El árbol caído que mató a una joven en Chamberí pasó una revisión municipal en mayo

Guillermo Hormigo

Madrid —

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Nuevos datos sobre el árbol que ha protagonizado la mayor tragedia asociada al temporal Ciarán en Madrid. Este jueves una joven de 23 años murió en Alonso Martínez, uno de los centros neurálgicos del distrito de Chamberí, al ser golpeada por un olmo siberiano de 20 metros de altura y dos toneladas de peso que cayó sobre un paso de cebra debido a las fuertes rachas de viento. Un ejemplar que, según un documento facilitado por el Ayuntamiento de la capital, pasó su última revisión en mayo de este mismo año.

“Era un árbol completamente sano”, aseguran desde el área de Medio Ambiente, Urbanismo y Movilidad en declaraciones a Somos Chamberí. Para acreditarlo, recalcan que el olmo situado en la calle Almagro aprobó todos los controles pertinentes el 25 de mayo de 2023, al igual que el 28 de mayo de 2022. “En los últimos dos años, el Servicio de Evaluación y Revisión Verde (Server) había inspeccionado ese ejemplar en dos ocasiones debido a su gran porte. En ninguna de las dos se detectó ningún defecto”, añaden estas fuentes municipales.

El Ejecutivo municipal ha ejecutado asimismo nuevos controles después del suceso, que según el consistorio no han arrojado novedades sobre el estado de conservación del árbol: “El Server ha constatado después de producirse el incidente que el ejemplar no sufría ninguna patología ni daño previo al vuelco”. Todo ello en una jornada en la que, solo hasta las 13.00 y según cifras del Gobierno local, se vieron afectados con desprendimientos parciales 290 árboles. 73 de ellos cayeron completamente debido al temporal.

Advertencias en un informe de 2018

Pese a estos dictámenes favorables, el árbol se encuentra en una vía sobre la que un informe municipal del año 2018 arrojó conclusiones muy críticas. El documento, elaborado durante la alcaldía de Manuela Carmena y cuando Inés Sabanés estaba al frente de Medio Ambiente, identificaba la zona donde cayó el olmo siberiano como un área con alcorques más reducidos del tamaño idóneo para árboles de un porte tan grande. Es el caso del ejemplar que acabó con la vida de la joven, con 20 metros de alto; dos toneladas de peso y 1,5 metros de perímetro de tronco.

“Las calles que presentan un valor inadecuado se debe principalmente a que se han empleado marcos de plantación más pequeños a los recomendados para especies de porte grande”, explicaba entonces el Plan del Arbolado Viario de Chamberí, que identificaba otras zonas problemáticas en el mismo distrito como Santa Engracia o Bravo Murillo.

Además, el análisis detectaba otra importante deficiencia en el entorno debido a la falta de homogeneidad: “La aparición de marras o el simple proceso de renovación del arbolado ha dado como resultado calles con distintas variedades en cuanto al tamaño de los ejemplares e incluso distintas especies. Se debe tender a un modelo más homogéneo en unidades, para facilitar de esta manera las labores de gestión y reducir las intervenciones puntuales. En definitiva, se trata de optimizar el trabajo y lograr una mayor armonía en cuanto a la infraestructura verde de la ciudad al tiempo que se aumenta la diversidad”.

El informe, que data del mismo año en el que Sabanés puso en marcha el Server (hasta entonces no existía ningún servicio en Madrid especializado en la evaluación del arbolado), remarcaba ya que “aquellas calles y ejes principales los cuales presentan grandes dimensiones suponen un gran reto a la hora de buscar la homogeneización de toda la unidad de gestión”. Por ello, animaba a “dividir estas unidades en diferentes tramos con el fin de simplificar las labores de planificación y gestión”.