El domingo 26 de mayo la izquierda perdió el Ayuntamiento de Madrid. Sus fuerzas acudían a las urnas divididas en tres grupos principales, al igual que la derecha. Pero la suma de los primeros se quedó en 770.871 votos, unos 25.000 apoyos menos que hace cuatro años. Mientras, los votantes de las formaciones de derecha se movilizaban con más interés que en 2015 y lograban alcanzar los 830.577 votos, 50.000 más que en los anteriores comicios. En una contienda electoral que se iba a decidir por un estrecho margen, la diferencia fue crucial.
Para entender estas cifras hay que bajar al nivel de los distritos y los partidos. El mayoritario en la izquierda, Más Madrid, registró en siete distritos mejores datos que la candidatura de Ahora Madrid en 2015. Arganzuela, Chamberí y Centro, tres distritos centrales, fueron los que más votos sumaron. Son también los tres más golpeados por el efecto Airbnb que disparó los precios de la vivienda, y los que ahora empiezan a ver bajar los precios gracias a la reciente regulación aprobada por el Ayuntamiento de Carmena.
Pero Más Madrid perdió muchos más votos que los que consiguió Ahora Madrid. El mayor descalabro lo sufrió en Puente de Vallecas, con un bajón de más de 5.000 votos, seguido de Latina, Carabanchel, Villaverde, Moratalaz y Usera. Distritos todos ellos en los que bajó la participación con respecto a los comicios de hace cuatro años. En otras zonas del norte con más participación (Fuencarral, Chamartín, Salamanca) la pérdida de votos fue menor.
Para Más Madrid, bajar de esta manera en Puente de Vallecas, Latina y Carabanchel supuso un duro golpe en los distritos que más sufragios aportan a la formación de Carmena. La dinámica en ellos fue muy diferente a la de otros grandes graneros de votos como Fuencarral, Arganzuela o Centro. Llama también la atención que esta agrupación electoral consiguiera más papeletas en Chamberí que en Tetuán, dos barrios con niveles de renta muy dispares.
En el resto de partidos del bloque de izquierdas, el PSOE bajó en todos los distritos y la candidatura de IU-Madrid en Pie subió con respecto a los datos obtenidos por IU en 2015, cuando se presentó en solitario. Puente de Vallecas es la zona que más suma a los tres partidos, mientras que hay llamativas diferencias entre los votos conseguidos por Carmena y los logrados por Pepu Hernández en áreas como Arganzuela, Centro, Chamberí o Retiro.
Mucho se ha hablado del peso de la formación de Sánchez Mato a la hora de explicar la derrota electoral (Madrid en Pie no sumó ningún escaño ni llegó al 3% de votos), lo cierto es que la diferencia de votos en este bloque no varía mucho cuando se unen las cifras de los tres partidos y, en la práctica, los sufragios de IU sumados a la candidatura de Carmena (que sería mucho sumar) no hubieran frenado la debacle. Dentro gráfico de las pérdidas de votos en el lado de la izquierda:
En el gráfico varían las proporciones pero Puente de Vallecas sigue siendo el lugar donde más sufragios desaparecieron en el bloque, seguido de Latina y Carabanchel. Arganzuela, Centro y Chamberí sumaron más aunque, como veremos ahora, no lo suficiente para paliar el ascenso de la derecha.
El bloque de derechas mejoró mucho sus resultados
La derecha sumó más en todos los lugares que se presentó. La tendencia en cada uno de los partidos que conformaba el bloque fue la misma en todos los distritos: el PP bajó notablemente, mientras que Ciudadanos y Vox subieron. La división aumentó la suma, especialmente por la parte más moderada (Villacís) y por la de ultraderecha (Ortega Smith), especialmente en distritos como Fuencarral y Hortaleza. También en feudos tradicionales de la derecha como Chamartín, Salamanca o Chamberí.
Solo Usera, con un resultado casi exacto a 2015 para el bloque, y el distrito de Centro, donde el discurso contra Madrid Central y las medidas de contención de los pisos turísticos, frenó el ascenso generalizado de este bloque.
¿Cómo se repartió el voto de derechas en Madrid? El mayor granero de votos conservadores es Fuencarral, donde tanto PP como Ciudadanos y Vox consiguen sus mejores resultados. Seguido de Chamartín, Salamanca y Ciudad Lineal. Villacís superó a Martínez-Almeida en Hortaleza, Puente de Vallecas y San Blas, áreas en las que el PP desarrolló numerosos PAUs durante anteriores legislaturas.
Para la consecución de estos resultados, que a la postre acabaron dando la mayoría en el Ayuntamiento a este bloque, fue fundamental la irrupción de Vox. Aunque el partido de extrema derecha ya existía en 2015, fue su aparición en el parlamento andaluz lo que motivó que empezara a contar para el electorado a la hora de decidir qué papeleta metía en la urna.
El voto de derechas se movilizó y creció más en los distritos donde Vox consiguió mejores resultados. Sucedió en Fuencarral, Chamartín, Salamanca y Hortaleza. También arrancó un buen puñado de votos en distritos dominados por Más Madrid como Latina o Carabanchel, pero sobre todo a costa del PP. Donde menos éxito tuvo su propuesta fue en distritos donde mejor resistió Carmena (Centro, Usera o Villa de Vallecas). Además, cosechó menos votos (pero con mejor porcentaje) en distritos menos poblados como Vicálvaro o Barajas.