Las placas que recuerdan a los 450 madrileños víctimas de los campos nazis
Desde hace unos días, Madrid recuerda en sus calles a algunas de las 450 víctimas españolas de los campos de concentración nazi. Lo hace mediante la colocación de unas pequeñas placas de bronce insertadas en bloques de cemento, en los lugares de la ciudad donde residieron los españoles represaliados durante al II Guerra Mundial. También llevan talladas fechas clave en la vida de cada persona a la que homenajea.
Bravo Murillo, Viriato, Virtudes, Ponzano o Espronceda son algunas de las calles que ya cuentan con estas piedras del proyecto Stolpersteine (literalmente, “una piedra en el camino que puede hacer tropezar”), una iniciativa que puso en marcha en 1997 el artista alemán Günter Demnig y en el que ya han participado 1.800 ciudades europeas y argentinas. En Madrid las placas colocadas están en los siguientes lugares:
- Bravo Murillo 20 - En recuerdo de Andrés Fariñas Adsuar
- Viriato 2 - Enrique Calcerrada Guijarro
- Virtudes 22 - Pedro Díaz Clemente
- Ponzano 44 - José Bello Sánchez
- Espronceda 7 - Antonio Zurita Mayo
- Francos Rodríguez 106 - Eufemio García
Durante el acto de colocación de las placas, uno de los familiares de las víctimas, se emocionaba al recordar cómo él mismo compartió junto a su padre y el resto de su familia el “convoy de los 927” que les llevó a Mauthausen-Gusen. Fue el primer tren de civiles españoles, refugiados en Francia, que salió para los campos el 20 de agosto de 1940. Al bajar, lo separaron de su padre y no lo volvió a ver.
Cada una de las piedras-placas de homenaje es un bloque de cemento de 96 x 96 x 100 mm, con una placa de bronce con el nombre, fecha de nacimiento, fecha de deportación, de asesinato… datos claves en el relato de la tragedia de cada una de las personas confinadas en algún campo nazi. Nunca hacen mención al culto que profesaban y, aunque mayoritariamente son víctimas judías, hay también testigos de Jehová, personas sin techo, gitanos, miembros de la resistencia. En el caso de los españoles son mayoritariamente exiliados republicanos, internados primero en los campos franceses y, posteriormente, entregados a los nazis.
Días después de la colocación, algunas de las piedras mostraban gotas de pintura roja, vertida sobre ellas aparentemente de forma intencionada, según pudo comprobar in situ Somos Chamberí. Estas son las imágenes de las placas:
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