La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Almeida convoca un concurso para renovar de nuevo la plaza del Dos de Mayo en unas obras previstas para 2025

El Ayuntamiento de Madrid, a través del área de Obras y Equipamientos y en colaboración con el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), ha convocado el concurso de ideas para la remodelación de la plaza del Dos de Mayo. La propuesta ganadora de la convocatoria servirá de base para la redacción del proyecto de reurbanización de este centro neurálgico de Malasaña.

El plazo límite de presentación de las ideas será el próximo 30 de octubre y el fallo del jurado se producirá en un plazo máximo de cinco meses a partir de esa fecha. La previsión del Gobierno municipal es que, una vez redactado y licitado el proyecto, las obras en la emblemática plaza puedan comenzar a finales de 2025.

El alcalde José Luis Martínez-Almeida ya avanzó en la campaña electoral de las municipales de 2023 que se proponía cambiar el aspecto de doce plazas en toda la ciudad, la mitad de ellas en el distrito Centro. En concreto, prometió reformar las plazas de Tirso de Molina, Pedro Zerolo, Jacinto Benavente, Descalzas, San Martín y esta del Dos de Mayo.

Renovación apenas seis años después de la última gran inversión

Los trabajos en este espacio de Malasaña llegarán solo seis años después de la última intervención, unas obras que Almeida acabó en 2019, al inicio de su primera legislatura. Durante aquella actuación se renovaron completamente los suelos del foso, que antes presentaban numerosas baldosas rotas. También se ha cubrieron con granito los muros que rodean la plaza y que antes tenían ladrillos. Los suelos de terrizo fueron llaneados y se eliminaron múltiples surcos, baches y los charcos de agua durante los episodios de lluvia.

La reforma había sido planificada y presupuestada por el equipo de Manuela Carmena a finales de 2018, en colaboración con las asociaciones de la zona y las sugerencias de particulares. Costó casi 200.000 euros dentro de un contrato que incluyó también arreglos en Lavapiés.

Las propuestas se valorarán conforme a criterios de calidad arquitectónica del planteamiento: accesibilidad, continuidad y seguridad del espacio público; propuesta de ordenación del conjunto; racionalidad constructiva y económica; y sostenibilidad y calidad ambiental. Entre los miembros del jurado estarán la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, que será la presidenta, el decano del COAM Sigfrido Herráez, y arquitectos e ingenieros de reconocido prestigio como José Ignacio Linazasoro, Santiago Cifuentes o Juan Fisac.

Precisamente la concejala García Romero ha valorado la iniciativa en declaraciones a los medios de comunicación: “Queremos poner en valor la colaboración del Ayuntamiento de Madrid y el COAM en la transformación de una de las plazas más emblemáticas de Madrid. Nuestra intención es que los arquitectos participen con nosotros en la transformación de nuestra ciudad”.

El concurso contempla tres premios y un máximo de tres accesits. El primer premio estará dotado con 14.200 euros, el segundo con 9.480 euros y el tercero con 6.320 euros, mientras que los accesits serán de 1.000 euros. Las bases del concurso pueden consultarse en el perfil del contratante del Ayuntamiento de Madrid y en la web del COAM.

La “Dosde”, corazón malasañero

La plaza del Dos de Mayo es una de las pequeñas plazas insertas en la intrincada y exigua trama de espacios públicos que caracterizan el casco histórico de la capital. Su historia se remonta al levantamiento del pueblo de Madrid contra la ocupación francesa en la primera mitad del siglo XIX,. El cuartel de Monteleón, donde se congregaron los militares insurrectos, fue scenario de la batalla y origen de la misma, conservando la plaza el arco que fuera la puerta de acceso al recinto militar.

La plaza se creó en 1869, utilizando suelos del borde sureste del cuartel. Contó con un diseño barroco característico de la época y con la escultura de Antonio Solá, que represente a los capitanes de artillería Daoiz y Velarde (grandes instigadores del levantamiento contra los franceses del 2 de mayo) en su posición central. Por su parte, el barrio se colmató con la edificación en torno a las rondas del ensanche, que acogió a la burguesía madrileña.

En los años ochenta del siglo XX, Malasaña (y por extensión su corazón en el Dos de Mayo) se convirtió en referencia para la llamada Movida madrileña, teniendo especial significación para la población joven y la vida artística del conjunto de la ciudad. En la actualidad, el barrio mantiene el interés con numerosos locales de ocio y culturales, mientras sufre los invites de la gentrificación o el turismo masivo. Pese a ello, la Dosde (como se la conoce coloquialmente) continúa siendo punto de encuentro, reunión y vida en las entrañas de la ciudad.