El 13 de abril del pasado 2019 era la fecha prevista para la reapertura de la estación de Metro en Gran Vía, después de unas obras de remodelación para conectarla con el Cercanías de Sol, que se iniciaron en agosto de 2018. Pero su fecha de reapertura se retrasará finalmente un año, confirman a ABC fuentes de la Consejería de Transportes, que aseguran que la infraestructura volverá a estar operativa “en los primeros meses de 2020”, antes del mes de mayo.
Las razones del retraso son dos: por un lado, el descubrimiento de estructuras centenarias del suburbano enterradas en este lugar y por el otro el riesgo de colapso del túnel de conexión con el Cercanías y de los edificios colindantes por el método constructivo elegido por la constructora Sando, adjudicataria de las obras. Esta última circunstancia obligó a autorizar un contrato extra de casi 3,5 millones de euros a la propia adjudicataria, sin concurso, que ha duplicado el coste de las obras.
En cuanto a los hallazgos patrimoniales, aparecieron dos días después de haberse iniciado las obras, tal y como advirtieron que sucedería las organizaciones de defensa del Metro. Se descubrió la estructura del ascensor que diseñó Antonio Palacios y que estuvo a punto de desaparecer en una actuación poco clara de la constructora en diciembre, cuando echó tierra encima del hallazgo, hechos que no han sido aclarados por la Comunidad.
La asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio (MCyP) consideró entonces la actuación de Metro de Madrid como una “agresión ilegal” y amenazó con denunciar las obras. Desde MCyP reclamaban que se integraran los restos originales en el futuro proyecto de remodelación de la estación de Gran Vía, que está siendo reformada para conectar la infraestructura con el Cercanías de Sol y para instalar cuatro ascensores que la hicieran totalmente accesible. También reclamaban que en proyectos como este se hagan labores de arqueología preventiva, al menos a la vez que se redacta el proyecto, para evitar que los hallazgos posteriores obliguen a modificarlo.
Coincidencia del agujero de obras con el antiguo ascensor de Antonio Palacios | MCYP
La reforma de Gran Vía incluye colocar en superficie una réplica del templete que diseñó Antonio Palacios para el ascensor original que estrenó la estación en 1919, año de inauguración del servicio metropolitano de Madrid. Esta iniciativa se ha encontrado con un escollo por el camino: el del Ayuntamiento de O Porriño, que se negó a devolver el citado templete y anunció que incluso mejoraría su entorno para ponerlo en valor.