El Real Madrid y la Comunidad de Madrid presentaron el pasado jueves su acuerdo de colaboración para la “modernización” de la estación de Metro Santiago Bernabéu, en un acto presidido por Florentino Pérez e Isabel Díaz Ayuso en las oficinas del club en Torre Europa. El objetivo del proyecto es ampliar su capacidad para adaptarla a la reforma del estadio y “responder a una mayor afluencia de usuarios, sobre todo en los días de partido, garantizar la accesibilidad universal y mejorar las zonas contiguas al estadio”, según apuntaron en el acto de firma.
Pero la novedad más llamativa es que el diseño incorporará una tematización inmersiva vinculada al Real Madrid. Así, las paredes de esta estación pública estarán estampadas con el escudo, los lemas, fotos históricas e incluso de los jugadores de un club privado. “Hala Madrid”, “Vamos Real” y hasta “Hola fondo norte” son algunas frases que podrán leerse en las columnas y otros puntos de la parada, según las recreaciones con las que han presentado el proyecto.
Para Pérez esto supondrá “una experiencia distinta y novedosa que acercará al usuario a lo que representa el Real Madrid en el mundo”. Ayuso ha llegado a decir que “la remodelación está pensada sobre todo para los madridistas”.
El nuevo Metro del Santiago Bernabéu dispondrá de 24 escaleras mecánicas y 12 ascensores para personas con movilidad reducida. Por otro lado, se triplicará la capacidad de los vestíbulos y los andenes. Será “una estación conectada con el AVE y con el aeropuerto, la puerta de entrada para millones de personas procedentes de todas las partes del mundo”, ha presumido el presidente del Real Madrid.
Las obras, que no darán comienzo hasta finales de 2023, afectarán a una gran cantidad de usuarios de Metro. En el último año, más de 2.300.000 viajeros pasaron por la estación, hasta 17.000 aficionados se cruzan en la parada los días de partido y unos 10.500 usuarios lo hacen diariamente, según la Comunidad de Madrid.
Esta noticia llega después de conocerse más detalles sobre la construcción de dos parkings subterráneos de grandes dimensiones junto al Bernabéu, con espacio para albergar más de 2.000 vehículos. El Ayuntamiento de Madrid entregará a la explotación privada durante 40 años, previsiblemente al propio club merengue.