-Mamá, me han roto todos los esquemas.
-Pero, ¿qué dices hijo?
-Pues eso mamá. Han llegado, se han plantado delante de mí sin hacer ruido, me han cogido los folios y me los han hecho confeti.
-Cariño, querrás decir que todo aquello que pensabas que sabías te lo han desmontado, ¿no?
-Confeti, mamá, confeti
Fue la noche del 15 de marzo en un Teatro Circo de Murcia, que nunca fue tan circo, nunca tan teatro. Fue una de esas noches en las que uno se para a reflexionar sobre qué le ha llevado a ocupar una butaca en el espectáculo de Espejos y Espejismos que la banda catalana Love of Lesbian regalaba a los presentes en la capital del Segura. Después de lo ocurrido, habiendo compartido atmósfera con semejantes variados y variopintos: la abuela, el niño, el indie, la rockera, la del vino y yo mismo, se llega a la conclusión de que nos queda mucho por agradecer, que le debemos a quien nos descubrió los primeros versos del gran Santi Balmes algo más que un 'gracias'. Así pues, mamá, hoy más que nunca, yo mataría monstruos por ti.
Pasadas las 21:00h, se dirigió a todos los raros que fuimos al concierto una voz en off, bastante sexy por cierto. Daba el pistoletazo de salida a una experiencia que duró algo más de dos horas y quince minutos. Enseguida intuimos que éste iba a ser un concierto distinto y, ya en palabras del propio Santi, comprendimos: “Esta no es noche para pagafantas, amigos”. Efectivamente, quien pretendiera acudir a sorprender con el contoneo innato que tenemos los indies al escuchar los míticos temas “festivaleros” de la banda: Algunas plantas, John Boy, Toros en la Wii…, se dio de bruces contra la parte más íntima, poética, artística y bella que estos grandes músicos aportan en cada uno de sus trabajos.
Con una puesta en escena creada por Guillem Albá, y excelentemente ejecutada por su equipo y él mismo, nos hicieron ver que no estábamos en un concierto, sino en una obra de teatro, de juegos de luces y marionetas, para las que nacieron las letras de Balmes, los chascarrillos y segundas voces de Julián Saldarriaga, los acordes de Ricky Falkner, Jordi Roig, Dani Ferrer y la pasión de Oriol Bonet. Con ello hicieron la de ayer una noche eterna, llevándonos en planeador a recorrer lo mejor de su repertorio como si de un día en el parque se tratara. Brindamos los murcianos y las murcianas por los días no vividos, tras un Segundo asalto a capella que llevó al respetable a sacar pañuelos para el llanto, alcohol para las heridas y un whisky on the rocks para sobrellevar la interminable ovación que el público en pie dedicaba a la banda. Nos fuimos a casa no sin antes llevar a la cama a Oniria e Insomnia de la mano de las palabras recitadas por Santi Balmes, y digo llevar porque uno no tiene la sensación de haber ido a un concierto de Love of Lesbian, tenemos la sensación de haber estado de concierto con Love of Lesbian.
-Hijo mío, ya sabes que tan importante es tener principios como tener finales. Acéptalo.
-Confeti, mamá, confeti.