “Esto es una decisión política. En este caso, los modos, los modelos, la papeleta, el nombre se tiene que someter a la voluntad política de contener al bloque de derechas”, dicen las mismas fuentes.

Desde el entorno de los autores de la carta explican que la alianza entre Carmena y Errejón llega tras los resultados en las elecciones andaluzas como un “revulsivo” después de que la izquierda que representaba la candidatura conjunta de Teresa Rodríguez e Izquierda Unida no consiguiera movilizar al electorado que dejó de votar al PSOE. Pero las primeras declaraciones de Errejón, en LaSexta, iban más allá y señalaban directamente a la “confianza”: “Estoy seguro de que habrá mucha gente que va a decir: por fin hay una alternativa que me da confianza”. Errejón, uno de los fundadores de Podemos estaba dejando ver en su quinto cumpleaños que el proyecto ya no da confianza a amplios sectores de la izquierda.

Un escenario incierto

El escenario que se abre a partir de ahora es incierto. Iglesias ya ha anunciado que Podemos competirá contra Errejón en las autonómicas de mayo en una candidatura conjunta con Izquierda Unida. Una postura diferente a la que el secretario general de Podemos ha defendido para la ciudad de Madrid. Iglesias también ha descartado una alianza de Podemos con Carmena, pero ha defendido que no presentará una candidatura alternativa a la de la regidora.

Este escenario, recuerdan fuentes municipales, ya estaba encima de la mesa desde el pasado mes de diciembre, como adelantó este diario. El secretario general de Podemos en la ciudad de Madrid, Julio Rodríguez, ya trasladó a la primera edil la intención de la formación morada de no competir contra ella si no se cerraba un acuerdo, aunque tampoco la apoyarían en campaña.

Con la ruptura sobre la mesa, el tercer actor en el conflicto, Izquierda Unida, reúne este jueves a su Coordinadora Regional para analizar los últimos acontecimientos, que han dado la vuelta a las previsiones de la izquierda para Madrid.

No hay ninguna garantía de que la formación vaya a sumarse a la plataforma Carmena-Errejón aunque tampoco confirmación alguna sobre que vaya a pactar con Podemos, pese a que Iglesias lo ha asumido indirectamente, con una mención expresa, en la carta de este jueves.

El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, se ha limitado este jueves a defender el “acuerdo marco” alcanzado con Podemos el pasado año “para concurrir a las elecciones europeas, autonómicas y municipales”. Un pacto que, ha recordado, “fue ratificado por la militancia de IU”.

Pero fuentes de Izquierda Unida ya deslizaban desde primera hora que las negociaciones para una confluencia con el candidato a las autonómicas quedaban prácticamente rotas. Y también dejaban en el aire la candidatura conjunta con la alcaldesa. El partido de Garzón no esconde el “profundo malestar” con la primera edil por el acuerdo con Errejón. “Manuela Carmena nos negó categóricamente que esto fuera a producirse hace apenas unas semanas, ya había rumores de esta alianza y nos garantizó que eso no sucedería”, aseguran.

Mientras, y a la espera de los próximos avances, Iñigo Errejón ya ha anunciado que no tira la toalla y, pese a que su partido lo espera, no dejará su acta de diputado y se mantiene en su intención de liderar la Comunidad de Madrid impulsado por la plataforma Más Madrid. A última hora, en una entrevista en Hora 25 de la Cadena Ser, Errejón deja entrever que mantiene la esperanza de que la guerra no vaya a más: se ha mostrado confiado en que habrá una única candidatura de Podemos y sus socios a la Comunidad de Madrid.

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