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El galimatías catastral que puso en peligro de incendios la Dehesa de la Villa

Luis de la Cruz

27 de agosto de 2021 08:25 h

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Las últimas semanas Ángelo, uno de los más antiguos “locos” del cerro que lleva este nombre en la Dehesa de la Villa, mandaba fotografías a sus contactos de WhatsApp para darles a conocer el trabajo voluntario que los habituales del cerro están haciendo para limpiar de hierba seca los alrededores de la zona. En la más bonita de las imágenes se ve al propio Ángelo, apodado El Titiritero, ayudado de sus compañeros de espectáculo. Sin embargo, pese a que no falta el humor a la hora de trabajar, las instantáneas iban acompañadas de palabras de indignación por la falta de mantenimiento de algunas partes del parque más de un mes después de haberse producido el incendio.

Según nos cuentan desde el grupo de vecinos, las trincheras cercanas al cerro y los alrededores de la Fuente de la Tomasa presentan mucha hierba seca de gran longitud, lo mismo que sucede alrededor de algunos árboles centenarios de la zona. El grupo de vecinos está indignado con un abandono municipal que, dicen, no se había producido en años anteriores.

Más de seis hectáreas –hay quien dice que diez– ardieron en la parte sur de la Dehesa de la Villa la madrugada del 18 de julio, reavivándose además el fuego de forma importante al día siguiente. El fuego se produjo principalmente en los terrenos pertenecientes a la Universidad Complutense y al Canal de Isabel II, pasando en mucho menor grado a la parte del parque de propiedad municipal.

En las inspecciones cubiertas por Somos Tetuán nos encontramos con quejas vecinales por el mal mantenimiento del parque esta temporada. De un lado, la hierba seca no se había segado como en otras ocasiones, de otro, los terrenos pertenecientes a la Universidad no habían tenido tampoco el mantenimiento adecuado, habiendo incluso restos de Filomena agrupados sin recoger.

La limpieza y cuidados de la Dehesa de la Villa se complican en este lado sur del parque porque hay distintas instancias administrativas implicadas en el terreno. Hasta la valla que hay tras el Camino del Canalillo (una senda que discurre por donde en su momento iba esta importante acequia arbolada), los terrenos son del Ayuntamiento de Madrid, como la mayoría de la Dehesa.

Detrás de ese punto están los terrenos de los antiguos viveros llamados Populeto, hoy ocupados por huertas, que pertenecen a la Universidad Complutense y que es donde se originó y desarrolló mayoritariamente el incendio. Para complicar más el reparto catastral, y por lo tanto de competencias, hay una franja entre ambas que pertenece al Canal de Isabel II, que está lleno de zarzales y no presenta ningún tipo de mantenimiento. Cuando se reavivó el incendio el segundo día, de hecho, fue pasto de las llamas una antigua casa de servicio del Canal de Isabel II, aun propiedad de la empresa pública (que estaba habitada).

Los terrenos del sur del parque tuvieron hasta hace no tantos años una composición aun más compleja, pues el área del cerro de los Locos perteneció al Colegio de Huérfanos de Hacienda, que se lo permutó al Ayuntamiento por otra parcela en Moratalaz en un no tan lejano año de 1998. Algunos vecinos han manifestado a este medio que sería deseable una operación similar que permitiera agrupar todos los terrenos del sur de la dehesa en manos municipales.

Sirva como ejemplo de las implicaciones de esta multiplicidad de instancias administrativas la reciente petición hecha por La Casa Vecinal de Tetuán al rector de la Universidad Complutense, Joaquín Goyache Goñi, pidiéndole la protección del bunker del bando republicano en la Guerra Civil que se vio afectado por el incendio y que está dentro de los terrenos de la universidad, gestionados por su Fundación. Al otro lado de la frontera dibujada por el camino del Canalillo encontramos las ya mentadas quejas sobre el estado de mantenimiento de otros restos de la Guerra Civil, las trincheras cercanas al cerro de los Locos.