Un accidente de tráfico ha provocado el caos en el cruce de la calle Numancia con Alejandro Rodríguez al inicio de la jornada escolar de este lunes. Según los testigos, un conductor que circulaba con gran velocidad chocaba contra un otro vehículo y se quedaba boca abajo como consecuencia del impacto. La colisión se ha producido a menos de 50 metros del CEIP Ignacio Zuloaga, en el distrito madrileño de Tetuán, alrededor de las 8.50 horas, cuando el alumnado se encontraba entrando al centro.
Las madres y los padres de los alumnos que se encontraban llegando en ese momento al centro escolar han corrido para poner a salvo a todos los niños y se han encargado de despejar la zona antes de que llegase la Policía Municipal al lugar. Alertados por el ruido del golpe, varios agentes de seguridad de la cercana estación de Metro de Francos Rodríguez también han acudido al lugar para ayudar en lo posible.
Testigos del suceso apuntan que el conductor ha bajado demasiado rápido por la calle Numancia, que cuenta con algo de pendiente y ha perdido el control del vehículo, impactando contra al menos dos vehículos. Una testigo consultada por este medio apunta a que el conductor siniestrado salía de uno de los garajes de la calle Numancia y primero chocó contra un primer turismo y, a continuación, en una maniobra de evasión, impactaba contra otro parado en el semáforo. “Por fortuna se ha quedado en la calzada sin invadir la acera, que a esa hora ya empezaba a llenarse de gente”, indica una de las testigos que se ha comunicado con este medio. Otras personas allí presentes señalan que había dos personas el interior del vehículo.
El conductor pudo salir por su propio pie, mientras que el copiloto tuvo que ser rescatado por los bomberos y atendido por el Samur-Protección Civil. Fuentes de Emergencias Madrid han confirmado a Somos Tetuán que solo ha requerido intervención médica por contusiones leves uno de los ocupantes y ha sido trasladado al Hospital de La Paz.
Las familias del colegio y los vecinos de la zona aseguran que no es la primera vez que se produce un incidente similar en este cruce, que califican como “conflictivo” por su ubicación próxima al colegio y su escasa señalización. Las madres y los padres del centro escolar denuncian la peligrosidad de esta calle, en la que no hay agentes municipales regulando el tráfico a la entrada y salida del alumnado de forma habitual ni un semáforo que regule los pasos de peatones del tramo de la calle Alejandro Rodríguez en la que se ubica.
Además, indican que, los vehículos siempre circulan a más de 30 kilómetros por hora, la velocidad indicada en esta vía, aprovechando la situación en cuesta de la calle Numancia y “no rebajan lo suficiente cuando se están aproximando al cruce”. La señalización también resulta insuficiente para las familias del colegio, ya que aseveran que “únicamente hay un semáforo que está constantemente en ámbar y solo cambia rojo cuando alguien lo pulsa” e inciden en que “los peatones deberían tener mayor prioridad” en una calle tan transitada como esta.
Madres y padres del CEIP Ignacio Zuloaga explican que han pedido al Ayuntamiento de Madrid en reiteradas ocasiones la peatonalización de la calle escolar y desde el Consistorio se han negado alegando que “se trata de una calle por la que circulan varios autobuses urbanos”, aunque las familias de los alumnos desmienten tal afirmación: “Solo pasa por ahí un bus escolar de un colegio privado que hace parada más abajo”.
Uno de los padres que se encontraba llevando a su hija al colegio cuando se ha producido el accidente cuenta que desde 2020 se han registrado cuatro colisiones similares en los alrededores del colegio y considera que, aunque no han afectado a ningún alumno, “no se puede esperar a que pase una desgracia para poner medidas”. En todos los casos anteriores apuntan al exceso de velocidad de los conductores como la principal causa de accidentes en la calle y, por ello, piden que aunque no se peatonalice la zona “se señalice debidamente”.
Fuentes del entorno escolar explican que también es un peligro para todas las madres y los padres que van al colegio en bicicleta y para aquellos niños de 11 y 12 años que ya van solos al centro. Las familias exigen al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid mayores medidas de seguridad a la entrada y salida del colegio y reiteran que “no se trata de un caso aislado”.