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Una mujer no puede ser mayordoma en la parroquia de Vitigudino (Salamanca) por “vivir en pecado”
Su pecado, vivir con su novio y no estar casado. Su devoción, acudir a un acto centenario, a una tradición en su pueblo de Salamanca, en Vitigudino, en las puertas de Las Arribes. Pero hubo un impedimento, los curas no la dejaron por “vivir en pecado”. En una palabra, que esta mujer, de nombre María del Carmen, no pudo seguir una tradición religiosa por impedimento de los tres curas de la parroquia San Nicolás de Bari, de la localidad vitigudiense.
La semana pasada, la cofradía Villa de Vitigudino, con 70 miembros y de 160 años de tradición, votó que esta mujer, y otra más, fueran mayordomas, es decir, que hasta el próximo Corpus Christi, en 2015, fueran la encargada de cuidar el Cristo, así como la conservación del palio, que sale en procesión en los meses de mayo o junio, y la decoración del altar durante todo el año.
En la votación, realizada en la Cofradía Villa de Vitigudino, estuvo presente uno de los tres curas de este municipio, José Antonio Andújar, que no tiene voto, pero que vio el discurrir del acto. Sin embargo, en ese momento, “desconocía la situación real de la chica”, según declaró a salamancartvaldia.com. Una mujer que lleva viviendo varios años con su novio.
Según los sacerdotes de la parroquia San Nicolás Bari, la mayordoma no podía ejercer ese ‘cargo’ porque incumplía el artículo 4 de los estatutos de la cofradía: “podrá ser admitido válidamente a la cofradía todo fiel bautizado que esté en comunión de fe y costumbres con la Iglesia Católica, acepte estos Estatutos y así lo solicite a la junta directiva”.
Por ello, los curas se negaron a que María del Carmen fuera mayordoma. Y por eso el pasado domingo no hubo un acto tradicional, como es el cambio de varas, donde el anterior mayordomo pasa su vara al actual. Otro de los sacerdotes, Francisco Fraile, llegó a declarar a otro periódico salmantino, La Gaceta, que “hoy queremos vivir como antes del cristianismo, de cualquier manera, y cuando uno es cristiano, que le interesa ser cristiano, vive como tiene que vivir y se acabó”.
Ante todo ello, el revuelo montado es importante. Incluso se están planteando la disolución de la Cofradía, con 160 años de historia. Su presidente, Jesús Criado, incluso dimitió de su cargo con malestar por la actitud de los tres curas, “sobre todo en estos tiempos”. Según las informaciones que se empiezan a conocer ahora, la mayoría de los cofrades está en contra de esa postura, lo que les está moviendo a hablar de disolver la cofradía“.
Pero los curas siguen empeñados en que ellos tienen la razón. Y que no es otra que la mujer que vive en pecado va en contra de los cánones de la Iglesia y de los estatutos de su cofradía. Y, es más, dicen que están amparados por el obispo salmantino. Por eso los tres sacerdotes, Francisco Fraile, José Antonio Andújar y Ángel Luis Martín, se muestran “sorprendidos y doloridos por el gran revuelo montado”.
Su pecado, vivir con su novio y no estar casado. Su devoción, acudir a un acto centenario, a una tradición en su pueblo de Salamanca, en Vitigudino, en las puertas de Las Arribes. Pero hubo un impedimento, los curas no la dejaron por “vivir en pecado”. En una palabra, que esta mujer, de nombre María del Carmen, no pudo seguir una tradición religiosa por impedimento de los tres curas de la parroquia San Nicolás de Bari, de la localidad vitigudiense.
La semana pasada, la cofradía Villa de Vitigudino, con 70 miembros y de 160 años de tradición, votó que esta mujer, y otra más, fueran mayordomas, es decir, que hasta el próximo Corpus Christi, en 2015, fueran la encargada de cuidar el Cristo, así como la conservación del palio, que sale en procesión en los meses de mayo o junio, y la decoración del altar durante todo el año.