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El incendio en la Dehesa de la Villa se reaviva un día después de ser apagado

Diego Casado

19 de julio de 2021 17:09 h

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La abundancia de ramas secas en la parte sur de la Dehesa de la Villa, los rescoldos que quedaban este lunes en esta zona del parque y la ausencia de un retén de bomberos que vigilara han resultado una mezcla fatal para la vegetación del pulmón de Tetuán, donde se ha reactivado el fuego que parecía haber desaparecido el domingo después de la quema de seis hectáreas

Hasta siete dotaciones de bomberos del Ayuntamiento de Madrid y dos helicópteros del 112 trabajaron en la extinción del incendio este lunes por la tarde, que afectó a zonas bajas de pasto y arboleda, principalmente pinos, indicaron a Somos Tetuán desde Emergencias Madrid. El fuego, que dejó una densa columna de humo visible desde muchos puntos de la capital, se inició en la zona de colegios mayores que circundan el parque, añaden las mismas fuentes. El primer aviso tuvo lugar a las 16.08.

Las llamas han sido especialmente altas en la zona situada bajo la Universidad de Nebrija y alrededor del Colegio Mayor Aquinas, cuyo polideportivo estuvo seriamente amenazado. El fuego se movió con rapidez debido a la sequedad del ambiente y al viento, y llegó hasta la avenida de las Moreras, que ha actuado de cortafuegos, muy cerca de bloques de viviendas. La Policía Municipal cortó el tráfico mientras los bomberos extinguían las llamaradas, mientras el humo llenaba todo el entorno. El olor a quemado llegaba hasta Bravo Murillo, cuentan a este periódico varios vecinos de Tetuán.

El área donde se reavivó el fuego era un auténtico polvorín en la mañana de este lunes, según pudo comprobar in situ este periódico: varios puntos todavía humeaban a muy pocos metros de hasta una veintena de montones de ramas secas apiladas, fruto del desbroce de los pinos después de los efectos de Filomena, que nadie ha recogido seis meses después del paso del temporal.

Un equipo de bomberos apagó por la mañana varios incendios subterráneos en tocones, después de las llamadas vecinales alertando de que las llamas podían reavivarse, pero ningún retén de bomberos se quedó en la zona para vigilar que no se produjeran nuevos fuegos. Todo en una jornada en la que las altas temperaturas registradas en Madrid propiciaban un desenlace como el que se acabó produciendo. Desde el área de Seguridad del Ayuntamiento se asegura que la decisión de no vigilar la zona fue “técnica” y que los bomberos responsables del incendio consideraron que el fuego estaba sofocado.

La portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, visitó la zona en la mañana del lunes, antes de que se volviera a reavivar el fuego. Allí criticó al Ayuntamiento por “las dramáticas consecuencias de la gestión de Almeida, 150 días después de Filomena”, a quien acusa de que “seis meses después las ramas siguen amontonadas en muchas zonas verdes, parques y calles. Puede pasar en más sitios”, advirtió.

El área de Medio Ambiente municipal niega que haya resultado ningún terreno del Ayuntamiento afectado por las llamas, tan solo una pequeña porción (0,25 hectáreas) de un tramo en el que las llamas consiguieron saltar el camino del Canalillo, que sirvió de cortafuegos por el norte. Los vecinos apuntan a que la responsabilidad de la falta de recogida de las ramas secas es de la universidad, que es la titular de los terrenos donde se ha producido el siniestro.

Este es el mapa de las zonas afectadas por los dos fuegos:

El incendio del pasado domingo afectó a decenas de árboles, principalmente pinos, además de a matorral bajo y a una zona de huertos comunitarios que crecían en esta zona desde hacía décadas, fruto del limbo legal que tiene esta parte de la Dehesa. Las llamas llegaron hasta una zona en la que los habituales del parque crearon un pequeño circuito de BTT, con curvas y saltos para bicicletas.