La compañía de carsharing Wible, impulsada por Kia y Repsol, pone en marcha en estos días un nuevo servicio complementario al convencional de coche compartido. Se trata de una suscripción mensual por 599 euros con la que busca no solo diversificar su cartera de opciones para los clientes, sino también y especialmente entrar por primera vez en beneficios, algo que está resultándoles difícil a todas las plataformas de este tipo.
Wible MáS por MeS, que es como se llama la nueva prestación, viene a ser la ampliación del servicio lanzado en 2020 Wible MáS, que permite alquilar de dos a 30 días un vehículo a través de la aplicación y con entrega a domicilio o en el punto que se desee.
Ahora lo que se ofrece es la posibilidad de disponer de un coche durante los meses que se necesite, “sin entrada, fianzas ni compromisos de permanencia”, como destaca Alberto Gómez, CEO de Wible. La suscripción se renueva automáticamente cada mes, pero el cliente puede darse de baja cuando lo estime oportuno (hasta 24 horas antes de que acabe el plazo en cuestión), en cuyo caso se anula la siguiente cuota.
El vehículo, siempre un híbrido enchufable, se entrega y recoge en el lugar convenido, y tiene todo el mantenimiento incluido, así como asistencia 24 horas. El seguro es un todo riesgo con franquicia, la cual se puede limitar a 50 euros pagando 100 euros al mes.
El servicio permite recorrer 1.500 kilómetros mensuales, ampliables 500 km más por 25 euros. Por la misma cantidad se ofrece un cargador doméstico para poder disfrutar de los aproximadamente 50 km de autonomía eléctrica que proporcionan los modelos disponibles.
Tres son las opciones de que dispone el cliente: Kia XCeed, Ceed Tourer y Niro, éste en su versión previa a la actual, todos equipados con una motorización híbrida enchufable que rinde 141 caballos y lleva aparejado el distintivo ambiental 0 emisiones, así como en acabado Emotion.
Previendo que un usuario de largo recorrido pueda no sentirse cómodo con un coche profusamente decorado como lo están los que pueden alquilarse en la calle, Wible lo entrega en este caso con “un vinilado más discreto”. Al tratarse de un alquiler por meses, el cliente encuentra en el interior una llave convencional para hacer uso del vehículo, cuando lo habitual en estas plataformas es el desbloqueo automático a través de la app.
Un rumbo estable
Alberto Gómez ha explicado que la compañía lleva cuatro meses presentando beneficios, por lo que prevé un resultado neto de explotación (Ebidta) positivo para finales de año, especialmente con el impulso del nuevo servicio de suscripción. De ser así finalmente, Wible lograría la rentabilidad “por primera vez en su historia”, es decir, desde su lanzamiento en 2018.
Gómez ha señalado también que el mes de octubre, que históricamente es uno “de los peores del año”, junto con enero y los primeros días de febrero, se ha presentado como el mejor desde que tienen registros, lo cual parece confirmar el buen rumbo iniciado por la plataforma.
El responsable de Wible baraja además otros datos esperanzadores. Por un lado, el nuevo servicio es particularmente competitivo en dos variables: precio, ya que la suscripción media costaba 639 euros mensuales en Europa en 2022, y kilometraje, que se situaba en 1.280 km de promedio al mes.
Por otro, diversos estudios apuntan a un crecimiento notable de la modalidad de suscripción de vehículos, al menos en los cinco países más desarrollados de Europa, esto es, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España.
Deloitte pronosticaba en 2021 que la facturación por este concepto pasase de 10 millones de euros en 2022 a 22 millones en 2025. Berylls Report calculaba el mismo año que el número de coches de suscripción aumentaría de unos 130.000 en 2020 hasta los 4 millones previstos para 2030.