Gracias a la Federación Estatal LGTB, y a través del antropólogo e investigador Ignacio Elpidio Domínguez, es posible dar un rápido paseo de 11 minutos por la historia de Chueca, desde sus inicios como barrio de conventos, cuarteles y zonas de cultivo hasta su conversión en el referente para la comunidad gay que es en la actualidad y desde el último cuarto del siglo XX.
En un vídeo en el que Domínguez camina por las calles de la zona, al tiempo que cuenta la evolución de la misma, el antropólogo hace hincapié especialmente en cómo se ha convertido en referente LGTBI apuntando algunos de los hitos destacados que hicieron posible esa transformación.
Según cuenta, fue a partir de 1985 cuando Chueca dejó de ser tan sólo una plaza más de Madrid para ganar popularidad como denominación de una amplia zona dentro del oficial barrio de Justicia.
La consolidación de Chueca como referente LGTBI se habría producido por esas mismas fechas de mediados de los años 80, cuando a los locales nocturnos de ambiente gay que proliferaban desde los 70 en el barrio se le sumaron negocios diurnos de ambiente, como la librería Berkana, que contribuyeron de manera decisiva a la visibilización del colectivo en horario diurno.
En el vídeo, Mili Hernández, de Berkana, afirma: “En la noche éramos invisibles y locales como Berkana significaron la visibilidad diurna de gays y lesbianas en un barrio muy céntrico, tocado por la droga. Fue la llave que abrió ese armario y la clave del éxito de todas nuestras reivindicaciones”.
En Berkana es donde se exhibió por vez primera, en 1993, un elemento tan habitual y conocido en nuestro día a día actual como la bandera arcoíris LGTBI, un simbolo que por aquel entonces había que explicar.
Chueca, como centro simbólico del activismo estatal, sigue siendo pionera en la defensa y visibilidad de ciertos colectivos LGTBI cuyos dererechos y reivindicaciones llevan cierto retraso con respecto a otros que caben dentro de las mismas siglas. Domínguez se detiene en la comunidad trans y cita, como uno de los más recientes logros, el hecho de que en 2019 se dedicara una plazuela en la zona a la Memoria Trans.
El paseo y el vídeo concluye dejando abierto el futuro de una zona que, como muchas otras áreas céntricas de la capital, está seriamente amenazada por la gentrificación y la turistificación, fenómenos no ajenos a la progresiva fama que ha ido adquiriendo el área, dentro y fuera de España, con celebraciones como la del Orgullo como principal escaparate.
En este sentido, Miren Echeverría, de la librería Nakama, advierte que “las ciudades no pueden echar a sus vecinos”.