Cómo serán las obras de Metro en Madrid Río: 590 días de trabajos y más de 200 árboles talados
La Comunidad de Madrid espera el permiso de tala por parte del Ayuntamiento para iniciar la obra civil en la superficie del parque, que resultará afectado en el tramo situado entre los puentes de Arganzuela y Praga
Las obras de Metro de Madrid han irrumpido en la zona de Madrid Río más popular entre las familias. Lo que un día fue el antiguo parque de Arganzuela, con un paseo flanqueado por numerosos plátanos de sombra que sobrevivieron a las obras para soterrar la M-30, desaparecerá en los próximos días debido a los trabajos que acaba de iniciar el Gobierno regional para iniciar la primera gran ampliación en el suburbano que afronta Ayuso.
Los planos del proyecto de la línea 11 a los que ha accedido Somos Madrid muestran el detalle de las zonas afectadas por las obras en este pulmón verde de la ciudad, donde se construirá una estación y también un pozo de ventilación. Será necesario ocupar 20.205 metros cuadrados del parque para excavar la infraestructura, que tendrá 24 metros de profundidad e incluirá, además del andén, un vestíbulo de algo más de 550 metros cuadrados.
La Comunidad de Madrid decidió mover la ubicación inicial prevista para la estación de Madrid Río de la calzada del paseo de Yeserías, donde estaba inicialmente prevista, al medio del parque, de forma que haga falta cortar el tráfico en la zona. Los trabajos allí durarán más de año y medio: 590 días que acaban de empezar ahora con los trabajos previos, que incluye el vallado y el desmontaje del edificio de mantenimiento allí ubicado.
En este periodo también comenzará la tala de los árboles cuando la Consejería de Transportes obtenga el permiso de tala del Ayuntamiento -este martes aún no había sido emitido- y será previo a la obra civil, que se extenderá otros 297 días. En paralelo se acometerán los trabajos de excavación y, posteriormente, los acabados de la parada del suburbano a partir del paso de la tuneladora por la zona, algo que ocurrirá dentro de poco más de un año.
Todos los trabajos se desarrollarán entre los puentes de Arganzuela y de Praga, una de las zonas que en la actualidad más utilizan las familias con niños, por ofrecer varios parques infantiles (el barco pirata es el más famoso) y la zona de toboganes. Más de 200 árboles de distinto tamaño serán talados en la zona
Las obras ocuparán una extensa franja entre ambos puentes y afectarán también a una fuente ubicada junto al icónico puente que diseñó Perrault. El surtidor ovalado, rodeado de un pequeño montículo verde, desaparecerá junto a más de una veintena de árboles, según los planos de la obra que publicamos en este artículo.
Una vez que finalicen las obras, la Comunidad de Madrid ha prometido restaurar la zona verde, plantando nuevos árboles -de menor tamaño y porte- y recuperando las antiguas fuentes o alguno de los elementos de juego. También se integrará la nueva entrada de Metro y un ascensor junto al paseo de Yeserías, además de varias rejas de ventilación y una salida de emergencia.
Recogida de firmas y pelea política por las talas
El movimiento vecinal se está movilizando para intentar frenar la tala inminente de los árboles, con actos como la cadena humana del pasado lunes o recopilando firmas en contra de la deforestación del parque, a través de una plataforma online que cosechaba varios miles de apoyos al poco de su lanzamiento.
En paralelo, la deforestación de esta zona verde ha llegado a la Asamblea de Madrid, donde los grupos parlamentarios de izquierda (Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos) acusaron a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, de estar “atentando contra la salud de los madrileños” al permitir la tala. Mónica García se mostró en contra del “arboricidio” porque no tiene “ninguna explicación”, Juan Lobato aseguró que su partido defiende un Madrid “más habitable, sostenible y con más espacios verdes” y para la portavoz de Unidas Podemos, Alejandra Jacinto, las obras deberían de realizarse de otra manera “para proteger Madrid Río y los elementos preciados como son los árboles” que son “un bien común”.
En la bancada de la derecha, la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, defendió que “cuando se hacen infraestructuras, hay que sacrificar algo”. Mientras que el portavoz del PP, Pedro Muñoz Abrines, criticó la “hipocresía” de la izquierda porque Madrid está “entre las cuatro ciudades del mundo con mayor número de árboles” y les ha pedido que recuerden cómo era Madrid Río antes del soterramiento de la M-30, “todo contaminación y ruido”.