La otra protesta por el Espacio Delicias: incertidumbre por el futuro Teatro Nacional de Danza ante la renovación de las carpas

Guillermo Hormigo

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Llueve sobre mojado en el Espacio Ibercaja Delicias. Vienen de largo las quejas de muchos vecinos de Arganzuela por las molestias que causa esta instalación de ámbito privado, que actualmente acoge exposiciones como El Laberinto de Tim Burton y otros espectáculos. Las carpas se asientan además sobre un terreno cuyo uso está establecido para fines públicos en el propio plan municipal de urbanismo.

La situación parecía encaminarse a una solución después del acuerdo entre el Ayuntamiento de Madrid y el el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para la construcción de la sede del Teatro Nacional de la Danza y un centro de interpretación y academia, así como parcelas destinadas a satisfacer las demandas vecinales de equipamiento educativo, deportivo y cultural. Sin embargo, la intranquilidad de los residentes continúa al comprobar cómo Adif ha renovado la licencia al Espacio Delicias. Según el consistorio madrileño estas carpas se mantendrán “por interés general, para mantener limpio y sin ocupas el solar”. Una decisión que también causa inquietud en el otro gran colectivo afectado por toda la confusión en torno a este proyecto: el de la danza.

No en vano, la urgencia de una sede específica para la Compañía Nacional de Danza y el Ballet Nacional de España es una reclamación histórica del sector. Lo cuenta en declaraciones a Somos Madrid la presidenta de la Federación Estatal de Asociaciones de Compañías y Empresas Profesionales de Danza, Valeria Cosi: “En 2012 se aprobó un Plan Nacional de la Danza en el que ya se constataba la necesidad de subsanar esta falta, ya que la ausencia de un espacio propio para estas compañías es una anomalía en el panorama europeo”. Actualmente utilizan el Teatro de la Zarzuela o el Real para sus estrenos, con los que tienen que negociar para encontrar un encaje idóneo en la programación.

La propuesta para lo que hoy es el Espacio Ibercaja daba luz verde a unas instalaciones que bajo la supervisión del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (Inaem), dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, permitirían responder a esta y otras muchas demandas. Además de las sedes nacionales, se establece un anexo dedicado a residencias de creación de compañías independientes. “Esto es algo que en Madrid escasea. Tenemos el Centro Coreográfico Canal pero sus nueve salas están completamente sobreexplotadas”, explica Cosi.

Silencio y desconcierto desde varias administraciones

En el último Consejo Estatal de las Artes Escénicas y de la Música se les informó de que el acuerdo seguía adelante y se habían adjudicado incluso los metros cuadrados destinados al Inaem y los que se dirigían a las dotaciones vecinales. Ahora, por contra, el tema parece haber quedado en “un limbo” según Cosi, aunque al revisar el borrador de los Presupuestos Generales del Estado han constatado que sí aparece una partida dedicada a este proyecto. “Por desgracia no sería la primera vez que un plan así aparece recogido en unos presupuestos y luego no se ejecuta, incluso con una partida presupuestaria atribuida con la que no sabemos qué se ha hecho finalmente”, lamenta.

En la Federación las dudas se han visto incrementadas con la dimisión de Amaya de Miguel, directora del Inaem hasta marzo de 2022, y la llegada de Joan Francesc Marco al frente del Instituto. “La preocupación por su falta de respuesta ha crecido después de que haya empezado a denegar la necesidad de estos recintos y a sugerir que quizá no hace falta construir, sino reutilizar otras infraestructuras que ya existen. Ha mencionado incluso la idea de trasladarlo al Mercado de las Flores de Barcelona, lo cual nos parece inviable y sirve de nuevo para poner en cuestión y ralentizar la consecución de este proyecto”, argumenta Cosi.

Desde el departamento de prensa del Inaem, en declaraciones a Somos Madrid, afirman que “el borrador de proyecto para los terrenos de ADIF anexos al Museo del Ferrocarril, en el barrio de Delicias de Madrid, sigue su curso”. Se limitan a señalar que la fase actual en la que se encuentra este proyecto responde a la firma de un protocolo de actuación tripartito suscrito por Adif, propietaria de los terrenos, el Ayuntamiento de Madrid y el Inaem, “cuya vigencia se extiende hasta el 2024”.

¿Por qué Adif tiene la capacidad de ceder un espacio en el que supuestamente ya hay una concesión para ejecutar otra obra?

Mientras, en el sector contemplan cómo las parcelas han sido tomadas por espectáculos privados de alto precio. Musicales y otras actuaciones donde justamente la danza queda reducida al puro show, sin ninguna búsqueda de la formación o la experimentación, y donde se “explota a los artistas de una manera muy distinta” en palabras de esta gestora cultural. Y añade: “No entendemos por qué, si ese terreno está asignado a un proyecto, ahora mismo está siendo explotado por una empresa privad. ¿Por qué Adif tiene la capacidad de ceder un espacio en el que supuestamente ya hay una concesión para ejecutar otra obra?”. Sobre el argumento de evitar la ocupación, opina que las propias carpas “son las que han ocupado” el lugar.

Cosi incide en algo que ya han apuntado asociaciones vecinales como Stop Espacio Delicias: en contra de lo que arguyen desde el Ejecutivo municipal, la infraestructura de las carpas no es propia de una instalación temporal, sino que se trata de una estructura duradera fijada con cimientos de hormigón y con acometidas para el suministro y el saneamiento. “El espacio físico se han intervenido ya con una obra que no era la estimada. Nos gustaría que el Ayuntamiento y Adif nos dijeran por qué esto se ha concedido”, reclama. Tampoco comprenden el silencio del Inaem ante esta explotación cuando “debería ser una de sus prioridades.

Las necesidades olvidadas de un sector precarizado

Estas dotaciones ayudarían a paliar la complicada situación económica y material de compañías y particulares que se dedican a la danza. Para Cosi “tener un espacio específicamente dedicada a ella empezaría a ponernos al nivel de otros países europeos. Además, de forma muy directa implicaría la aportación de más recursos al mundo de la danza, algo que consideramos imprescindible”.

Denuncia que las actuales sedes de la Compañía Nacional de Danza y el Ballet Nacional, además de no ser propias, están constantemente en obras. “Eso pone el trabajo de las compañías en un contexto nada cómodo, en una precariedad constante”. Menciona el caso de las Naves del Español en Matadero, que según sus propias palabras “se están hundiendo”.

Ante esta situación, Valeria Cosi pide que se retome el diálogo con el Inaem sobre el Espacio Delicias. “El Plan Nacional de la Danza cumple diez años y no es solo este, sino que ninguno de los puntos aprobados en aquel entonces se ha ejecutado. El sector tiene la necesidad de revertir esta situación”.