El Teleférico de Madrid lleva todo lo que va de año cerrado y se desconoce cuándo volverá a transportar viajeros. El Ayuntamiento de Madrid ha reconocido hoy que permanecerá sin uso durante todo el verano y que la causa es un fallo en el cable detectado durante una inspección municipal a principios de 2023.
“Se ha detectado un fallo en el cable que hace inviable la apertura por condiciones de seguridad”, ha asegurado el delegado de Medio Ambiente y Movilidad en funciones, Borja Carabante, quien ha indicado que es necesario cambiar el cableado para volver a operar. También confía en que se pueda abrir después de la época estival.
El Teleférico está gestionado por la Empresa Municipal de Transportes (EMT) desde que el gobierno de Manuela Carmena finalizara la concesión del servicio durante su legislatura. Su reforma integral fue una de las propuestas que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, incluyó en su programa electoral. Durante la campaña prometió convertirlo en “un Teleférico del futuro” con el que “la oferta de restauración y ocio se extenderá en la zona de Casa de Campo”, apuntando a una posible privatización que incluya cafetería en sus instalaciones.
El Teleférico fue inaugurado en 1969 y conecta a través de ochenta cabinas el centro de Madrid –Paseo del Pintor Rosales– con la Casa de Campo. El actual consistorio indica que requiere de una “profunda rehabilitación acorde con los aparatos más modernos del continente”.
Parques Reunidos, la empresa que aúna el Parque de Atracciones y el Zoo de Madrid, lo gestionó hasta 2017. Entonces el Ayuntamiento recibía solo un canon de 8.000 euros anuales, pero los datos de explotación en el nuevo régimen de gestión directa arrojó un balance de 78.900 euros de beneficio (antes de impuestos) para las arcas públicas en el año 2018, el primero de la municipalización.