Siete exposiciones que parecen pasarelas de moda en museos de Madrid

Con la llegada de la esperada Mercedes-Benz Fashion Week, el evento de referencia de la moda española y el gran exponente de la moda de autor, diferentes interesados e integrantes de la industria de la moda se toman su tiempo e interés para presenciar todo un intercambio de propuestas de diferentes compradores profesionales, diseñadores, clientes y prensa, tanto nacional como internacional.

No obstante, esta pasarela temporal que tiene lugar en el pabellón reservado del Ifema no es el único lugar al que acudir por los interesados, curiosos y estudiosos de todo este universo confeccionado a base de aguja, hilo, bocetos, paciencia e ingenio, pudiendo recorrer diferentes puntos de la capital para conocer sus propuestas textiles, exposiciones temporales y museos permanentes. Toda una invitación a un trayecto a través de diferentes épocas, tendencias y culturas que han dejado por testigos a todas las colecciones de indumentarias disponibles.

En Madrid. Una Historia de la Moda, 1940-1970

Todo un recorrido por los distintos universos de la moda, desde los talleres de costura a las pasarelas, pasando por el cine y la prensa como reflejo de una sociedad en transformación. Esta exposición temporal viaja desde la España de la posguerra hasta los años setenta analizando la evolución de esta industria y sus protagonistas en una ciudad donde conviven diseñadores y modelos, actrices, modistas y madrileños anónimos. A través de 118 reproducciones fotográficas, muchas de ellas inéditas, y 76 piezas de instituciones, como el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid y el Museo del Traje, la exposición aborda su doble vertiente y sumerge al visitante en la evolución de la moda desde los años 40 hasta los 70.

Asimismo, la exposición cuenta con la participación de quienes formaron parte de esta industria, protagonistas y anónimos, cuyo valioso testimonio en primera persona ha sido recopilado en siete entrevistas, reflejo de la memoria viva de estas décadas. Esta pieza audiovisual, junto a las piezas del Archivo Histórico del NO-DO que recupera fragmentos de películas de Edgar Neville, Luis Marquina o Juan Antonio Bardem, nos permiten comprender mejor los contrastes y también los hilos que unían las esferas interna y pública de la moda. También destacan las piezas textiles de diseñadores como Christian Dior, Elio Berhanyer, Herrera y Ollero o Marbel, así como las herramientas de taller, documentos de archivo, revistas y piezas audiovisuales que completan el discurso.

Los interesados también tendrán a su alcance las visitas-taller donde podrán conocer de una manera lúdica, a través de actividades participativas y juegos, la historia de la moda madrileña con un recorrido desde el proceso de confección de una prenda, su venta y distribución hasta la difusión de la moda en la publicidad, el cine y las revistas de moda.

En Madrid. Una historia de la moda, 1940-1970 ha sido organizada por la Dirección General de Patrimonio Cultural y comisariada por un equipo formado por Esperanza García Claver, como comisaria general y los cocomisarios Lola Feijóo Alonso, Miquel Martínez Albero y Sonia Taravilla Gómez. El diseño museográfico corre a cargo de Jesús Moreno & Asociados.

Museo del Traje de Madrid

Una oferta segura desde la capital es el Museo del Traje y su invitación a través de todo el viaje evolutivo de la indumentaria, desde el siglo XVI hasta la era más contemporánea. Desde joyería y complementos, pasando por toda una propuesta de vestuario histórico, hasta la indumentaria contemporánea llegada de la mano del trabajo de varios diseñadores de sobrenombre como Mariano Fortuny, Balenciaga, Pedro Rodríguez, Pertegaz. Asimismo, todo se completa con un catálogo de joyería, encajes, bordados, y 26.500 objetos religiosos que comprenden desde estampas, hasta rosarios y medallas.

