Un joven de 25 años sufrió en la madrugada del sábado al domingo una importante agresión en Malasaña. Fue a las 2.00 de la madrugada en la calle Pez, cuando recibió un puñetazo en la cara que le fracturó la nariz. El incidente ha sido calificado de “homófobo” por la organización Arcópoli, que desde principios de año intenta documentar todos los delitos de odio de este tipo que se están produciendo en Madrid.
El agredido, O.P., disfrutaba de la noche malasañera cuando se vio envuelto en una discusión por un piropo, según relata Arcópoli: el grupo de amigos con el que iba llamó “guapo” a otro chico con el que se cruzaron. El piropeado se giró y comenzó una discusión al grito de “tú no me dices eso a la cara”. O.P. intentó mediar en la trifulca, pero recibió a cambio un puñetazo en la cara, que le fracturó el tabique nasal.
El SAMUR atendió a la víctima en el lugar de los hechos, aunque después acudió a la Fundación Jiménez Díaz para comprobar el alcance de sus heridas. Al día siguiente presentó denuncia en la comisaría de Puerta de Toledo por los hechos, acompañado de varios testigos y de miembros del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, que ya lleva registradas 79 agresiones de este tipo en lo que va de año, otra de ellas también en Malasaña.
La actitud policial por el beso gay ante los neonazis
La actitud policial por el beso gay ante los neonazis
La agresión se produjo unas horas después de que cientos de neonazis invadieran Malasaña en una manifestación autorizada por Delegación del Gobierno, en contra de la opinión de vecinos, comerciantes y partidos políticos del barrio. Durante su acto final, en la Plaza del 2 de Mayo, una pareja homosexual se dio un beso, en respuesta a los insultos que recibieron por parte de los manifestantes, que les llamaron “maricones” y “sidosos”.
Arcópoli considera “inaceptable” el trato sufrido por los dos chicos ante un agente de la Policía Nacional que les apartó del lugar pese a que su actitud era pacífica. “Si Delegación de Gobierno cree que no puede garantizar la seguridad de dos chicos gais que se besan cerca de una manifestación, la solución nunca será expulsar a los chicos que ejercen el derecho de libertad y de igualdad, sino prohibir la manifestación”, denuncian.
“En este caso, primó el derecho de manifestación de centenares de antidemócratas frente a la dignidad del colectivo LGTB y eso es impropio de nuestro Estado Social y Democrático de Derecho”. La policía municipal ya investiga si los manifestantes neonazis incurrieron en delitos de odio por los insultos proferidos y las pegatinas que dejaron con simbología nazi que dejaron en las calles por donde pasó la marcha.