Estocada final al espacio de los vecinos en Antonio Grilo: PP y Cs optan por un solar vacío

Hace unos días, varios de los vecinos que cuidan del Solar de Antonio Grilo catalogaban las plantas y árboles que todavía crecen en este espacio, recuperado hace una década de las ratas y las drogas después de años de abandono municipal. Evaluaban lo que se podría trasladar a otros lugares y lo que se perdería o dejarían crecer hasta que las obras del prometido centro de salud (sin presupuesto ni proyecto aún) acaben con ello.

Uno de los ejemplares que más les preocupaba era el olivo que plantaron en homenaje a Felipe, el vecino que siempre estaba para ayudar y que falleció hace tres años. Al parecer su familia iba a recogerlo para replantarlo en otro lugar ante el inminente riesgo de desalojo que desde este miércoles está más cercano que nunca. Porque la propuesta conjunta que Más Madrid y PSOE llevaron al pleno de la Junta de Centro para paralizar el vaciado de este lugar hasta que fueran a comenzar las obras fue rechazada por los votos en contra de los partidos en el gobierno municipal y de sus socios de Vox.

El concejal de Centro, José Fernández, se mostró inflexible: “Vamos a cumplir con todos los trámites legales para el desalojo del solar, que ya se están haciendo”. Fernández no quiso entrar a valorar las actividades medioambientales, culturales y sociales que desde hace una década y de manera autogestionada vienen desarrollando en el mencionado solar un grupo de vecinos del barrio de Universidad y se limitó a señalar que las mismas se estaban realizando en una parcela “ocupada sin título legal”.

Al mismo tiempo, cerraba toda posibilidad de diálogo encaminada a permitir que dichas actividades continuaran teniendo lugar en Grilo hasta que haya un proyecto de centro de salud, algo que puede tardar años todavía. La excusa dada por Fernández para esa negativa a hablar, la cláusula que se incluye en el convenio de cesión de la parcela a la Comunidad de Madrid para la construcción del ambulatorio en la que se dice que el gobierno autonómico sólo aceptará el acuerdo si el terreno se le entrega libre de ocupantes, una condición aceptada sin más por el consistorio, cuando no autoimpuesta. Y que la oposición considera fácilmente reversible en caso de haber voluntad política.

Por su parte, Ciudadanos no sólo se escudó en esa misma cláusula del convenio para rechazar la propuesta socialista y de Más Madrid, sino que negó la mayor diciendo que en el solar no se desarrollaba actividad alguna más que la de un mercado agroecológico ilegal. La realidad, comprobada y publicada por este periódico durante los diez años de existencia del solar, es bien distinta.

Mientras los políticos entierran el futuro del solar, los vecinos que lo okupan se resisten a dejarlo morir: este sábado habrá concierto y también espacio para las artes escénicas, en una jornada cultural diurna que puede ser la última. O no. Todo depende ya del día del desalojo.