Una larga cola para apuntarse a las actividades del Centro Deportivo Playa Victoria, en Tetuán, se extiende por el jardín de la instalación. La gente convive con los sacos terreros y los operarios que trabajan en los exteriores de la instalación; al fondo, se distinguen las siluetas en bañador deportivo de las vecinas y vecinos que acuden temprano a nadar. En la puerta, muchas personas se paran a leer un cartel. Rostros de resignación o enfado. La piscina del pequeño polideportivo cerrará el próximo 1 de octubre durante un mes por unas obras que, probablemente, también afecten a los vestuarios y al gimnasio.
–“No es posible, esta piscina cierra al menos una vez al año durante meses”, dice una señora de unos cincuenta frente al folio pegado en la pared; –“yo ya ni me acuerdo de cuando estaba abierta la del Triángulo de Oro y ahora…”, añade otro vecino. Los vecinos tienen razón en sus apreciaciones, pues la piscina del Playa Victoria ha estado cerrada durante el mes de agosto por obras.
Son pocos los más de 160.000 vecinos de Tetuán que tienen, a día de hoy, la posibilidad de acudir a una piscina pública dentro de su distrito. Pronto deberían ponerse en marcha las obras de las nuevas piscinas del Paseo de la Dirección (de invierno y de verano), así como la cubierta del Centro Deportivo Municipal que se construirá en el solar de las viejas cocheras de la EMT, en Cuatro Caminos. Pero, de momento, la espera será en secano.
Piscina de verano no hay –los más mayores recuerdan con cariño la antigua piscina al aire libre que estaba, precisamente, donde hoy está la de Playa Victoria–. La del Paseo de la Dirección vendrá a subsanar ese hueco, pero durante mucho tiempo numerosos vecinos de Tetuán han utilizado la de Francos Rodríguez, popularmente conocidas como Don Quijote, en una zona limítrofe con el barrio de Valdezarza (Moncloa-Aravaca). Sin embargo, la instalación lleva cerrada desde que en el verano de 2019 se cayera un árbol y se constatara que hacían falta obras para poner a punto la instalación. Tras cuatro veranos sin piscina, los vecinos –que se organizaron para pedir la pronta reapertura de su piscina–asisten al lento avance de las obras, que comenzaron el año pasado, y lamentan que se haya hecho tabula rasa con la vieja instalación y se hayan talado parte de los árboles que tan buena sombra ofrecían a los bañistas.
Este verano, a los vecinos de Tetuán ni siquiera les ha servido la piscina del Centro Deportivo Vicente del Bosque, en el Barrio del Pilar, adonde muchos se acercaban en autobús. La de Francos Rodríguez, en la calle de Numancia, no es la única instalación del distrito Moncloa Aravaca en el ámbito de los vecinos del barrio de Bellas Vistas que está cerrada, por cierto. Sucede lo mismo con la del polideportivo Fernando Martín, junto a las Escuelas Bosque.
Por lo demás, como decía una vecina frente al cartel del Playa Victoria, con el Centro Deportivo Municipal Triángulo de Oro, en Valdeacederas, casi ni cuentan los vecinos ya. Cerró para un año en 2019, casi a la vez que la piscina de Francos Rodríguez, aunque se supone que está en la última fase de su reforma integral.
La única piscina pública cubierta que estará abierta en el distrito cuando el 1 de octubre cierren las instalaciones de Playa Victoria serán las del Centro Deportivo Municipal Antonio Díaz Miguel, en La Ventilla. A unos cuarenta minutos andando de un vecino que viva en el barrio de Cuatro Caminos.
El pasado mes de agosto, el grupo municipal Más Madrid llevaba a cabo un acto reivindicativo con una piscina de plástico a las puertas del Centro Deportivo Municipal Playa Victoria. “Esto es lo más cercano a una piscina que van a tener los tetuaneros en plena ola de calor” decían. Parece que en otoño la situación no será muy diferente.