En Malasaña hay un asunto pendiente. Podría parecer que fue hace siglos cuando la comunidad alrededor del Solar Maravillas, en el número 8 de la calle Antonio Grilo, convocó al barrio a defender del desalojo el espacio, en el que se llevan organizando actividades sociales y culturales durante una década, pero no hace tanto de aquello. Lo hicieron organizando más y más actividades e invitando a la gente a asistir a ellas.
El pasado 11 de septiembre el Ayuntamiento de Madrid había firmado con la Comunidad de Madrid el convenio de cesión de la parcela municipal en la que se desarrolla el proyecto del Solar Maravillas para que el gobierno autonómico construya en ella un nuevo centro de salud para el barrio de Universidad, un centro de salud que, de momento, no cuenta con presupuesto, lo que hace difícil entender la urgencia del desalojo ordenado.
Dicho convenio se puso en duda en marzo porque la Consejería de Economía, Empleo y Hacienda del gobierno de Ayuso no firmó la aceptación explícita de la cesión en el plazo de seis meses indicado, según los abogados del entorno activista del solar. A decir de otras voces, dicho plazo estaría condicionado a que se hubiera producido el desalojo.
Dentro del cine de verano del Solar Maravillas: algo más que ir a ver una peli
La realidad a día de hoy es que la continuidad del solar como espacio autogestionado en el barrio sigue en el aire, ya que sobre el lugar pende la orden de desalojo.
La primavera se nos ha ido confinados y parece que ya nadie recuerda el asunto pero, una vez pasados los tiempos duros del estado de alarma, una de las actividades que más han dado lustre al solar como espacio vecinal regresa este jueves 2 de julio: el cine de verano.
Como la nueva normalidad trae consigo las viejas amenazas, la asamblea del solar ha decidido de nuevo “continuar resistiendo con nuestras actividades”, según declaraciones a este medio.
Aunque aún no tienen perfilada la programación cinematográfica que, como siempre, se extenderá hasta entrado el mes de septiembre, esta semana se unen a la ola del Orgullo Crítico con la proyección de un documental venezolano sobre voces LGTBI+, que contará con el habitual debate y es buen ejemplo de la inquietud social que mueve al cine a la fresca en el lugar (aunque siempre hay espacio también para títulos de puro goce cinematográfico).
“Consideramos las medidas de seguridad, pondremos metro y medio entre silla y silla, se recomendará el uso de mascarilla, habrá gel hidroalcohólico en la entrada y lo recordaremos todo al empezar la sesión… Lo mismo de todos los años pero con las medidas apropiadas”.
Esta será la séptima temporada de cine en el solar, una iniciativa que surgió con el impulso de la Asamblea 15M Malasaña (en cuya página anunciarán la programación) y es mantenida por una asamblea abierta, cambiante y heterogénea desde entonces.