Desde su indumentaria establecida como el Traje del mes, pasando por exposiciones temporales y las permanentes, el museo pone al alcance de la mano de los futuros visitantes un pequeño vistazo virtual a lo que realmente componen sus salas: el estudio y confección de las prendas, la historia textil en su punto más visual, una visión a la moda francesa, una perspectiva a través de eras tan emblemáticas como el Romanticismo, el progreso, los años 20, la época de la dictadura, los años 70, son algunas de sus propuestas más atractivas, acompañadas de su propia playlist.

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Siempre destacará el 'vestir a la francesa' con su resumen de la llegada de Felipe V y la primera moda internacional: riqueza ornamental en los tejidos de hombres y mujeres, en las prendas litúrgicas, cotillas que ajustan el busto y ahuecadores de cadera. Corsé de lujo, recto y corto, que aplana el vientre y sujeta las caderas, seguido de todos los elementos para generar el volumen de las faldas más románticas, hasta los colores más vivos y arriesgados en una era marcada por la generación que cambia el rumbo de la moda española. Francis Montesinos en Valencia, Roser Marcé en Barcelona y Jesús del Pozo en Madrid empiezan desde pequeños talleres para alcanzar la proyección internacional. Desde Galicia, diseñadores como Adolfo Domínguez y Roberto Verino apuestan por construir su propia industria desde la década entre los 70 y los 80, atrapando a los visitantes del museo con sus más variadas propuestas.

La exposición permanente cuenta con un discurso renovado desde octubre de 2021, por su restauración por el cierre de las salas. Con el fin de asegurar su conservación a largo plazo, las prendas de indumentaria se muestran siempre en vitrinas, en las que se controlan al máximo posible los factores medioambientales.

Cine y Moda. Por Jean Paul Gaultier

La mirada de Jean Paul Gaultier, se ha convertido en una de las paradas favoritas entre las exposiciones temporales de la capital. Toda una muestra que señala la influencia mutua entre la industria cinematográfica y la industria de la moda, con su aproximación correspondiente a los contextos sociales.

Esta propuesta recorre los contextos de creación de los vestidos y de los filmes correspondientes a cada prenda, introduciendo a cada espectador a sus ideas de modernidad, futuro o erotismo. Entre sus enfoques, destaca una visión sociológica para abordar temas como los movimientos de emancipación, en especial de la mujer, y cómo estos tienen un reflejo en la moda y la filmografía de su tiempo. La exposición comienza con Falbalas, la película de 1945 de Jacques Becker que influyó en Gaultier para convertirse en diseñador, pasando por aquellas figuras que revolucionaron los códigos del cine y la sexualidad, como Marilyn Monroe, Marlon Brando, y Jane Fonda.

Desde el vestido de Brigitte Bardot en Y Dios creó a la mujer, con otras propuestas como el traje de lentejuelas de Marilyn Monroe en Los caballeros las prefieren rubias, esta exposición aproxima a los visitantes al Jean Paul Gaultier como el diseñador de vestuario de más de una docena de películas y espectáculos, además de llegar a ser director creativo de la casa de moda Hermès.

A través de la indumentaria, acompañada de una serie de carteles, fotografías y fragmentos de películas que provienen en su mayor parte de la colección de La Cinémathèque française, se complementan con obras de más de veinte prestadores nacionales e internacionales. Además, desde el 31 de marzo al 28 de abril la exposición ofrece Cultura de Moda: ciclo de conferencias alrededor de la exposición Cine y Moda. Por Jean Paul Gaultier, con cuatro sesiones planteadas como diálogos entre creadores, artistas y expertos, dedicadas a reflexionar, debatir y poner luz a la relación que se establece entre la moda y la música, la literatura, la arquitectura y el arte, junto a la periodista Charo Mora, especialista en cultura de moda, buscando la construcción de narrativas al margen de las tendencias o las leyes del mercado.

Museo Nacional de Antroplogía

Toda una visión global de la cultura de diferentes pueblos del mundo, poniendo a la carta diferentes ejemplos de la diversidad histórica y cultural material de diferentes pueblos de África, América, Asia, Europa y Oceanía, aunque parte de aquellas más relacionadas con la historia española. Blusas y faldas mexicanas, prendas ecuatorianas, vestidos asiáticos, por supuesto, guardan su lugar entre los diferentes elementos del museo.

