“Prolífica escritora, comprometida feminista y diputada por Granada en 1933”. Estas palabras adornan desde hace unos días la placa que luce el número 18 de la calle Manuela Malasaña, el lugar donde vivió María Lejárraga. Esta destacada intelectual vinculada a la Generación del 27 ha sido homenajeada por el Ayuntamiento de Madrid que, además de reivindicar su figura, intenta paliar la enorme desproporción de mujeres en la memoria histórica de Madrid.
La capital tiene instaladas actualmente más de 300 placas, de las que 275 corresponden a hombres y a 32 mujeres. Con la de María Lejárraga, el objetivo es el de “que por aquí pueda pasar una niña, preguntarse quién fue y descubrir su figura gracias a esta placa”. Las palabras son de la alcaldesa Manuela Carmena, que conoce bien la calle donde se ubica -montó una tienda solidaria a pocos metros- y que apuesta por una feminización de un pasado madrileño eminentemente masculino.
El mismo día de la instalación de esta placa, que tuvo lugar hace 10 días, se colocaron otras tres dedicadas a otras tantas mujeres de la generación del 27: las de Ernestina de Champourcin, Luisa Carnés y la de Victoria Kent.
Quién era María Lejárrega
Quién era María Lejárrega
Escritora, feminista, propagandista socialista y hasta diputada durante la Segunda República, Lejárrega creció con su familia en Carabanchel (entonces un pueblo), donde era vecina de los Martínez Sierra, razón por la cual conoció a su futuro marido, Gregorio.
Dos jóvenes cultos, criados en familias sin desahogos económicos, que fundirían sus vidas hasta el punto de fundir también sus nombres. O mejor dicho, de que el nombre del hombre de la pareja ocupara todo el espacio de aquel proyecto modernista que construyeron juntos... (sigue leyendo aquí la biografía de María Lejárraga)