El Ayuntamiento de Madrid está intentando levantar su servicio de alquiler de bicicletas, que durante el verano ha tocado fondo en el porcentaje de bicicletas disponibles a causa de la falta de mantenimiento y el vandalismo. Durante esta semana se están colocando candados a todas las ruedas posteriores de los 2.964 aparatos del servicio que gestiona la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT), con el objetivo de evitar los robos detectados en el sistema.
Los candados son iguales a los que ya estaban colocados en el servicio de bicis sin base fija, Bicimad Go, y se desbloquean de forma automática cuando el usuario introduce su tarjeta en los aparcamientos del servicio. Sin embargo, estos candados “inteligentes” -así los califica el Ayuntamiento en nota de prensa- no se bloquean cuando el usuario aparca la bicicleta, sino que es necesario hacerlo de forma manual. Por ello, es el ciclista el que ha de acordarse de hacerlo. Si no lo cierra, la luz del aparcabicis seguirá en rojo, esperando al bloqueo para cambiar a verde, el indicativo de que se encuentra bien estacionada.
Para obligar a los viajeros de Bicimad a que bloqueen este candado, la EMT ha cambiado las condiciones del servicio y ahora incluye una sanción “por no cerrar el candado al finalizar el viaje” y que cifra en 0,50 euros en cada trayecto. Se trata de la única penalización del sistema junto a la de superar las dos horas de uso de la bicicleta, por lo que se ha de abonar 4 euros.
La nueva posibilidad de sanción está siendo comunicada estos días a todos los usuarios de Bicimad por correo electrónico, aunque no se empezará a aplicar hasta el 1 de noviembre, fecha en la que la EMT calcula que todas las bicicletas del servicio contarán con el nuevo candado.
El Ayuntamiento confía en que este elemento de seguridad sirva para reponer “paulatinamente en la totalidad de la flota del servicio”, para lo que también se han contratado 25 técnicos de mantenimiento y se están instalando cámaras de seguridad en las estaciones que generan más conflicto. El área de Movilidad asegura que hace siete días se llegaron a contabilizar más de 500 bicicletas vandalizadas.
El resultado de esta falta de bicicletas disponibles se ha sentido este verano en todas las estaciones del servicio, pero especialmente en el distrito de Tetuán, donde más de la mitad dejaron de estar operativas entre julio y agosto.