Caminar por algunas calles de Malasaña es difícil en ciertos momentos. La estrechez de sus aceras y los bolardos que las delimitan hacen que en ocasiones ni siquiera quepa una silla de ruedas o un carrito de bebé por ellas. Sucede en numerosas vías como Madera, Molino de Viento, Palma o San Vicente Ferrer, pero puede que esto cambie en breve. Porque para solucionar este problema, el Ayuntamiento estudia retirar los aparcamientos en ciertas calles y que estas plazas y las calzadas sean tomadas por los peatones.
La idea, a la que ha tenido acceso Somos Malasaña de fuentes municipales, consiste en intervenir en las calles Palma y San Vicente Ferrer, entre Fuencarral y San Bernardo, eliminando todas las plazas de aparcamiento. Incluso podrían llegar a desaparecer los bolardos. El objetivo es facilitar el tránsito por estas vías, cuyas aceras y calzadas están al mismo nivel. Los viandantes podrían caminar por estos espacios sin las dificultades actuales.
En los últimos meses se han repetido las peticiones de peatonalización por parte de los comerciantes de estas vías y que tengan un aspecto similar a Velarde y Espíritu Santo, calles en las que no aparcan los coches. La retirada de los espacios para aparcar eliminaría además el “tráfico de agitación”, vehículos que circulan buscando aparcamiento, en ocasiones a velocidades excesivas (pese a que está limitada a 20 km/h).
Otra de las calles que podrían entrar en la operación sería la de Pez, donde sus vecinos y comerciantes -tremendamente activos en los últimos meses- reclaman una intervención similar. Este año su tejido social ha organizado dos jornadas en las que se pidió al Ayuntamiento la retirada de vehículos aparcados para la celebración primero de sus fiestas de San Antonio y luego para acoger un mercado de navidad, que tuvo lugar este mismo fin de semana.
Todas las intervenciones planteadas en esta retirada de aparcamientos serían reversibles y necesitarían de poco presupuesto, una máxima de la Junta de distrito Centro, que prefiere probar antes de ejecutar un gasto excesivo. Los trabajos necesarios -que no incluirían ninguna peatonalización- serían ejecutados en 2017, previsiblemente antes de la conversión de Malasaña en Área de Prioridad Residencial. Y podrían estar acompañados de otras acciones que mejoraran visualmente los espacios intervenidos.
Las plazas de aparcamiento, a otras calles
Las plazas de aparcamiento, a otras calles
¿Dónde aparcarán los coches que hasta ahora lo hacen en estos lugares? La intención del Ayuntamiento es llevarlos a otras calles con espacio para acogerlos, como Santa Cruz de Marcenado, al otro lado de San Bernardo. Allí se habilitarían aparcamientos en batería que sustituirían a los actuales, en línea.
Además, la calle cuenta con hasta tres carriles en el mismo sentido, un despliegue para los coches innecesario en un barrio por el que en breve solo podrán circular los residentes. Si se eliminaran dos de esos tres carriles se podría habilitar aparcamiento en batería en ambas aceras.
A esta aparición de nuevas plazas para los coches se le une que con la conversión de Malasaña en zona APR se eliminará la zona azul, por lo que habrá que recuperar menos aparcamientos de los que se eliminen.