La planta del consorcio Stellantis en Figueruelas (Zaragoza) ha dado comienzo a una segunda fase de su proyecto de autoconsumo energético que contempla la instalación de 15.600 nuevos paneles fotovoltaicos y de dos aerogeneradores, en colaboración con la empresa Prosolia Energy. La nueva instalación, junto a la inaugurada el año pasado, cubren en total casi un tercio de las necesidades de energía de la fábrica aragonesa y suponen dejar de emitir a la atmósfera el equivalente a 4.216 toneladas de CO2.
A finales de 2023, ambas instalaciones, fotovoltaica y eólica, generarán un máximo de 56 MW de una manera sostenible, lo que asegurará aproximadamente un 80% de las necesidades de electricidad del centro. La iniciativa forma parte de un proyecto más ambicioso, Dare Forward 2030, que engloba toda la actividad del grupo y en el que el uso de energías renovables es una de las herramientas clave. En él se propone como horizonte alcanzar las cero emisiones netas de carbono en 2038.
El conjunto de las placas solares colocadas en junio de 2021 ha logrado su objetivo de cubrir el 15% de la demanda eléctrica de la planta de Figueruelas. Ahora se añaden 15.600 módulos fotovoltaicos que se extienden sobre una superficie de 76.000 metros cuadrados, con una potencia instalada de 8,01 MW.
Estas cifras, sumadas a las de la primera fase, suponen 163.000 m2, equivalentes a 23 campos de fútbol, cubiertos por 34.800 paneles solares, con los que el centro de producción tiene capacidad para generar 16,65 MW de energía fotovoltaica. Así, casi un tercio de la energía consumida cada año por la fábrica provendrá de esta fuente limpia y renovable.
En total, se dejan de emitir a la atmósfera el equivalente a 4.216 toneladas de CO2, aproximadamente la suma de la vegetación de dos pulmones verdes de la capital aragonesa: el Parque José Antonio Labordeta y los Pinares de Venecia.
El próximo paso, previsto para finales de este año, será la instalación en la zona norte de más paneles fotovoltaicos que tendrán una capacidad de producción de 14,15 MW.
La entrada en funcionamiento de los dos aerogeneradores previstos en el proyecto se anuncia para el año próximo. Se instalarán en dos fases: en la primera, programada para junio, se situarán en el área sur dos molinos de 5,7 MW de capacidad, que se completarán con otros dos de 7 MW al noroeste de la factoría que entrarán en servicio en el mes de diciembre.
Aprovechando al máximo las 1.800 horas equivalentes de sol y las 3.500 horas de viento anuales en sus instalaciones, se producirá en total un máximo de 30,8 MW de electricidad de origen solar y 25,4 MW de procedencia eólica, unas cifras que representarán aproximadamente el 80% del consumo de energía eléctrica de Stellantis en Zaragoza, objetivo fijado para 2024.
Un compromiso que se extiende a toda la actividad
Este proyecto de autoconsumo eléctrico de la planta, desarrollado en colaboración con Prosolia Energy, contribuye, como apuntábamos, al compromiso del plan Dare Forward 2030 de Stellantis, anunciado por el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, el pasado mes de marzo, cuya meta es liderar la descarbonización en la industria del automóvil y alcanzar las cero emisiones netas de carbono en 2038, con una reducción del 50% en la etapa intermedia de 2030.
Manuel Munárriz, director de Stellantis Zaragoza, ha señalado que el compromiso de su centro con el medio ambiente “cubre todos los aspectos de su vida diaria, desde el consumo de energía hasta la recuperación de residuos y materiales o el control de la calidad del aire, sin olvidar la formación y la sensibilización de las personas que trabajan en las instalaciones”.
“La puesta en marcha de este ambicioso plan de instalación de infraestructuras fotovoltaicas y eólicas supone profundizar en la sostenibilidad de nuestras actividades, ganando en autonomía energética. Con este nuevo paso, ganamos no solo en sostenibilidad sino también en competitividad”, ha concluido.
El propio Munárriz indicó durante la inauguración de la primera fase del proyecto que podría llegar a recortar entre un 5% y un 7% los costes de producir un vehículo. La instalación, además, sería capaz en el futuro de surtir de electricidad a la red general cuando la factoría no se encuentre operativa.