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El futuro centro cultural de San Bernardo, plano a plano

El tejido asociativo de Malasaña vivió el pasado martes un momento de felicidad. Después de muchos años intentando mantener las escasas dotaciones públicas del barrio y de protestar por la pérdida de otras, por fin había buenas noticias: la presentación de un centro sociocultural de más de 2.000 metros cuadrados en el que cabrán muchas de las demandas de sus habitantes y alguna más que todavía está por pensar.

“Este es un claro ejemplo de victoria vecinal”, reconocía al inicio de la presentación el concejal de Centro y de Hacienda, Jorge García Castaño, al recordar cómo el Ayuntamiento intentó convertir primero este espacio en una comisaría de policía y después en oficinas de Urbanismo. Pero el empuje de los vecinos acabó por sacar adelante un proyecto sociocultural, apoyándose en los cientos de votos cosechados durante los Presupuestos Participativos. Tanto apretaron que, pese a que en dicho proceso fueron otorgados 260.000 euros para el desarrollo del proyecto en el tercer piso, el Ayuntamiento acabará gastando 2,1 millones para implementarlo en sus cuatro plantas. La factura de la obra la pagará el área de Patrimonio, dependiente de Hacienda.

Lo que se presentó el martes fue la distribución, plano a plano, de un centro municipal que aún no tiene nombre pero al que se trasladará toda la actividad del cercano Clara del Rey y, además, habrá espacio para un salón de actos de tamaño mediano, un estudio de radio y muchas, muchas salas polivalentes. La intención del Ayuntamiento es empezar a construirlo en agosto y acabarlo siete meses después, entre febrero y marzo de 2019. Aunque los plazos definitivos son una incógnita para proyectos como este, que se tramitan a través de las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) y que cuentan con cierta burocracia que podrían retrasar la ejecución.

Entre las características más llamativas de esta construcción, además de su distribución interna, está la de que será un edificio 100% sostenible, con certificación energética A y con un gasto de energía igual a cero. Es decir, que a través de ciertas actuaciones el Ayuntamiento intentará reducir el consumo energético, a la vez que los paneles solares flexibles de sus cubiertas cubren todas las necesidades eléctricas.

Para mejorar la eficiencia del edificio se instalará una malla con celosías que atemperarán el edificio tanto en verano como en invierno y reducirán el consumo. La malla se colocará en el marco de las ventanas a lo largo de la calle Palma y en parte de San Bernardo, mientras que en otra zona de esta última fachada se extenderá también a la pared.

Así se distribuirán los espacios

Así se distribuirán los espacios

La presentación a los vecinos, durante la que el concejal de Hacienda escuchó y apuntó un buen número de sugerencias, incluyó un paseo por varias de las plantas todavía vacías del futuro centro sociocultural. En ese momento se pudo visualizar el lugar en el que cabrán todos los espacios que previamente se habían detallado, planta a planta. Estos son los planos del proyecto y la propuesta de uso de las salas, que serán versátiles:

A la tercera planta se accederá desde una puerta en la calle Palma. Allí, un par de ascensores llegarán hasta uno de los espacios estrella del edificio: un salón de actos (en azul claro en el dibujo) para unas 245 personas en un espacio de 304 m², contando con camerinos en el caso de que se lleven a cabo representaciones artísticas. Será de tamaño y capacidad similar al que dispone el cercano instituto Lope de Vega.

También se proponen actividades de modelación física, con 120 m² en dos aulas (en color granate), apropiados para gimnasia de mantenimiento, baile, taichí o pilates, entre otros. El resto del espacio disponible lo componen varios aseos masculinos, femeninos y otro adaptado. Además, habrá un almacén de 13 m².

El Ayuntamiento propone dedicar la cuarta planta a las actividades plásticas, como cerámica, pintura y restauración/tapicería. Paraello contará con 200 m² (zona verde), que se pueden dividir en cuatro o más aulas. También en esta planta se podrán practicar actividades de manualidades y encuadernación (salas en azul) y, contará con una ubicación de 100 m² como sala de exposiciones (en naranja), con una pared móvil en el medio.

En esta planta se mantiene la misma distribución de aseos de la tercera planta y se le añade un segundo almacén de unos 6 m².

En la quinta planta se habilitarán seis aulas. En tres de ellas (en azul) el Ayuntamiento de Madrid propone actividades teóricas como Conocer Madrid, idiomas o música. Sin embargo, su uso podría cambiar en función de las necesidades del barrio y sus vecinos.

Por otro lado, contará con un espacio cultural digital de 120m² divididos en otras tres aulas (en verde) para talleres de aplicación de la tecnología mediante proyectos que combinen arte, tecnología, ciencia y activismo social. En esta planta estarán ubicados seis despachos.

La sexta planta estará abuhardillada en uno de sus laterales y contará con algo menos de superficie útil que las tres inferiores. Aún así podrá albergar un estudio de grabación y radio (en rojo) y un aula de lectura y estudio de 100 m², que también podrá dividirse en función de las necesidades. También se contará con seis despachos, a los que se añaden los de la secretaría y dirección del centro.