Diseccionando una shisha

14 de febrero de 2022 00:03 h

El universo de las cachimbas, las pipas de agua centenarias que llegaron de oriente, están viviendo un resurgir gracias a la aparición de numerosos locales de ocio donde se han convertido en su principal reclamo. 

Conocidas también como shishas o narguiles, las cachimbas cuentan con una estructura que permite que el tabaco o la sustancia que se desee fumar pase por un líquido que sirve para filtrarlo. Sus partes son las siguientes:

Base: es el elemento de apoyo, que suele estar fabricado de cristal. Sirve como recipiente del líquido que se use en la pipa, a menudo agua pero en otras ocasiones con bebidas alcohólicas sin demasiado sabor (vodka, por ejemplo) o leche.

La base conecta con la parte de arriba de la shisha a través del cuerpo, normalmente fabricado de metal. Encima se encuentra el plato, con la cazoleta donde se coloca es tabaco, que está fabricada en cerámica y debe resistir el calor. Las hay de muchos tipos, aunque destacan las artesanas, fabricadas a mano y con un agujero. Si quieres saber más sobre ellas, puedes consultar en este enlace para qué sirven las cazoletas oblako. Encima de la cazoleta se colocan, sobre una rejilla, los carbones que se usan para encender el tabaco o la melaza que se haya elegido.

 

Por último, todas las cachimbas cuentan con una entrada y una salida. La entrada es la manguera, que alberga la boquilla y es por donde aspira el consumidor de la shisha. Y la salida está al otro lado, se llama purga y cuenta con una válvula para expulsar los humos que se acumulan en la pipa. La válvula se acciona cuando se sopla por la manguera.