“Lo que era una legítima reivindicación vecinal lo han convertido en un asunto político gestionado y dirigido por la izquierda. No se entiende de otra manera que en este caso también saquen el comodín de la baraja que es la memoria democrática, Franco y la Guerra Civil”. Estas declaraciones del delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, parecen indicar que hasta el conflicto por los posibles restos de Brigadistas Internacionales apenas existían discrepancias entre el Gobierno municipal y los residentes del barrio de Montecarmelo.
Pero la situación entre los miles de vecinos movilizados contra la llegada de un cantón de limpieza a esta zona del distrito de Fuencarral-El Pardo (al norte de Madrid) y el Consistorio era ya mucho más tensa de lo que Carabante dejó caer este martes en el pleno de Cibeles. Una negociación rota desde hace meses, como reconocieron fuentes de ambas partes a Somos Madrid. Claro que al remover la tierra, el terremoto se magnificó.
La Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI) denunció la pasada semana al alcalde José Luis Martínez-Almeida, Carabante y otros tres miembros del Ejecutivo local ante la Fiscalía de Memoria Democrática. Consideran que el equipo municipal está ocultando el informe que elaboró la empresa Gama Geofisica porque sus resultados van en contra de su interés por desarrollar el recinto para almacenamiento de basuras y uso del personal de limpieza en la parcela.
La AABI afirma que el concejal presidente de la Junta de Distrito de Fuencarral-El Pardo, José Antonio Martínez Páramo; el Director General de Limpieza, Víctor Sarabia y la subdirectora de Limpieza, Olivia Lombraña (además de Almeida y Carabante) están actuando con una “falta de transparencia” que vulnera la Ley de Memoria Democrática. El motivo, argumentan, es “ocultar durante más de 50 días” el documento. Fue entregado el 26 de abril de 2024 al Ayuntamiento, que efectuó las pruebas con georradar y tomógrafo durante ese mismo mes “exclusivamente en la parcela 26.2b del Plan Parcial de Montecarmelo”.
La posible fosa, con hasta 451 cuerpos según fuentes de la AABI, se encontraría en dicha parcela 26.2b, De acuerdo a la propia documentación oficial del Área de Urbanismo, esta finca fue solicitada “mediante notas internas de 26 de abril y 8 de mayo de 2023″ para construir el cantón y una base del Servicio de Limpieza Urgente (Selur). Almeida, sin embargo, llegó a asegurar que los hallazgos se habían producido ”en una parcela adyacente“.
La pasada semana fuentes del Consistorio adelantaron que el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad enviará al Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática una carta para autorizar las actuaciones arqueológicas oportunas, según avanzó el diario El Mundo. El permiso municipal atañe a una parcela situada apenas a 12 metros del terreno en el que se asentará el cantón de limpieza, una escasa distancia que sin embargo no impediría el desarrollo de los trabajos para su instalación, según el Ayuntamiento.
Una investigación ardua para cumplir el último deseo de 451 brigadistas
Andrés Chamorro, miembro de la junta directiva de la AABI, detalla a este periódico el importante valor histórico de una fosa cuya localización siempre se ha estimado en el entorno del cementerio de Fuencarral, al norte de Madrid, donde varias placas homenajean la memoria de las Brigadas: “Desde la fundación de la asociación en 1995 teníamos en mente la localización de la fosa de Fuencarral. Ya en los ochenta, actuales miembros de la AABI habían emprendido a título personal distintas iniciativas preguntando a antiguos trabajadores [del camposanto], que les contaron que esos restos habían sido profanados por el bando sublevado y desplazados en dirección al Monte de El Pardo desde el cementerio militar donde originalmente descansaban”.
“El archivo de las Brigadas Internacionales, que acabó en Moscú por avatares históricos, fue digitalizado hace unos años. Entre toda la masa de documentos, que pueden consultarse online, encontramos el listado de las inhumaciones del cementerio de Fuencarral en 1936 y 1937 por parte del servicio de inhumaciones de las Brigadas Internacionales”, indica a la hora de valorar otro de los hitos históricos de esta investigación. El listado incluye los nombres, apellidos y fecha de muerte de 451 personas, el número de cadáveres que estiman enterrados en la zona.
La creación de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática en 2020 incentivó los proyectos para la búsqueda de restos de víctimas de la Guerra Civil o represaliados por el franquismo, así que desde la AABI reactivaron sus esfuerzos por hallar los cientos de brigadistas caídos en combate. “Logramos acceder a fotografías aéreas de los años cuarenta en archivos del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, en las que se distinguía un terrenito inalterado y oscurecido alrededor de un mar de fincas de labor. Como el resto ha sido alterado o construido, pensamos que era el lugar idóneo para excavar. Es lo que íbamos a plantear a Memoria Democrática, justo cuando vecinos de Montecarmelo nos contactaron en septiembre para decirnos que el Ayuntamiento planeaba instalar el cantón precisamente ahí”, expone Chamorro.
“La Secretaría de Estado contactó con una asociación de arqueólogos y antropólogos para acometer los trabajos en la finca municipal. Pero cuando esta asociación solicitó los permisos para iniciar los trabajos, el Ayuntamiento los denegó sistemáticamente”, añade este directivo de la AABI. Es entonces cuando el Gobierno municipal contrató por su propia cuenta a Gama Geofisica, que efectúa prospecciones desde la superficie mediante georradar.
