'Disidencias de género' es un blog coordinado por Lucía Barbudo y Elisa Reche en el que se reivindica la diversidad de puntos de vista feministas y del colectivo LGTBQI.
Destellos en la huerta
No quepo en mí de gozo: después de mucho tiempo y con mucho esfuerzo, hemos podido celebrar en Murcia no uno ¡sino dos! espectáculos travestis para todos los públicos, diurnos y multitudinarios ¡en menos de un mes y en pandemia! El primero fue el debut del Bancal de Candanga y el segundo el show de Tacones sobre Ruedas*.
El Bancal de Candanga somos un colectivo artístico travesti que reúne a kings (imitaciones de masculinidades), queens (de feminidades) y otras criaturas. Se ha conformado como espacio de aprendizaje, experimentación y creación desde el cuestionamiento de las normas de género. Funcionamos desde la construcción colectiva y hemos estado reuniéndonos por videollamada para suplir las —ejem— limitaciones actuales. El pasado 8 de mayo debutamos con monólogo, teatro, performance, playback, canción y alguna que otra intervención de difícil descripción. Tuvimos dos días de debate para hacer un segundo pase, porque a una semana del estreno ya habíamos cubierto las plazas.
El espectáculo de Tacones sobre Ruedas parte de la idea que tuvo Emma Mess de hacer una gira en autocaravana con su familia de reinonas, al más puro estilo de «Las aventuras de Priscilla, reina del desierto», para mostrar su apoyo a niños que sufrieron agresiones homófobas. Se trajeron equipos de grabación para documentarlo y estamos deseando ver el resultado en celuloide. De nuevo se llenó, con las separaciones pertinentes, y pudimos ver destapes aptos para todes, bufonadas, acrobacias y mucho divineo.
Murcia es una región que cuenta con buena tradición carnavalera y esa liberalidad de muchas provincias de costa, a pesar del rampante derechismo que campa a sus anchas. Así pues, en esta tierra tenemos desde hace años bastantes drags, tan interesantes como La Yelo, Tormento Iglesias, Tina X, Sirio Star, Nova, Lolita Versache, Lady Morgana, Greta Von Killer, Freya Blackmirror, La Felissa, Demi Parte, o Cynthia de Cassette, entre otras (que Diossa me perdone si me dejo alguna), antes de que se juntara el Bancal de Candanga. No obstante, los espacios para el transformismo se han circunscrito principalmente a algún bar o discoteca «de ambiente».
Por eso estos dos proyectos aportan algunas novedades interesantes. Por un lado, cada uno de estos grupos tiene en torno a una decena de integrantes, con lo que estas representaciones tuvieron una envergadura considerable, especialmente tratándose de galas de transformismo. Por otro, ambas funciones se diseñaron específicamente para todos los públicos, con el deseo de extender el drag más allá de espacios habitualmente concebidos solo para adultos, y exponerlo al público general. Por último, porque las hemos organizado en un espacio escénico alternativo, La Cítrica Activa (la guarida del Bancal). Se trata de un lugar tan seguro como un teatro, más sólido que un circo y todo desde los recursos de quienes no hemos heredado grandes fortunas.
Hemos visto brillar con luz propia toda una serie de artistas, desafiando la plena luz del día con su ingenio, su estilo, su saber hacer y sus valores fulgurantes. A sus espectadores les ha costado una cantidad ridícula de euros. Para que esta luz siga viva, es urgente que el arte cuente con apoyo. Es importante que el arte nos ayude a comprender la diversidad y a tener una actitud crítica con las opresiones. Es necesario que el arte nos permita desarrollarnos y que no nos haga un agujero en el bolsillo a quienes lo producimos.
Manifiesto del Bancal de Candanga
Somos un grupo de entes (personas, animales y cosas) que quiere sentirse válido, querido y protegido. Constituimos un colectivo que anhela verse suficientemente fuerte y empoderado como para ejercer su resiliencia con una voz conjunta y singular que se eleve —en la actual coyuntura— y reclame un espacio visible para poder SER.
