Mazda Vision Coupe: ¿el mejor concept-car del mundo?
Un “coche de concepto” es, por definición, un ejercicio de diseño o ingeniería extremo, hecho para deslumbrar al público, inspirar las líneas del futuro, ser deseado por el aficionado al automóvil, y satisfacer en último término a las personas que lo firman. Y el Mazda Vision Coupe es un claro ejemplo de cómo hacerlo, además, en una forma tan elaborada que parece estar a un solo paso de su fabricación.
Para conseguir esa línea armoniosa, clásica y rotunda, con dos volúmenes muy marcados a lo largo del enorme capó y bajo un techo muy próximo al suelo, el equipo de diseño liderado por Ikuo Maeda ha estado trabajando durante más de dos años “para dotar de vida a un objeto inanimado”. La primera forma salió, como no podía ser de otra manera, de una escultura de arcilla, elaborada a la forma en que Mazda se diferencia de cualquier otro fabricante: solo y exclusivamente con la manos.
A partir del volumen inicial, la persecución del concepto KODO pasa por conseguir diferentes tratamientos de la luz sobre las superficies, pliegues y curvas de la chapa, ahora ya, a tamaño real. Enfatizar elementos, hacer pasar desapercibidos a otros, unirlos todos con fluidez y trasmitir sensación de calidad.
Aun siendo un prototipo, ha logrado poner de acuerdo a más de 18 miembros de un jurado altamente especializado, con perfiles que trabajan de hecho en otras marcas de automóviles. Un reconocimiento a las formas clásicas que últimamente se venía despistando en propuestas de inevitable corte SUV: cuatro puertas, cuatro plazas, techo bajo, ruedas en su sitio y una coda trunca en la trasera, al más puro estilo deportivo italiano.
En enero se alzó con el “Most Beautiful Concept Car of the Year” en el curso del 33º Festival Automobile International de París, imponiéndose a marcas como Audi, BMW, Lamborghini o Mercedes-Benz. Y en marzo ha ganado el premio “Concept Car of the Year” en la 11ª Noche anual del Diseño de Automoción de Ginebra.
Interior envolvente
El interior transmite la belleza tradicional japonesa de forma igual de imponente: pocos elementos, pero de una calidad extraordinaria, reflejo de los artesanos que trabajan la materia prima: cuero, madera, metal, cristal y tejidos. Y lo hace envolviendo además al conductor de una forma única, arropándole pero no asfixiándole, permitiendo una conexión directa entre él y la máquina.
Situado en el extremo opuesto al RX Vision presentado en 2016, el Vision Coupe consolida de manera tangible los recursos que el diseño KODO, alma del movimiento, exhibirá a partir del año próximo en los modelos de calle de la marca. Si aquél se concentraba en lo deportivo, éste lo hace en lo elegante. Las dos claves que, sin alharacas, redefinirán en pocos meses a esta marca obsesionada con ofrecer los coches más emocionales, a la mayor cantidad posible de conductores que disfruten conduciéndolos.