La intención del Ayuntamiento no era saber si había algo, sino más bien descartarlo rápidamente. Como no nos facilitan el informe de Gama Geofísica, entendemos que la empresa ha dado con algo similar a lo que estábamos buscando
“La intención del Ayuntamiento no era saber si había algo, sino más bien descartarlo rápidamente. Como no nos facilitan el informe de Gama Geofísica, entendemos que la empresa ha dado con algo similar a lo que estábamos buscando”, expone Chamorro. Fuentes del área de Urbanismo indican sin embargo a este diario que “el Ministerio de Memoria Democrática ya tiene el informe”.
Chamorro solicita además que “se hagan las catas arqueológicas planteadas desde el Ministerio, ya que el uso del georradar no ha funcionado en muchos de estos casos”. En caso de hallar la fosa de Brigadistas Internacionales, desde la AABI piden levantar “un espacio de memoria”.
Chamorro recuerda que “no estamos hablando de fusilados, sino de caídos en combate que acabaron en un cementerio militar luego completamente profanado”. Por ello, exigen además “inhumar de nuevo los restos en un recinto con honores, en este caso el cementerio de Fuencarral, tal y como marca la Ley de Memoria Democrática”. Pero más allá de la legislación, desde la entidad por la memoria brigadista consideran este paso primordial porque “fue el lugar donde eligieron ser respetados”. “Solo queremos que ese deseo se respete”, concluye Andrés Chamoroo.
Promesa verde en el vertedero de la historia
Paralelamente al tira y afloja por la fosa del subsuelo, la oposición vecinal pide trasladar el recinto para depósito de residuos y utilización del personal de limpieza hasta terrenos más alejados de sus viviendas, de centros educativos y de locales de restauración o supermercados. Según los propios residentes, la disputa “poco tiene que ver con posturas ideológicas o colores políticos”. Los últimos resultados electorales demuestran, de hecho, un gran desempeño del Partido Popular en la zona.
Desde la Asociación Vecinal de Montecarmelo resumen los motivos de su indignación en conversación con este medio: “No pueden decir que la ubicación ideal para una central de camiones y basura (incluido amianto), más grande que la Plaza Mayor de Madrid (10.000 metros cuadrados frente a 9.500), es entre tres coles con 4.200 niños de 0 a 18 años. Afecta a todo un barrio con una de las mayores tasas de población infantil de la capital (6.000 niños). La Ley de protección de la infancia y adolescencia establece que los menores deben desarrollarse en un entorno seguro y saludable. Esto no lo es”.
“Se ubicará en un espacio junto a casas, en pleno corazón verde del barrio, a menos de 160 metros del parque natural más antiguo de la Comunidad de Madrid [el de la Cuenca Alta del Manzanares] y bajo protección de la Unesco”. Según los resultados de los presupuestos participativos de 2021, el enclave debería haber acogido un parque lineal verde para el disfrute de Montecarmelo.
La agrupación vecinal y entidades como la Plataforma No Al Cantón de Montecarmelo llegaron a presentar más de 14.000 firmas, registradas en el Ayuntamiento a mediados de mayo, pidiendo una reubicación de la instalación de limpieza. Tampoco han recibido contestación a su petición de reunión con el alcalde. El último encuentro con representantes municipales, el pasado 8 de abril, acabó con la rotura de puentes entre reproches cruzados. “En el pleno del martes, Carabante solo mencionó a los vecinos cuando atacó a PSOE y Más Madrid por recurrir a la memoria histórica, mientras él ignora toda nuestras solicitudes”, lamentan desde la A.V. Montecarmelo.
“Exigimos que nos entregue los documentos sobre el megacantón con Servicio de Limpieza Urgente (Selur), pues así se comprometió ya en otoño (dijo antes las cámaras y micros de medios que nos lo darían en cuestión de 2 o 3 semanas) y todavía estamos esperando”, dicen desde la organización vecinal. “A un periódico ya le ha dado información que a los afectados nos niega”, critican, ya que la pieza informativa de El Mundo sobre el terreno donde el georradar habría detectado anomalías incluye un plano detallado del terreno del cantón como el que llevan meses reclamando.
Aunque la beligerancia se ha recrudecido con la posible fosa común con 451 brigadistas, la agrupación vecinal insiste en que “la pasividad y el nulo interés por escuchar del Ayuntamiento” han estado presentes desde el inicio de un conflicto que se alarga ya por más de un año (con un único hiato en el periodo anterior a las municipales de 2023, cuando Carabante les trasladó en plena precampaña que estudiaría posibles alternativas).
El Consistorio insiste en que se trata de una dotación “imprescindible” para atender no solo las necesidades de la ciudad, sino las del personal de limpieza, aunque fuentes vecinales afirman que “si se tratara solo de unos vestuarios no habría problema alguno, como tampoco lo tenemos con otro ya edificado a pocos metros que utilizan jardineros municipales”.
Con una propuesta radicalmente distinta a la de los presupuestos participativos de 2021 cada vez más cerca de materializarse, muchos residentes llegaron a organizarse por su cuenta el pasado año para sembrar el terreno de árboles y flores. Desde Cole Más Cantón No cifran en “más de un millar” el número de plantaciones efectuadas desde que comenzaron su labor en septiembre, entre ellas de especies como encinas, pinos, olivos o los muy madrileños madroños.
Un grupo de vecinas acudió el pasado 25 de octubre a la presentación de la aplicación municipal Adopta un árbol, que permite vincular cualquier recién nacido de Madrid a un ejemplar de la ciudad (incluidos muchos ya eliminados por el consistorio). Cuando comunicaron al alcalde que trabajan en plantar árboles en el mismo espacio donde él y su delegado de Urbanismo planean instalar un cantón se toparon con una escueta respuesta del regidor: “Perfecto”.