El Bancal de Candanga pretende abrir un espacio de expresión de lo más hondo de la existencia, un espacio para sentir y dejarse sentir de una manera segura, tejiendo una red de cuidados mutuos. Nuestro colectivo propone un lugar para la experiencia creativa desde una reflexión desautomatizada del género y de cómo este se percibe socialmente. Aspiramos así a construir un refugio cuya resistencia permita cuestionar lo establecido desde el arte, que siempre supone una forma de libertad.
Nos inspiran nuestras vidas. Nos inspiran las alegrías y sufrimientos ligados a nuestra disidencia de género, de color, de funcionalidades o de origen. Nos inspiran artistas que se han enfrentado a ello. Nos inspiran las manifestaciones culturales populares, sobre todo las que aúnan y sanan. Nos inspira aquello que revisa las normas —escritas o no— en favor de la diversidad, la aceptación, el afecto y el trato a las personas como seres inteligentes y complejos. Nos inspiran la transgresión, el objeto literario, el frikismo, nuestras madres, tías o abuelas (de sangre o de vida), las divas y fashionistas, la nostalgia, el folklore, la fantasía, así como lo audiovisual y lo digital como signos de nuestro tiempo. Nos inspira y nos da energía nuestra propia alianza.
Fomentamos la pluralidad y creemos que el sistema socioeconómico debería ser humanitario en lugar de bursátil. Nos rebelamos ante planteamientos que valoran las posesiones antes que la solidaridad, que ponen la productividad por encima de la conservación de la biosfera y que ensalzan al mercado como un ídolo.
Creemos que el autoritarismo de las ideas que apresan la diversidad humana en «normal» o «anormal», «rentable» o «inútil», «capacitado» o «molesto», «de aquí» o «de fuera» nos precipitan al gobierno de una minoría acomodada y a la opresión de la diversa mayoría. Deseamos divulgar la conciencia de que la pirámide de poder mercantilista y patriotera impide que la humanidad se entienda, conviva y preserve su hábitat.
Reivindicamos nuestra pertenencia a las periferias, la fuerza de lo rural, la necesidad de descentralizar para mejorar la vida humana, la educación en el contacto con la naturaleza y la descarga de los núcleos urbanos.
Nos constituímos pues en colectivo de aprendizaje y práctica artística, transfeminista, periférica e interseccional.
El Bancal de Candanga empodera individualidades para conformar comunidad.
El Bancal de Candanga se manifiesta y se encuentra en red y en el escenario.
El Bancal de Candanga hace de sus cuerpos lienzos y pantallas.
El Bancal de Candanga lucha con su creación artística.
El Bancal de Candanga coopera, no compite.
El Bancal de Candanga cuida y se cuida.
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* El Bancal de Candanga lo formamos: Amine Bouabid, Demi Parte, Érika Colérica, Malva Disco (servidora), Maruja Fatal, Mike Pastel, Oskar Fantastic Lover, Robin Metamórfico, Santy Seña, Sófocles / Sofía Bertomeu, Ulysses Ménade, La Yelo y toda una troupe de personas que colaboran con nosotres.
Y Tacones sobre Ruedas es culpa de Angelina, Emma Mess, Giselle Diva, Guillem Mitjavila, Luna Diva, Michelle Relayze, Miki Mint, Queen Escándalo y Sagittaria, más su crew.
No quepo en mí de gozo: después de mucho tiempo y con mucho esfuerzo, hemos podido celebrar en Murcia no uno ¡sino dos! espectáculos travestis para todos los públicos, diurnos y multitudinarios ¡en menos de un mes y en pandemia! El primero fue el debut del Bancal de Candanga y el segundo el show de Tacones sobre Ruedas*.
El Bancal de Candanga somos un colectivo artístico travesti que reúne a kings (imitaciones de masculinidades), queens (de feminidades) y otras criaturas. Se ha conformado como espacio de aprendizaje, experimentación y creación desde el cuestionamiento de las normas de género. Funcionamos desde la construcción colectiva y hemos estado reuniéndonos por videollamada para suplir las —ejem— limitaciones actuales. El pasado 8 de mayo debutamos con monólogo, teatro, performance, playback, canción y alguna que otra intervención de difícil descripción. Tuvimos dos días de debate para hacer un segundo pase, porque a una semana del estreno ya habíamos cubierto las plazas.