La alfombra navideña que enfrenta a comerciantes y vecinos de Chamberí con el Ayuntamiento de Madrid

Diego Casado

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El sábado 4 de diciembre fue un día de fiesta en Fernández de los Ríos. Por primera vez en esta vía del barrio de Arapiles (Chamberí), una treintena de sus comerciantes se había puesto de acuerdo para decorar el tramo de su calle. Y habían animado a sus vecinos para hacerlo junto a ellos, invitándolos a tomar chocolate con churros.

“Queríamos implicar a los vecinos para que no fuera una cosa sola comercial, hubo gente que incluso trajo espumillón y nosotros pusimos buzones para entregar cartas a los Reyes Magos”, narra Ricardo Velasco, hostelero de la calle y uno de los ideólogos de la iniciativa. El elemento central de la decoración era una larga alfombra roja, de 300 metros (150 en cada acera de la calle) para engalanar la manzana, que los comerciantes habían pagado a escote -50 euros por barba- a imitación de lo que se hace cada Navidad en muchas ciudades de la geografía nacional.

El buen rollo creado entre comerciantes y vecinos se interrumpió ese mismo día, con la llegada de la Policía Municipal. Los agentes exigieron su retirada por orden de la Junta de Chamberí, algo que los comerciantes no podían creer. A las 17.00 horas se presentaron dos camiones de basura con ocho empleados para retirarla, ante las protestas de los que allí estaban en la calle. Finalmente, el encargado del servicio de limpieza prefirió dejar todo como estaba, ante la inexistencia de una orden por escrito para la retirada: “Me dijo que no lo quitaba porque estaba precioso, que ojalá hubieran decorado así su calle”, recuerda Ricardo.

El conflicto no acabó ahí. El concejal de Chamberí, Javier Ramírez (PP) remitió una carta varios días después a los comerciantes. En ella les acusaba de haber ocupado “bienes de dominio público” y les exigía la retirada en dos días de las alfombras, para las que -recalcaba-, no había solicitado permiso. De no hacerlo, se exponía a posibles “multas coercitivas”, según rezaba el escrito firmado por el edil.

Antes de recibir la carta, los comerciantes intentaron regularizar la situación hablando con la Junta de Chamberí, pero nadie les atendió. “Es cierto que deberíamos haberlo comunicado antes, pero después quisimos hacerlo pidiendo permiso y no hubo manera de que nos hicieran caso”, lamenta el comerciante, que no considera que poner más bonita una calle con una alfombra sea “aprovechamiento del espacio público”. También afirma que “la gente está disgustadísima con el concejal” por la actitud que ha mantenido hacia los vecinos y empresarios del barrio en este asunto. “¿Qué daño hace una alfombra colocada durante diez días? ¿no hay cosas más urgentes por las que preocuparse en esta ciudad?”, lamenta desde su comercio, la Taberna Albatros, que abrió hace siete años.

La alfombra desapareció de Fernández de los Ríos el 23 de diciembre, un día antes de Nochebuena y en el plazo marcado por el Ayuntamiento. Los comerciantes la desmontaron y un camión de la basura la recogió días después del lugar donde había sido apilada. Pero su colocación no fue en vano: la unión de las tiendas para esta acción ha sido el inicio de una asociación de comerciantes, A pie de calle, con la que Ricardo y otros establecimientos del barrio se plantean organizar más cosas: “Es la primera vez que nos hemos unido los comerciantes y vamos a seguir haciendo cosas, aunque algunos nos quieran desanimar”, asegura.