Los profesores de la educación pública madrileña vuelven a las calles con el horizonte de una huelga indefinida

Los docentes de la educación pública de la Comunidad de Madrid han vuelto a movilizarse este jueves tras los pocos avances en las negociaciones con la Consejería de Educación del gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Los principales sindicatos del sector (CCOO, UGT, ANPE y CSIF) y la Asamblea de profesores Menos Lectivas se han sumado a la convocatoria de huelga general para volver a reclamar mejoras en sus condiciones laborales y en la calidad del sistema educativo. 

A pesar de las negociaciones iniciadas hace un año, los avances han sido escasos. La última propuesta del consejero de Educación, Emilio Viciana, planteaba una reducción progresiva de la jornada lectiva en los próximos cuatro años, pero fue rechazada por insuficiente. Los sindicatos consideran que las medidas no responden a la urgencia de la situación ni cuentan con respaldo presupuestario suficiente.

La jornada ha empezado con una concentración frente a la Consejería de Educación, a las 11:00 horas, y ha continuado con la asamblea unitaria en la Plaza de Peñuelas, organizada por Menos Lectivas, donde se ha debatido la posibilidad de una huelga indefinida antes de fin de curso. Las movilizaciones de este jueves culminan con una manifestación unitaria, a las 17:30, que partirá desde Atocha.

Leticia, maestra de un colegio de educación especial, ha iniciado el encuentro con un mensaje de unidad y motivación: “Es emocionante ver aquí a tantas personas reivindicando y luchando juntas”. Durante su intervención, ha destacado la amplitud del movimiento, representado por docentes de todas las Direcciones de Área Territorial (DAT) de la Comunidad de Madrid, y ha subrayado el crecimiento del esfuerzo colectivo en cada vez más centros. 

El mensaje principal ha girado en torno a la necesidad de cambiar la situación actual de la educación pública en Madrid. Leticia ha recordado que los recortes desde 2011 han afectado gravemente la calidad educativa, sobrecargando al profesorado y perjudicando al alumnado. “Estamos aquí para revertir estos recortes, mejorar nuestras condiciones laborales y defender una educación pública de calidad”, afirmó.  

El portavoz de Menos Lectivas ha explicado que desde el inicio de este curso escolar las asambleas constituidas en los centros se han multiplicado y ya son más de 170. “Esta lucha nace desde la base y la decidimos nosotros, nos toca presionar constantemente hasta que nos escuchen”, ha concluido entre aplausos y gritos de apoyo a la educación pública. Los portavoces, al final de su discurso, han asegurado que si es necesario “no se va a terminar el curso”.

Una movilización transversal

Los docentes afectados van desde profesores de primaria hasta la educación especial y la Formación Profesional. Todos coinciden en insistir en que el gobierno regional no solo debe atender sus demandas laborales, sino también revertir los recortes y ataques a la educación pública. “Es hora de priorizar la inversión en la enseñanza pública en lugar de desviar fondos a la concertada”, han explicado los portavoces de la Asamblea.

Eva, maestra de compensatoria y pedagoga terapéutica en el Colegio República de Venezuela, se ha sumado a la huelga para denunciar la precariedad creciente en la educación pública: “Nos están forzando al máximo, atendiendo siempre sobre ratio, y cuando reconocen la falta de profesorado, nos cubren con medias personas en lugar de asignar recursos completos”. Eva espera que de la asamblea surjan medidas contundentes que prioricen la atención integral a las poblaciones más vulnerables, destacando que la lucha va más allá de una reducción lectiva: “Se trata de que los niños realmente estén atendidos”.

Laura, docente del colegio Antonio Moreno Rosales en Lavapiés, ha participado en la asamblea con la intención de avanzar hacia una huelga indefinida con el respaldo de las familias: “Las necesitamos para que todo esto funcione”.

Las demandas del sector

Entre las principales peticiones, destacan la reducción de la jornada lectiva —de 25 a 23 horas en Infantil y Primaria, y de 20 a 18 en Secundaria—, la disminución de ratios en las aulas, la equiparación salarial, el incremento de las plantillas y la eliminación de la burocracia. También se han añadido cuestiones relacionadas con la reorganización de horarios para impartir 1º y 2º de ESO en colegios, una medida que, según los sindicatos, vulnera la autonomía de los centros y genera incertidumbre entre el profesorado.

Este movimiento también ha integrado las demandas de otros colectivos, como los Equipos de Orientación Psicopedagógica y el profesorado de Formación Profesional (FP). Estos sectores denuncian la insuficiencia de plazas públicas en FP, la precariedad de los servicios de orientación y los recortes que afectan a colegios de Educación Especial.

El próximo encuentro entre los sindicatos y la Consejería está programado para el 29 de noviembre. Sin embargo, los docentes ya planean un calendario de movilizaciones que podría extenderse más allá de enero si no se alcanzan acuerdos significativos.