El primer trabajador de Metro de Madrid con enfermedad profesional reconocida por exposición a fibras de amianto ha presentado ya una demanda contra la compañía en la que exige una indemnización de casi 400.000 euros por daños y perjuicios causados.
Así lo han señalado a Europa Press fuentes sindicales en relación a la primera demanda que se presenta contra Metro ante los Juzgados de lo Social para que se indemnice a este empleado por haber contraído asbestosis en su actividad laboral y sin aplicar formación y medidas de protección.
El importe reclamado a la compañía es superior al que planteaba inicialmente su abogado, Fernando Morillo, cuando saltó a la luz este caso de enfermedad profesional por exposición al amianto, pues inicialmente se barajó solicitar un importe indemnizatorio entre los 200.000 y 300.000 euros.
Para cuantificar la indemnización de la demanda se ha recurrido al baremo que se utiliza en el caso de los accidentes de tráfico, con las secuelas generadas por la enfermedad, la gravedad de la misma y el grado de incapacidad causada a raíz de la dolencia. Tras no alcanzarse acuerdo en el acto de conciliación, se ha procedido a registrar la demanda.
Este afectado, de 60 años, trabajó en el mantenimiento de trenes de Metro de Madrid en la nave de motores de Pacífico, situados en la calle de Cavanilles, desde principios de los años 80 hasta prácticamente la actualidad. Durante esos casi 27 años, su letrado, Fernando Morillo, asegura que “no se le proporcionó ningún tipo de protección pese a estar manifiestamente expuesto al polvo de amianto”.
El demandante ya sufrió un cáncer de laringe, del que se recuperó, antes de padecer esta afectación al pulmón. Según el letrado, especializado en casos de amianto, desde que te expones al mineral hasta que se manifiesta la enfermedad pueden transcurrir 15 o 20 años, pero puede revelarse hasta cuatro décadas después.
Hasta la fecha son ya cuatro empleados los que han obtenido el reconocimiento por enfermedad profesional por exposición al amianto y uno de ellos falleció recientemente a causa del cáncer que padecía.
Metro de Madrid, por su parte, ha lanzado un plan de desamiantado de las instalaciones con una inversión de 140 millones de euros a desplegar hasta el año 2025 y retirará este material potencialmente cancerígeno de su material móvil antes de que finalice el año 2019.
Durante este tiempo se han localizado en los trenes más antiguos de la compañía, modelo 2000 y 5000, diversos componentes con este material. Ante esta circunstancia, Metro ha asegurado que se trata de piezas “encapsuladas” y “encofradas” que no implican riesgo ni para los trabajadores ni para usuarios.
Precisamente, este viernes tiene lugar la última jornada de paros parciales convocados por CCOO y Sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid en protesta por la gestión de la compañía ante la presencia de este material en la red.
Por otra parte, el suburbano acordó en la comisión de seguimiento de medidas ante el amianto extender a 1.000 empleados los reconocimientos médicos realizados, que inicialmente se planteaban para 477 trabajadores.