El popular mantón de Manila se recoge como parte de la sección de Filipinas: con seda de color rojo, con bordado en hilo de seda de color marfil, su se mantuvo durante el primer tercio del siglo XX asociado a manifestaciones culturales como el cuplé y la zarzuela, extendiéndose por buena parte de Andalucía, pero siempre manteniendo su origen en China. Otro buen ejemplo expuesto puede ser el pectoral denominado Ktef que forma parte del traje de desposada sefardí de Marruecos, también llamado de berberisca, a pesar de ser el traje español del siglo XV y que utilizaban los judíos en tiempos de su expulsión.

Palacio Real de Aranjuez

La Colección de Indumentaria histórica de Patrimonio Nacional abarca un periodo desde muy a finales del XVIII a las del primer tercio del siglo XX, y se pueden visitar desde los enriquecidos salones de este Palacio Real. Cabe destacar cada una de las diferentes tipologías de prendas de vestir tanto femeninas como masculinas de corte y mantos reales, uniformes militares de reyes, reinas e infantes y un nutrido número de uniformes de personal de la Real Casa.

Cabe destacar el manto de la Reina Victoria Eugenia, regalo de Alfonso XIII con motivo de su matrimonio. De la Orden de Carlos III se conservan cinco mantos de seda azul celeste bordados en plata, el manto de la Orden de la Jarretera que perteneció a Alfonso XII y los vestidos de corte de las reinas María Cristina de Habsburgo y Victoria Eugenia. Pero, sin duda, el foco más especial queda reservado para los cuatro vestidos de novia que lucieron la Reina, la Princesa de Asturias y las Infantas Doña Elena y Doña Cristina. En concreto, llama la atención el vestido de satén plateado, cubierto de encaje y tul, que diseñó el modista griego Jean Dessés, para que lo luciera Doña Sofía en aquella fecha señalada del 14 de mayo de 1962, así como el vestido nupcial que diseñó Petro Valverde para la Infanta Doña Elena el 18 de marzo de 1995, cuando contrajo matrimonio con Jaime de Marichalar.

Museo de Artes Decorativas

Además de su exposición de elementos de ornamentación europeos, de todo tipo (mobiliario, cristal, cerámica, alfombras, tapices, juguetes) pertenecientes a los siglos XV al XIX, el museo expuesto entre las paredes de este edificio del siglo XIX alberga algunas prendas como un traje de chaqueta y vestido de Berhanyer, perteneciente a una era más contemporánea, o indumentarias más sobrias y florales, como una camisa de lino bordado casero y bordado en lana negra en cuello, frente y mangas. Entre las prendas más orientales, destacan piezas como esta camisa (makual) de gasa azul turquesa con un diseño floral labrado perteneciente a la Dinastía Qing de China, de finales de siglo XIX.

Museo del Romanticismo

Entre las obras de Goya, Esquivel, Madrazo, Alenza y los hermanos Bécquer, cerámicas de Sargadelos y Sèvres, joyas, una colección de muñecas de porcelana, 15 pianos, muebles imperiales e isabelinos, e incluso la pistola con la que Larra decidió terminar con su vida, también se pueden encontrar verdaderos tesoros textiles del período romántico, en la primera mitad del siglo XIX.

El antiguo palacio del Marqués de Matallana, construido en 1776, alberga una fascinante colección de pintura, mobiliario y arte decorativo del siglo XIX que captura la esencia de la vida cultural, política y cotidiana del Madrid de la época. Se pueden encontrar, entre algunos de los elementos del catálogo del museo, piezas como la casaca del uniforme de académico de Tomás Rodríguez Rubí (Málaga, 1817-Madrid, 1890), senador del reino, diputado a Cortes, parasoles, pendientes recargados en metal precioso y joyas,