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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Ecologistas denuncian la futura tala de 350 árboles por las obras para reformar Atocha

Cientos de árboles vuelven a estar amenazados en Madrid. ADIF, empresa dependiente del Ministerio de Transportes, tiene previsto ejecutar obras de ampliación y remodelación en varias de sus estaciones, de entre las que destaca Atocha. Unos trabajos que acarrearían la tala de cientos de árboles, denuncian Ecologistas en Acción y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales (Fravm).

En pleno Día del Árbol, estos colectivos muestran su preocupación por el impacto de estas actuaciones en las calles Méndez Álvaro, Glorieta Emperador Carlos V y calle Comercio en lo que al arbolado, densidad de tráfico, niveles de ruido y contaminación en el entorno se refiere. El proyecto, aseguran, contempla la tala de más de 350 ejemplares de gran porte en los alrededores de la estación. Destacan además que afectará a “uno de los lugares más contaminados y con mayor densidad de tráfico de la ciudad”.

“Las acacias, olmos y tilos de la calle Méndez Álvaro se verán afectados, mientras que en la calle Comercio y en la avenida Ciudad de Barcelona serán los plátanos. Especial atención merecen los seis grupos vegetales situados en la avenida Ciudad de Barcelona número 2, actualmente incluidos en el Catálogo de Parques Históricos y Jardines de Interés con Nivel de Protección 3”, denuncian estas organizaciones.

En el comunicado que han hecho público este martes, reclaman que se aplique la Ley de Protección del Arbolado Urbano de la Comunidad de Madrid, que en su artículo 2 establece que la tala queda prohibida salvo para casos de absoluta necesidad. “En ese caso la legislación establece la obligatoriedad de plantar un ejemplar adulto de la misma especie por cada año de edad del árbol eliminado, lo que desgraciadamente se está convirtiendo en práctica habitual”, añaden. La asociación ecologista advierte que en un escenario de emergencia climática, talar y replantar no es equivalente a mantener y cuidar los centenares de árboles maduros madrileños.

Ecologistas en Acción y la Fravm recuerdan que una de las medidas más eficaces para paliar los efectos combinados del calor, la insolación, la contaminación y el ruido asociados al tráfico que padece Madrid está en el arbolado urbano: “Un árbol maduro tiene una gran capacidad de absorción de dióxido de carbono, así como de contaminantes dañinos para la salud como dióxido de nitrógeno y de azufre, además de contribuir a la fijación de partículas nocivas como PM2.5 y PM10. A ello hay que añadir el efecto sombra, el aumento de la humedad ambiental que proporciona el arbolado, así como por su valor estético, paisajístico y medioambiental”.

Las organizaciones ciudadanas subrayan que “todo proyecto de transformación del espacio urbano debe priorizar la conservación del verde urbano” y exigen que ADIF evalúe el futuro inmediato de las zonas afectadas, así como minimice los efectos medioambientales de sus obras. La asociación ecologista con el apoyo de la comunidad vecinal proponen la construcción de un extenso corredor arbolado que una el Retiro con el Paseo del Prado y ayude a minimizar los efectos negativos tanto climáticos como por consecuencia del aumento de pasajeros y trenes en el corazón de la ciudad.

Madrid, en pie de guerra por el arbolado

Las consecuciones o intentos de tala se han convertido en un motivo de batalla ciudadana y política en la capital. La amenaza a una importante parte del arbolado en Madrid Río por el desvío de las obras en la línea 11 de Metro, planteada por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, despertó importantes protestas que han llegado incluso al Parlamento Europeo. La Comunidad de Madrid anunció después que modificará el proyecto e intentará trasplantar “el mayor número de ejemplares posibles”, algo insuficiente para colectivos vecinales y medioambientales.

No es sin embargo el único caso: las talas en el céntrico parque de la Cornisa o junto a la Gran Vía han provocado las críticas contra las distintas administraciones responsables por parte de residentes, grupos medioambientales u oposición. El debate por el Madrid verde no deja de brotar.