En octubre del pasado año el pleno de la Junta de Distrito Centro aprobaba una propuesta del grupo socialista para que parte de la iluminación navideña, con cargo al Ayuntamiento, que se venía instalando en las calles cercanas a Ballesta y Barco rotara de año en año: se colocara en 2017 primeramente en Pez y luego fuera encendiendo hacia el norte vías paralelas como Espíritu Santo, San Vicente Ferrer, Palma y Manuela Malasaña.
“Iluminar las calles por parte del Ayuntamiento no es solamente un adorno, es un apoyo al comercio de proximidad, que ha sufrido duramente la crisis”, explicaba entonces en defensa de su propuesta Vicente Gómez, vocal vecino socialista, quien este año aclara que, al no haber suficientes adornos navideños para iluminar todas las calles, en su grupo pensaron adoptar esa medida como algo más justo.
La propuesta de que ese alumbrado municipal rotatorio arrancara en 2017 en Pez partió de la asociación de vecinos ACIBU y, aunque Gómez indica que no quedó establecido exactamente que en 2018 fuera en Espíritu Santo donde se instalara, sino que se decía que se fijararía un calendario junto a la asociación de comerciantes Vive Malasaña, sí que se había dado por hecho que es lo que iba a suceder. En cualquier caso, lo que está claro es que en la Junta de Centro se aprobó el carácter itinerante de ese alumbrado público y que, de ninguna de las maneras debería de haberse colocado este año en Pez, que es justo lo que ha sucedido.
Preguntados por este asunto, desde el Área de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible, de la que depende la colocación del alumbrado público, no se ha ofrecido respuesta alguna, mientras que fuentes de la Junta de Centro achacan a un error, a un descuido, este hecho; algo, en cualquier caso, sin mala intención.
Integrantes de la plataforma Corazón de Malasaña, que agrupa a la mayoría de los comercios de la calle San Vicente Ferrer situados entre San Bernardo y Fuencarral, han sido los que han alertado del fallo recurriendo a la hemeroteca de Somos Malasaña. Precisamente en San Vicente Ferrer, por vez primera en años, no hay luces estas navidades. Los comerciantes han estado rascándose el bolsillo estos años atrás para sufragar lo que era el único alumbrado del barrio en vía pública pagado por particulares. Hasta 5.000 euros venían gastándose cada año, hasta que este 2018 no han logrado el consenso necesario para repetir.
Por su parte, algunos comercios de la calle Pez sí confiesan haberse dado cuenta del error de los instaladores cuando estaban montando los adornos, pero aseguran que pensaron que se habría llegado a algún otro tipo de acuerdo y que el hecho de que repitieran en Pez no iba a significar que otros se quedaran sin ellos.
Ni tan sólo el grupo socialista, quien propusiera el carácter itinerante de la iluminación navideña a la que nos referimos, se había percatado del error.