Adiós a la ballena de Sol. La estructura de acceso al Cercanías en el corazón de Madrid solo durará 13 años, según el proyecto para remodelar la plaza que está a punto de aprobar el Ayuntamiento y que como medida más destacada prevé la desaparición de este singular elemento arquitectónico.
La cubierta será reemplazada con una estructura de prisma rectangular transparente, fabricada de vidrio y que dejará ver mejor todos los puntos de este emblemático lugar de Madrid, avanza El Mundo y confirmó después el Ayuntamiento de Madrid a este periódico.
La Puerta del Sol lucía esta estructura desde el año 2009 gracias a un diseño del arquitecto Antonio Fernández Alba, que recibió el encargo de Renfe para idear una entrada original para el recién inaugurado Cercanías de la plaza. Compuesta de triángulos de vidrio y metal, dispuestos con forma curva, que podrían recordar a un cetáceo (otros lo llamaban el tragabolas) pero del que nunca se desveló su inspiración original.
El acceso cubierto se convirtió en uno de los iconos del 15-M, el movimiento de protesta que en el año 2011 tomó la plaza y desarrolló muchas de sus asambleas junto a la ballena de Sol. De aquella época datan también los carteles que colocó Adif prohibiendo la subida a la estructura y que afearon el diseño inicial.
La entrada al Cercanías lleva cuestionada desde el año 2014, cuando el COAM hizo público el proyecto ganador del concurso de ideas para volver a reformar la Puerta del Sol, que se llevaron los arquitectos Linazasoro y Ricardo Sánchez y que preveía una plaza sin obstáculos, desprovista de elementos visuales elevados salvo el monumento a Carlos III y la estatua de la Mariblanca.
El actual alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, anunció hace dos años su intención de reciclar este proyecto, a la vez que anunciaba la peatonalización total de Sol. Las obras comenzarán previsiblemente este primer trimestre de 2022 y acabarán algo más de un año después, a punto para inaugurar la nueva plaza justo antes de las elecciones municipales de 2023.