“El metro diez minutos parado en Marqués de Vadillo. Al final ha arrancado pero en el túnel cae agua a chorro”. Lo escribía en Twitter un viajero de Metro de Madrid en diciembre de 2022. Ese día el suburbano se veía obligado a cortar seis de sus líneas por las lluvias intensas que registraba la capital.
La 5 ha sido hasta ahora una de las primeras líneas de Metro en caer cada vez que hay aguaceros. Su incremento en los últimos tiempos ha ocasionado episodios como el antes citado y otros muchos en los últimos meses, con imágenes de andenes inundados y vídeos de chorros de agua cayendo sobre los viajeros, dentro de los propios vagones.
Ahora, la Comunidad de Madrid quiere acabar con estas inundaciones atacando de raíz al problema del tramo que va de Pirámides a Urgel. Lo hará dedicando 1,28 millones de euros a un contrato para sellar los principales puntos de entrada de agua, que previamente ha identificado.
Según los pliegos del contrato a los que ha tenido acceso este periódico, el agua accede por el pozo de bombas del kilómetro 23,475 de la línea, además de por la estación de Urgel, desde donde discurre hasta llegar a Marqués de Vadillo, el punto con acceso público más bajo antes de cruzar bajo el Manzanares. Metro reconoce que estos puntos se inundan “en los momentos de fuertes lluvias”.
Para minimizar estos problemas, el contrato prevé el sellado de los pozos, así como otras reformas centradas “en evitar la entrada de agua a las instalaciones de Metro de Madrid y mejorar la evacuación de la misma en los casos de grandes avenidas”, indica el texto al que ha tenido acceso este periódico.
El contrato fue aprobado el pasado 20 de agosto y las empresas interesadas en concurrir al concurso pueden presentar ofertas hasta el 19 de septiembre. Las obras durarán cuatro meses a partir de la adjudicación, por lo que podrían estar listas para las lluvias de la próxima primavera.
El plan es complementario a las medidas tomadas hace meses para evitar otras inundaciones en paradas como Banco de España, donde se han elevado los accesos para que cuando se formen balsas de agua alrededor, el líquido no llegue a acceder a las estaciones.
Se da la circunstancia además de que la formación de estas balsas es responsabilidad del Ayuntamiento de Madrid, entidad encargada del mantenimiento del alcantarillado para que funcione correctamente y del diseño de las calles para que puedan desalojar agua a gran velocidad.