Ruta barroca por Malasaña

Luis de la Cruz

7 de enero de 2010 01:04 h

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En el barrio de Malasaña tenemos un gusto muy barroco o, al menos, importante legado artístico de este período. En Madrid, el Barroco se superpone, a caballo entre los siglos XVI y XVII, con el Siglo de Oro de la literatura. El Madrid de Quevedo y Velázquez se mezclan con un Madrid donde se abren decenas de nuevos conventos.

Cuando los Borbones comienzan a reinar en España se encuentran una ciudad desordenada y sucia que contrasta con la capital francesa que conocían y empiezan un cambio que tendría su punto culminante con Carlos III y el Neoclasicismo. Crean un nuevo ejército que necesita acuartelamientos (lo que originará el Cuartel de Conde Duque) y comienza la decadencia de los gremios y el enriquecimiento de las clases altas que determina la construcción de nuevos palacios. En el barrio, de Iglesias sobre todo, sabemos un rato.

  • Convento de Nuestra Señora de Monserrat: en el número 79 de San Bernardo tenemos este monasterio benedictino construido en 1642 por Felipe IV. En el siglo XIX se convirtió en cárcel de mujeres, aunque la iglesia permaneció con sus funciones, paréntesis tras el cual el edificio volvió a la orden hasta hoy. Destaca la imponente portada de Pedro de Ribera.
  • Parroquia de San Justo y San Pastor: Iglesia de las Maravilla es el nombre popular por el que también se conoce a la iglesia del antiguo Monasterio de San Antón, por la imagen de la virgen de dicho nombre que había en su interior. El antiguo convento estuvo donde ahora está la plaza del Dos de Mayo. Para abrir paso a ésta fue demolido en 1868, después de haber sido desamortizado en el Sexenio Revolucionario. A la iglesia se trasladó el culto de la parroquia de San Justo y Pastor, que en realidad correspondía a otra muy anterior, de las más antiguas de Madrid y nombrada ya en el Fuero de Madrid de 1202. En 1969 cambia de nombre haciendo unión de los dos con los que se conocía y pasando a llamarse Nuestra Señora de las Maravillas y de los Santos Justo y Pastor. El edificio es una muestra interesante de arquitectura madrileña del XVII (se construyó en torno a 1620). Cuenta con planta de cruz latina y capillas laterales.
  • Museo Municipal de Madrid: 2009 ha acabado con los andamios de la magnífica portada de Pedro de Ribera, así que tenemos de vuelta una de las mejores vistas en piedra del barrio. El edificio es conocido también como antiguo Hospicio de San Fernando, que fue construido en los años veinte del siglo XVIII por el conocido arquitecto Pedro de Ribera para dar cabida a la actividad de beneficencia que desde un siglo atrás venían desempeñando las hermanas de la Congregación del Santo Nombre de María. La portada es, probablemente, el ejemplo más importante de barroco en la capital, una monumental fachada –la de la calle Fuencarral– de gran altura artística del propio Ribera y prima de la del cuartel de Conde Duque. En los años veinte –entonces el edificio ya era de titularidad municipal– se organizó una exposición sobre el Madrid antiguo y ese fue el comienzo del uso del edificio como museo y biblioteca municipal. Actualmente, el museo (la biblioteca posteriormente pasó a Conde Duque) se denomina Museo de Historia y está cerrado por obras de remodelación.
  • Convento de San Plácido: recuerdo de cuando en algún momento, en el Madrid del XVIII, se dice que el treinta por ciento del terreno madrileño pertenecía a conventos y otras instancias eclesiásticas. San Plácido, fundado en 1623, guarda más tesoros que muestra al caminante. El interior de la iglesia está decorado con bellas pinturas al fresco y el cristo yacente de Gregorio Fernández que allí se encuentra es uno de los mayores tesoros artísticos del barrio.
  • Iglesia de San Ildefonso: La Iglesia original se construyó en 1629, pero fue destruida durante el reinado de Jose I, el popular hermano de Napoleón 'Pepe Botella', por lo que hubo de ser reedificada después de 1810, siendo éste el momento en el que se dedicó a San Ildefonso. La sobria fachada que da a la plaza sirve a menudo para que plasmen sus inquietudes distintos artistas urbanos, unos con mejor fortuna que otros. En el interior de la parroquia se puede ver una placa que conmemora el matrimonio, en 1858, de la escritora Rosalía de Castro.
  • Iglesia de San Antonio de los Alemanes: estamos ante uno de los mayores y más desconocidos tesoros del barrio, con una maravillosa capilla elíptica decorada enteramente por frescos que arquea asombrados los ojos de cualquier visitante. Fundado a principios del XVII por Felipe III es conocido también como San Antonio de los Portugueses porque a ellos se dedicó la iglesia y el hospital. Con la independencia de Portugal en 1640 quedó vacío y años después se cedió al séquito alemán de la futura reina María, alemana que se casaría con Carlos II. Desde 1702 es gestionado por la Hermandad del Refugio y aún hoy es frecuente ver las colas de indigentes en su puerta en busca de comida. El interior de la iglesia es bellísimo con frescos de Lucas Jordán, Francisco Carreño y Francisco Ricci.
  • Iglesia de San Martín de Tours: en el entorno de Luna, adosado a los cerrados cines del mismo nombre, encontramos esta iglesia que en su día recogió el testigo de otra parroquia de San Martín de mucha tradición en la ciudad que recayó en el antiguo convento de Portacoeli con motivo de las desamortizaciones del XIX. El convento, fundado en 1644, se encontraba vacío tras la exclaustración de los frailes. El edificio es una joyita del barroco madrileño del que sobresale la portada, que si bien hay quien discute sea de Churriguera, está claro que churrigueresca es. La parroquia de San Martín de Tours esconde alguna historia curiosa: en ella hay semiolvidado un reloj de sol, y en ella descansan los restos, en un pequeño féretro que se puede ver según se entra a mano izquierda, de Alexia González Barros, la niña que inspiró la premiada película Camino.
  • Cuartel del Conde Duque: este edificio que edificara Pedro Ribera hacia 1717, cuya rehabilitación completa está en curso, se ha convertido en uno de los contenedores de cultura más importante de la ciudad. En lo tocante a lo artístico destaca su imponente portada churrigueresca.
  • Sede de UGT: prácticamente fuera de nuestros lindes, pero muy cerquita, cuando uno camina por la calle Hortaleza le llama la atención el peculiar edificio del sindicato. Se trata, en realidad, del antiguo convento de Santa María Magdalena, conocido como de las Recogidas, nombre que tiene que ver con que desde el XVII el lugar daba acogida a mujeres de mala vida arrepentidas. El actual edificio es una reconstrucción, pues quedó destruido en la guerra y, de todas formas, poco quedaba ya de su original arquitetectura barroca tras sucesivas modificaciones.
  • Convento de Don Juan de Alarcón: el convento de mercedarias descalzas del barrio fue fundado en 1609 y es un ejemplo canónico de barroco madrileño de primera mitad del XVII, el que toma como modelo la Encarnación. También en estas fechas se haya en fase de conclusión de unas largas obras de remodelación y tras la retirada de andamios comienza a intuirse cómo lucirá cuando todo esté rematado.