Las obras de remodelación de la estación de Gran Vía y su conexión con el Cercanías que pasa por Sol suma casi dos meses de retraso por el cambio en el sistema de excavación y el hallazgo de elementos arquitectónicos centenarios, que fueron catalogados y destruidos en su mayor parte la pasada semana. La prolongación de las obras fue anunciada este martes por el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, quien indicó que están intentando “rebajar los plazos” para acabar los trabajos en mayo, lo que coincidiría con la fecha de celebración de las elecciones municipales y regionales.
La estación de metro en Gran Vía está cerrada desde el pasado verano para acometer la construcción de un túnel que la una con la estación de Cercanías en la Puerta del Sol. Este enlace, planificado hace años pero que nunca se llegó a ejecutar, era la gran apuesta del Gobierno regional en el centro de Madrid de cara a los comicios de finales de mayo. La fecha de finalización de la obra estaba prevista para abril de 2019, pero un error en los cálculos de consolidación del túnel, que conllevaban riesgo de inundación, hizo que fuera necesario modificar el contrato y aumentar el gasto en 3,5 millones de euros, duplicando el coste previsto de la obra.
A estos problemas se le sumó el hallazgo de los restos del ascensor centenario que diseñó Antonio Palacios para la apertura de la estación, en 1919. La Comunidad de Madrid excavó y catalogó los restos pero, semanas después y sin previo aviso, destruyó todo lo que quedaba para continuar la obra, como adelantó Somos Malasaña. La asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio (MCyP) ha denunciado ante Medio Ambiente esta actuación, al considerar que esta infraestructura estaba protegida y que la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid se ha saltado la legislación actual que obligaba a conservarla.
Pedro Rollán achacó el cambio del método constructivo exclusivamente al hallazgo de los restos históricos, sin citar el problema de los riesgos de inundación. Y añadió que se habían encontrado algunas vasijas y una barandilla de la escalera original de 1919, que se expondrán en un futuro. También indicó que el resto de elementos conservables desaparecieron durante la reforma de la estación que tuvo lugar en los años 70.
La reforma de Gran Vía incluye colocar en el hueco del antiguo ascensor una réplica del templete que diseñó Antonio Palacios para el elevador original. Esta iniciativa se ha encontrado con dos escollos por el camino: por un lado, el del Ayuntamiento de O Porriño, que se negó a devolver el citado templete y anunció que incluso mejoraría su entorno para ponerlo en valor. Y por otro, el de las asociaciones defensoras del patrimonio como MCyP, que alertaron del derribo de elementos históricos de la estación de Gran Vía por la reforma. Finalmente, Metro de Madrid colocará una réplica de dicho templete en el único punto de obras que queda de esta avenida, después de que el Ayuntamiento de Madrid inaugurara su reforma el pasado mes de noviembre.