La cantante Rocío Saiz ha decidido denunciar al policía que interrumpió su concierto en la plaza del Cardenal Belluga en Murcia el pasado sábado durante la celebración del Orgullo LGTBIQ+ al quitarse la camiseta mientras interpretaba el tema 'Como yo te amo', tal y como lleva haciendo durante los últimos diez años. A pesar de haberse manifestado “más calmadita” en su cuenta de Twitter después de que la Policía Local de Murcia emitiera el pasado martes un comunicado en el que le pedía perdón, “las declaraciones” que el inspector había redactado en el atestado policial, publicado por la Cadena Ser, le parecieron que le faltaba “al respeto otra vez”. “Pues ahora sí, le voy a denunciar”, escribió la vocalista en la red social.
“La actuación de la Policía ha sido muy grave: interrumpir así un concierto generando ese nivel de violencia escénica e ir en contra de la libertad artística, la libertad de actuación y la libertad de expresión no está justificado”, esgrimen desde el despacho de abogados Gabeiras Asociados, mientras que señalan que “están trabajando en la denuncia”. El comunicado de perdón por parte de la Policía Local de Murcia no “les parece suficiente” y están analizando “cómo ha reaccionado el policía”.
“Hay una apariencia de vulneración de las libertades fundamentales y artísticas”, han añadido desde el despacho, experto en estas cuestiones y que está vinculado a la Asociación de Mujeres de la Industria de la Música (MIM).
Un espectáculo, “cuyo fin no era satisfacer pulsiones sexuales de la denunciada”
En el atestado policial se recoge que cuando la intérprete se descubre el pecho “ese límite no se podía cruzar”. El inspector considera que Saiz estaba cometiendo un delito de exhibicionismo según el artículo 185 del Código Penal, a pesar de que no identifica a menores o personas con discapacidad ni la manifestación de obscenidad y lascivia, requisitos imprescindibles para aplicarlo. El inspector especifica que “los hechos se han realizado dentro de un espectáculo cuyo fin no era satisfacer pulsiones sexuales de la denunciada”, según informa la Cadena Ser.
También apunta que la cantante “aparentemente se encontraba bajo la influencia de bebidas alcohólicas, así como desde la perspectiva de quien suscribe de algún tipo de droga tóxica”.
Finalmente, el inspector denuncia a la cantante por desobediencia a la autoridad ya que no quiso acompañarle a la comisaría al acabar el concierto.
O pedir perdón o “ir esposada”
Durante la noche del pasado sábado Saiz relató que “el policía me dijo que o le pedía perdón o me llevaba esposada”. Tras bajar al escenario, la esperaban cinco miembros de la Policía Local: “Me pidieron la documentación en la misma escalera, se metió por medio la organización y me dijo que no les diera nada”.
La persecución siguió, y dos policías la esperaban en el camerino, que le dijeron que hasta que no hablase con su inspector no la dejarían irse: “No iba a entrar a un espacio cerrado con un policía. Esto era coacción, no iba a hablar con nadie si no quería”.
Finalmente, el inspector se aproximó a la cantante “con los ojos exaltados”, definiendo su actuación en el concierto como “una vergüenza” y “exaltación del orden público: ”Les dije que no iba a pedir perdón por lo que hice, se puso como un loco y empezó a pedirme la documentación“.
Segunda vez con problemas de “censura” en la Región
Es la segunda ocasión en la que Saiz se enfrenta a problemas “de censura” por quitarse la camiseta en un concierto en la Región de Murcia. En 2018 la entonces cantante de Las Chillers recibió las críticas del PP de Molina de Segura –“irrespetuoso”, “carente de valores” y “erótico”– por enseñar los pechos durante un concierto que ofrecieron en el festival de música B-Side. El Ayuntamiento molinense, en aquel momento gobernado por el PSOE, defendió “la libertad de las artistas” y aseguró que no hubo “faltas de respeto”. Para la artista, lo ocurrido contra ella el domingo en el Orgullo en Murcia ha sido “lo mismo pero con más violencia y con la policía”.
“Venía de tocar de un pueblo de 4.000 personas en Navarra y todo había ido genial. Avisé de que me iba a quitar la camiseta durante la actuación y también advertí de que habíamos tenido problemas aquí [en referencia a la Región de Murcia]”, explicó a este periódico la cantante. “Además, había un tipo muy pesado que no paró de merodearme durante toda la noche”, ha señalado Saiz. “No creo que se vuelva a celebrar un Orgullo en la plaza de la catedral de Murcia y veremos si no dejan de contratarme en determinados sitios. La peor violencia es la que no se ve”, añadió la vocalista.