El azar ha querido que el Grupo PSA haya dado a conocer muy solemnemente sus planes de electrificación para los próximos años en plena celebración en Madrid de la COP25. La coincidencia no ha sido buscada pues el consorcio había convocado el acto con anterioridad a que se decidiera el traslado de la cumbre del clima de Chile a nuestro país, pero no deja de ser reveladora de los nuevos aires que agitan a la población mundial y al sector del automóvil muy particularmente.
Tal vez la afirmación más relevante de las escuchadas en el foro organizado por PSA fue la que se escuchó de labios de Alexandre Guignard, director del área de negocio de Vehículos de Bajas Emisiones del grupo, quien declaró que este se rige por una “regla de oro” con vistas a la nueva normativa europea de emisiones. “Vamos a cumplir los límites impuestos por la UE no solo para eludir las multas, sino también por razones de ética y responsabilidad”, afirmó tajantemente el ejecutivo francés.
Guignard desgranó los hitos que jalonarán la hoja de ruta de la compañía para alcanzar en 2025 el objetivo de que todos los vehículos de PSA cuenten con una versión de nulas o bajas emisiones locales (LEV por las siglas en inglés de Low Emission Vehicle), esto es, 100% eléctrica o híbrida enchufable. En este 2019 que termina se ha logrado que cada nuevo lanzamiento tenga ya disponible esa variante LEV, y para 2021 el número de modelos electrificados del grupo ascenderá a 23.
La estrategia se concreta, “aquí y ahora” -se dice para subrayar la fuerza de sus convicciones-, en los nueve modelos de estas características, todos poseedores de la etiqueta Cero de la DGT, que tienen ya a la venta las cuatro marcas de PSA: Peugeot, Citroën, DS y Opel. Se trata de los Peugeot e-208 y e-2008, DS 3 Crossback E-Tense y Opel Corsa-e, 100 % eléctricos, junto a los híbridos enchufables Peugeot 3008 Hybrid y 508 Hybrid (tanto en carrocería berlina como familiar), Citroën C5 Aircross Hybrid, DS 7 Crossback E-Tense 4x4 y Opel Grandland X Hybrid.
El grupo complementa esta ofensiva de modelos de cero y bajas emisiones con un catálogo de servicios que, englobados bajo su marca de movilidad Free2Move, ofrecen desde ahora la novedad de suministrar a los propietarios de vehículos 100% eléctricos un coche de motor térmico para sus desplazamientos de largo recorrido, ya sea en vacaciones o durante un puente como el que ahora se inicia.
Los planes de PSA se asientan en la sólida base y la ventaja de competitividad que suponen sus dos plataformas flexibles multienergía: la denominada CMP, para eléctricos del segmento A, y la EMP2, sobre la que se fabrican sus híbridos enchufables de los segmentos C y, especialmente, D. Ambas hacen posible que en una misma línea de montaje se ensamblen indistintamente vehículos de motor de combustión, ya sean gasolina o diésel, eléctricos puros e híbridos enchufables, hecho que permite una rápida adaptación de la producción de las plantas de PSA a los cambios que se generan en la demanda.
Aunque hacer previsiones equivale necesariamente a equivocarse, como destacó Christophe Mandon, director general de Comercio del consorcio para España y Portugal, las cábalas más compartidas apuntan a que las ventas de modelos LEV se multiplicarán por 13 en Europa hacia 2025, lo que representará unos 3,5 millones de vehículos de bajas o nulas emisiones. En China y EEUU la cifra actual se multiplicará por 8, lo que dará lugar a 4,7 y 1,7 millones de coches limpios nuevos.
En el mismo terreno de la especulación se encuadran los cálculos según los cuales las marcas de coches, en general, se verán obligadas a comercializar un 7% de vehículos LEV a partir de 2020 si quieren evitar las sanciones de la Unión Europea a aquellas que exceden la media de 95 gramos de CO2 por kilómetro en su gama de productos.
Ya que se trata de una cuestión de responsabilidad por parte de los fabricantes, y no solo de evitar el quebranto económico de las multas -según las palabras de Alexandre Guignard-, es vital en opinión del mismo directivo de PSA que Europa revierta su posición de desventaja con respecto a Asia en la fabricación de baterías. Además de la importancia geoestratégica de la jugada, no es posible olvidar lo insostenible, desde el punto de vista ambiental, de transportar “grandes bloques de baterías de 300 kilos desde China, Japón y Corea”, principales productores mundiales hoy de estos sistemas de almacenamiento.
Peugeot e-2008, Opel Corsa-e y el futuro Citroën C4 eléctrico
La estrategia de electrificación del Grupo PSA cuenta con el soporte primordial de las tres plantas de que dispone en España -Vigo, Zaragoza y Madrid-, cada una de las cuales produce o va a producir en breve plazo un modelo 100% eléctrico: el e-2008 en la fábrica gallega, el Corsa-e en Figueruelas y, durante el año entrante, la versión de baterías del sustituto del Citroën C4 en Villaverde.
PSA puede enorgullecerse de ser el único fabricante que fabrica coches eléctricos en nuestro país, así como de haber puesto en el mercado casi uno de cada tres vehículos (de cualquier tipo) producidos en España en los 10 primeros meses del año, contando turismos y vehículos comerciales. Estos últimos, concentrados en la planta de Vigo, serán objeto a partir de 2021 de especial atención dentro de los planes de electrificación del consorcio, que prepara para entonces versiones 100% de baterías de los modelos Peugeot Partner, Citroën Berlingo y Opel Combo, basados en una adaptación de la plataforma EMP2 y a los que sumará la variante igualmente eléctrica del Toyota Proace, fruto de una joint venture con la marca japonesa.